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El último día del campamento nos dejaron jugar en lo que venía el bus a recogernos.
Los animadores tenían varias actividades para que pasaras el rato; tiro con arco, fútbol, manualidades, carrera de costales, entre otras cosas.

Me mantenía alejado de ella, no hubo problema ya que Cecilia también lo hacía. De hecho ambos nos manteníamos lejos de nuestros compañeros, en mi caso, cada vez que se acercaban era para preguntar porque falte al baile o incluso porque ayer estaba con olor a agua de jamaica.Solo me reía, esa era la respuesta para evitar más explicaciones.

Mark estuvo conmigo todo el día, cosa que me resultó algo molesto en esos momentos.
— Con esa cara larga no vas a conseguir nada. ¡Vamos, amigo! Ya olvídalo lo que pasó.
— No estoy haciendo ninguna cara, solo estoy concentrado.
— Concentrado en la niña rara. — me dijo finalmente parándose. Lo voltee a ver con enojo aún sentado, desde donde podías ver a todos en sus actividades.
— Admítelo Ed, ella solo te ha causado problemas. No por nada lo hice. —

Ignoré su mensaje y seguí sumergido en la vista. Cecilia se encontraba en las manualidades. Ahora que lo veía, realmente lo disfrutaba y creaba cosas coloridas e originales ;pero, en esos instantes, solo lo hacía para poderse distraerse, sin ninguna meta en hacerlo. Lucía se acercó a ella con paciencia y se sentó a su lado, en un parpadeo Cecilia se alejaba de ella un centímetro. No era el único que Cecilia no quería ver.

No entendí el comentario de Mark hasta entonces.
— ¿Qué quieres decir con "no por nada lo hice"? Mark, ¿qué hiciste? — me paré en frente de él.
— Destrozar el ridículo dibujo que encontré en tu mochila hecho por ella.
Mis manos se movieron y jalaron de su camiseta inconscientemente.
— ¿Quién te dio permiso de agarrar mis cosas? — solté con furia.
— Eh! No te pongas así. Lo hice para que no tuvieras más problemas con la rara. — se soltó de mí con brusquedad. Me quedé pasmado por un momento, al final nunca podré ver ese regalo.
— Ya relájate, Ed. Solo era una estupidez.
— Estupidez, es una mala palabra.

No recuerdo más que caer sobre él y empezar a pegarle con mis muñecas; desgraciadamente Mark era el campeón en karate.

Ahora, sentado en el último asiento del camión con la maestra Helen atrás de mi, a tres asientos atrás de los demás. Mi ojo izquierdo adolorido y mis nudillos aún rojos.
Empecé a entender, que no era el chico guapo y perfecto de la clase.














¡Hello!
Espero que hayan disfrutado del capítulo. Trataré de ser más constante en las actualizaciones, ya que ahora estoy de VACACIONES ;3

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Recuerden que mañana 15 de julio se abrirá los "Wattys2016" por Twitter. Por lo que me ayudarían mucho a votar por esta humilde historia @.@
Para más información, checa el pasado capítulo que hice.

Gracias de todo corazón! Los adoro!

- Hanon 🌸

Cuando aún no lo entendía ©Where stories live. Discover now