Algunas veces voy al trabajo de mi mamá, ya que mis abuelos se van de viaje y no puede cuidar de mí en la tarde.
Me encanta ir ahí, me consienten mucho; me dan paletas, me aprietan mis cachetes, me dejan usar la computadora o hasta me dejan jugar en la sala de espera si no hay nadie.
Pero hoy fue diferente, mientras jugaba saltando los sillones. Una pareja llegó y se sentó en la zona de meta, por lo que ya no podía jugar.
El hombre era alto con cabello negro y vestía formalmente al igual que su esposa, que tenía el cabello con luces doradas. Cuando me vieron el hombre me sonrió mientras que la mujer me dijo:
— Vaya que niño más lindo, me recuerdas a mi hija. —
Después de eso ,mi mamá los pasó al consultorio. Cuando salieron, el hombre ya no tenia la misma sonrisa, era más una forzada y su esposa su cara era casi blanda.
Al irse, la mujer se volvió a hablar:
— Hasta luego, pequeño jovencito — y volvió a sonreír como al principio.Juraría que ya los había visto en algún lado.
YOU ARE READING
Cuando aún no lo entendía ©
Teen FictionCecilia siempre lloraba Edward siempre ganaba en fútbol Cecilia fue el blanco fácil para las burlas en primaria Edward fue el centro de atención en primaria Cecilia le gustaba Edward en primaria Edward rompió el dibujo que Cecilia le hizo El pri...