#15

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Algunas veces voy al trabajo de mi mamá, ya que mis abuelos se van de viaje y no puede cuidar de mí en la tarde.
Me encanta ir ahí, me consienten mucho; me dan paletas, me aprietan mis cachetes, me dejan usar la computadora o hasta me dejan jugar en la sala de espera si no hay nadie.
Pero hoy fue diferente, mientras jugaba saltando los sillones. Una pareja llegó y se sentó en la zona de meta, por lo que ya no podía jugar.
El hombre era alto con cabello negro y vestía formalmente al igual que su esposa, que tenía el cabello con luces doradas. Cuando me vieron el hombre me sonrió mientras que la mujer me dijo:
— Vaya que niño más lindo, me recuerdas a mi hija. —
Después de eso ,mi mamá los pasó al consultorio. Cuando salieron, el hombre ya no tenia la misma sonrisa, era más una forzada y su esposa su cara era casi blanda.
Al irse, la mujer se volvió a hablar:
— Hasta luego, pequeño jovencito — y volvió a sonreír como al principio.

Juraría que ya los había visto en algún lado.

Cuando aún no lo entendía ©Where stories live. Discover now