#47.5

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Estoy demasiado cansado para seguir escribiendo pero prometí a mamá que llevaría mi diario conmigo.
Fue una gran día, el camino estuvo algo aburrida aunque cantábamos canciones y nos dejaron ver una película.
Pero cuando llegamos al campamento por fin, nos dejaron jugar con globos de agua y pistolas de agua ,ya que aquí el calor está muy fuerte.
¡Además la comida no es nada de verduras!
Es como el paraíso de los niños.

También en la noche hicimos una búsqueda del tesoro y cuando encontré uno por mí cuenta, era una gran moneda pintada de color oro.
Una sombra apareció de la nada y agarro la moneda mientras corría en dirección contraria.

— ¡Ehh! ¡Lo he encontrado yo primero! — dije mientras trataba de alcanzarla corriendo. Cuando se volvió a verme, y está cayó en la fría tierra.

Agarré el tesoro que había soltado, pero una lloriqueo me detuvo y lo reconocí inmediatamente. Su frágil mejilla tenía una mancha de lodo y sus rodillas estaba raspadas con un ligero tono rojizo.

La chica de las rarezas me había quitado mi tesoro.

— ¿Porque me quitaste el tesoro? Yo lo encontré primero. — le dije mientras me acercaba a ella.
— Perdón. No sabía que era tuyo. — contesto con mocos en la nariz.
— Ten cuidado con eso. Puede que te ocasiona más problemas con mis amigos. — respondí serio y camine lejos de ella.
— ¡Ed! — me gritó antes de que continuará.
Me volteé y vi cómo la luna reflectada sus brillosos ojos azules llenos de agua y su cabello se perdía entre la oscuridad.
— Se que es mucho, pero...— trato de hablar mientras apartaba la vista de mi.
— Vamos, no tengo toda la noche.
Sus palabras sonaron profundas y gentiles:
— Puedes cargarme hasta la enfermería.

Su peso no era lo que incomodaba si no la forma de respirar de ella, era como la respiración de un gato durmiendo.
— Disculpa por lastimarme. — rompió el silencio a mitad del camino.
— Se menos torpe.
— Hace mucho tiempo que no me cargaban, papá lo hacía. — me dijo mientras miraba a la Luna.
— ¿Porque ya no lo hace? — pregunté solo para continuar la platica.
No mencionó ninguna palabra después de eso, solo que su rostro se cambio a uno inquieto.

No tuvo ningún hueso roto o algo preocupante para la salud, con un curita y una paleta de caramelo ya estaba como nueva. Me agradeció mientras se inclinaba y salió corriendo.

Para mí, pudo caminar todo el tiempo.










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¡Hola a todos! Soy yo, Hanon. Su querida amiga y escritora de este libro. Solo quiero agradecer mucho la participación y votos que hemos conseguido.
¡Gracias!
La segunda cosa es un poco más importante:

Prometo que si consigo internet, subiere capítulos nuevos

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Prometo que si consigo internet, subiere capítulos nuevos. Ya que estamos en el climax de la historia 7u7

¡Los adoro y tengan buena semana!

Compartan conmigo su frase favorita de todo la historia ;3 me alegraría mucho.

Hanon fuera, paz! 🌸

Cuando aún no lo entendía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora