Versión mejorada de "Una Vida Pixeleada" en mi perfil.
Una historia de Minecraft, donde sin importar la calidad de imagen, quien eres o como eres, sin importar si eres rápido o lento, tranquilo o explosivo, alto o bajo, sin importar tus habilidades...
Me desperté pesadamente, el encuentro de anoche no me dejó descansar como hubiera querido.
Salí de la cueva, busqué manzanas pero los árboles que estaban cerca no tenían ni una sola. Miré a mi alrededor, podría nadar y descubrir que había al otro lado del río o adentrarme al bosque.
Como no quería perderme decidí cruzar el río y buscaría en la orilla lo que sea que hubiera del otro lado. Aunque podría ser peligroso, pero tenía hambre y no me iba a quedar sin comer.
Llegué al otro lado, estaba toda empapada pero de nada servía secarme si iba a volver a mojarme, ¿no?
Escuché un ruido raro, algo que no había escuchado antes, no podía describirlo. Me quedé quieta, pero como no volví a escucharlo comencé a buscar entre los árboles algo de comida.
Encontré un árbol con manzanas, tenía muchas, pero todas estaban muy altas, jamás podría alcanzarlas.
Miré a todos lados pero no encontré algo que pudiera ayudarme, me recargue en el árbol molesta. Pensaba en cómo podría conseguir un par de manzanas cuando me percaté que las ramas se movieron un poco a la vez que escuché un ruido como el de anoche, antes de que apareciera aquella chica en mi cueva.
—¡¿Hola?!
Grité mirando a todos lados, sin ver a nadie, suspiré sintiéndome sola e inútil, ni siquiera podía conseguir mi propia comida.
Me asusté al mirar de nuevo al frente y ver una cabeza colgando de cabeza entre las ramas.
Grité y me levanté sobresaltada, pero me pegué en una rama del árbol cayendo de nuevo, la cabeza comenzó a reír.
—Parece que te asuste, lo lamento, no era mi intención.
Dijo la chica, luego saltó de entre las ramas y cayó de pie frente a mí.
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—¿Aún estás muy asustada para hablar? Lamento asustarte, mi nombre es Mindy, no tienes que asustarte, no te voy a hacer daño.
Dijo sonriendo y ofreciéndome su mano para levantarme.
—Es-está bien, soy Cuppa...
Dije tomando su mano y levantándome. Su cabello y su mirada me recordó a la chica de anoche, sólo que se me hizo extraño que su personalidad fuera totalmente opuesta.
—¿Te pasa algo? ¿Tengo algo en la cara?
Preguntó mientras con sus manos inspeccionaba su rostro, no pude evitar reír leve al ver su reacción.
—Lo siento, no tienes nada, no pasa nada, sólo que...anoche conocí a alguien que se parece mucho a ti...
Dije sin saber muy bien si acaso era ella o alguien que ella conocía.
—¡Ah! ¿En serio? ¿Alguien de cabello corto, ropa verde oscuro, el ceño siempre fruncido y muy malhumorada?
Comenzó a describir a alguien, me sorprendió pues había olvidado que aquella chica tenía el cabello muy largo y la chica de anoche lo tenía algo corto.
—Tienes razón, es la chica que tú dices.
Dije mientras ella me miraba sonriendo.
—Ella es mi hermana pequeña, aunque...es muy independiente y siempre anda sola por ahí, además es muy rara, sólo sale de noche y en el día se la pasa en cuevas que les roba a otros.
Dijo ella mientras parecía no estar muy de acuerdo con la personalidad de su hermana.
Hubo algo que me sorprendió, ella dijo que se la pasaba quitándole sus cuevas a otros, pero... ¿Había más seres viviendo cerca?
Muchas gracias por leer, aquí otro capítulo, espero les guste.
