Capítulo 20.

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Capítulo 20.



-¡Aria!

-¡NO NO! ¡Déjame! ¡Suéltame!

-¡Aria soy yo, Logan!... soy Logan....mírame, abre los ojos.

Unas manos sujetaban mis mejillas. Pestañee un par de veces.

-Estás aquí... conmigo, soy yo, ¿vale? Estás aquí... tranquila.

Asentí con la cabeza desorientada. Lo miré fijamente para saber si esto era real, si este era mi mundo, si a quien tenía delante era realmente Logan. Puse mis manos en sus antebrazos asegurándome de que había salido del sueño y cuando noté que era de carne y hueso respiré profundamente.

-¿Estás mejor?

-Si...

-¿Qué llevas ahí? –Tocó mi frente y cuando vi sangre en su mano me levanté espantada de la cama.

-¡Aria!

Corrí al aseo y encendí la luz para verme bien al espejo. Mi frente tenía un golpe y una fina línea de sangre caía por mi mejilla. Mierda.

-Has tenido un sueño, ¿verdad?

Apareció de repente a mi lado y di un salto del susto. -¿Qué coño es esto? ¡¿Por qué tengo sangre en la frente?!

Me giro frente a él y miró fijamente la herida. Sus ojos se entrecerraron para luego bajar la vista a mis ojos.

-Tienes que contarme lo que has visto en ese sueño.

-¡¡Y tú tienes que contarme porque mierda tengo sangre en la frente!!

-Tranquila....tranquila Aria.

-¡¡No puedo estar tranquila!! ¡Acabo de soñar que casi me matan y tengo sangre en la frente! ¡¿Y tú me dices que este tranquila?!

Su mirada era oscura, sabía que estaba preocupado, pero sus demás facciones reflejaban tranquilidad, o eso es lo que quería aparentar.

-Aria, escucha...-Se detuvo. –Creo que esos sueños que tienes...-Tiró el aire que estaba reteniendo. –Creo que sé lo que son.

-¡Y que son!

-Aria, relájate por favor.-Intentó coger mi mano pero la aparte bruscamente.

-¡Estoy relajada! Estoy... relajada. –En ese momento bajo su mirada suplicante me di cuenta de que estaba histérica. Respiré hondo manteniendo la calma y me miré de nuevo en el espejo.

¿Sangre? oh joder ¿enserio?

Tomé una gran bocanada de aire. –Por favor... explícamelo.

-Esos sueños que tienes, también los tenían las sibilas que conocí años atrás. Son lo que conocéis vosotros como premoniciones.

Lo miré a través del espejo. -¿Cómo que premoniciones?

-¿Recuerdas ese chico de la playa? ¿Y esa chica del callejón? –Asentí con la cabeza. -¿Recuerdas cuando luego mirabas los periódicos y veías las noticias?

Un sentimiento de culpa me inundó y bajé la mirada al lavabo. Joder. Yo había estado allí y no pude hacer nada por salvarlos...

-Sus almas ya estaban predestinadas, no te culpes por lo que pasó.

-Yo no tenía que haber estado allí...yo no...yo no quise verlo...

-Lo sé.-Noté que se acercaba un poco más a mi espalda. –Esos sueños, o premoniciones ponían de ante aviso a las sibilas para rescatar almas.

Caricias OscurasWhere stories live. Discover now