U V P

Otro Intruso

Mientras nos recuperamos un poco ellas me explicaron como habían llegado ahí, aunque ninguna recordaba como habían quedado solas, me explicaron un poco como vivían, que actividades hacían, como se divertían, eran unas chicas muy agradables.

Yo les conté de cuando vivía sola, cuando encontré el refugio, les platiqué de mis amigos y algunos habitantes del refugio, mencioné alguna de las historias que sabía de cómo habían llegado allí.

—Ese suena como un lugar maravilloso, jamás abandonaría un lugar así de agradable, ¿por qué lo hiciste?

Preguntó Lima, miré al suelo mientras les contaba que jamás había sido bien recibida, les conté cuando pensé que finalmente todos éramos amigos y las últimas diferencias y problemas que tuve con ellos.

Ellas parecían no estar de acuerdo conmigo, mucho menos con mi decisión de abandonar a mis amigos y mi nuevo hogar.

—Todos comentemos errores, en especial si actuamos sin pensar dejándonos llevar por nuestros sentimientos, quizás debiste haberles dado una oportunidad.

Dijo Sira con un tono de voz como si fuera un consejo y no su opinión.

—Además, no debiste haber escapado sin decirle a nadie, mucho menos molesta con los demás, suena como personas espectaculares, yo no los hubiera dejado.

Dijo Mina imaginándose en mi situación.

—Olviden eso, ¿Acaso jamás te pusiste en su lugar?, quizás ellos en algún momento se molestaron o no estuvieron de acuerdo contigo pero no por eso te abandonaron, quizás estás siendo egoísta.

Dijo Lima de brazos cruzados, parecía estar molesta, pero quizás alguna tenía razón, incluso podría ser que las tres tuvieran razón, pero ya era tarde como para hacer algo.

—Lo siento, no sé si estuvo bien o mal, simplemente ya lo hice y creo que es mejor que no regrese, seguro me olvidarán pronto.

Dije triste, ellas negaron con la cabeza ya algo desesperadas por mi necedad, pero nada podían hacer además de aconsejarme.

Gotas de lluvia comenzaron a caer, parecía que iba a comenzar una tormenta, ellas se miraron preocupadas.

—Debemos regresar a casa.

Dijo Sira, las demás asintieron.

—¿Tampoco pueden mojarse?

Pregunté recordando el problema de los enderman con el agua.

—Sí, pero no demasiado, será mejor volver cuanto antes.

Dijo Lima mientras caminábamos hacia la casa, aunque parecía más que estaban corriendo, parecían tener mucha prisa por llegar.

Sus cabellos y su ropa con el agua comenzaba a estirarse, probablemente se terminarían desbaratando si terminaban empapadas, ahora entendía el problema y el porque de la prisa.

Finalmente llegamos a la casa, parecía que finalmente estaríamos a salvo por el día de hoy, pero nuestra suerte no estaba de nuestro lado.

—Mina, dejaste abierto de nuevo.

La regaño Sira al ver la puerta de la casa abierta de par en par.

—Te equivocas, yo la cerré, estoy segura.

Dijo Mina en su defensa, parecía preocupada así que le creí.

Entramos sigilosamente a la casa, todo estaba revuelto, como si alguien hubiera estado buscando algo, nos miramos pensando que quizás el intruso ya no estaba, sin embargo se comenzó a escuchar un ruido proveniente de la habitación principal.