Es viernes. Matt me había propuesto que saliéramos hoy... Pero las ganas no me salían. Esta vez me fui sola a casa. No quería estar con él más rato. Me estresa en parte su presencia, no soporto que alguien me controle de tal forma.
-¡ROTH! –Gritó mamá.
Fui corriendo a ver. Mis ojos se abrieron mucho. ¿Qué hace Matt aquí?
-Hola, Roth –dice sonriendo –. Te dije que quería salir.
-Eh –carraspeo –. Hola, Matt.
-¿Quién es él? –Dijo Papá enojado.
-Eh, lo lamento por no presentarme –arregla su traje negro y puso la mano adelante –. Soy Matt y...
-Vale –interrumpe –. ¿Se te perdió algo aquí?
-Hey... -Dijo mamá.
-No –baja su mano disgustado –, solo vine a ver a Roth –dijo Matt con una sonrisa forzada.
-Y ya lo hiciste... Sabes, Roth no está como para salir con personas como tú.
-¿Perdón? –Dijo Matt. Uh, creo que no le agradó ese comentario.Mamá decidió ir a tomar las pastillas para el estrés. Yo decidí quedarme por si a papá se le ocurría salirse de lugar.
-Es que Roth está delicada.
-Oh. Sí, ya lo veo... Y usted como su padre la está cuidando bien –responde con tono irónico.
-Sí.
-Me encanta ver su protección hacia su hija. Pero... No lo vi cuando le estaban golpeando. ¿Dónde estaba?
-Yo –suspiró papá de mal humor –. Estaba en un lugar llamado trabajo.
-¿El trabajo es más importante?
-Eh. Claro que no...
-Supongo que le ha dado el tiempo de hablar con Roth como todo un buen padre. ¿No?
-N-no... No me da tiempo.
-Siempre hay tiempo.
-No creo que sepas el tiempo de trabajo. Claro –lo apunta creyéndose superior –, eres un niño mocoso...
-Sí sé qué es tiempo de trabajo –interrumpe –. Y tengo más vocabulario que usted... Además, aunque tenga 16 años, ya tengo un trabajo. Ayudo a ordenar papeles de clientes, mantengo el orden en un sitio privado y sé traducir textos y expedientes.Papá se quedó callado y decidió retirarse sin antes mirarme feo. Hoy me va a llegar uno bueno.
-Hasta que lo callaste. Gracias, Matt –dijo mamá.
-De nada. Ahora –se arregla el cabello esbozando una sonrisa –, ¿estás lista, Roth?
-¿Ah? –Dijimos mamá y yo a coro.
-Te dije que íbamos a salir. ¿O no?
-Eh –bajo la mirada –, no.
-Bueno... Ahora te invito a mi casa –un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
-Ah... Eh... Tengo que ordenar las cosas para el lunes...
-Te ayudo, para así terminar más rápido.
-No tengo ningún problema en que vayas a casa de Matt, hija –demonios.
-Eh... B-bueno. Ayúdame.
-¿Puedo pasar?
-Claro, eres bienvenido, Matt.Matt pasó. Le hice un gesto de que me siguiera a mi habitación y entendió. Cerró la puerta. Estoy nerviosa, cada vez que estoy sola con él tengo la sensación de estar apresada.
-¿Qué hay que hacer? –Vuelvo a este planeta.
-Colocar nombres.Él tenía razón, no nos demoramos nada en colocar los nombres de las asignaturas y míos en la portada de cada cuaderno. A pesar de que todos mis compañeros hombres tienen una caligrafía horrible, Matt es la excepción absoluta. Imitó mi letra cursiva a la perfección. ¿Será parte de lo que hace en el trabajo?
-¿Algo más?
-Tengo que ordenar la mochila.Tomó la mochila y comenzó a ver donde podía ir cada decoración. Me ayudó bastante, es adorable. Ahora me da pena rechazar la invitación.
-Listo. ¿Algo más, Roth?
-No. Eso es todo.
-Vale.Me tomó de la mano tal y como lo hizo en en auto. Nuevamente nos besamos y otra vez, me dejé llevar. Él es el único hombre que he besado en mi vida...
-¿Matt? ¿Roth?
Era Mamá que nos estaba llamando. Nos separamos y nos levantamos para ver que ocurría.
-¿Qué pasa, mamá?
-Nada. No los encontraba.
-Vale.Matt me tomó de la mano dirigiéndome nuevamente a la habitación.
-Hay que detenernos –dije.
-¿Qué?
-Con los... Ya sabes..
-¿Besos?
-Eh, s-sí...Matt me miró con un brillo en sus ojos. Me volteo. Papá está afuera.
-¿Qué ocurre aquí?
-Nada de tu incumbencia –le respondí.
-¿Quieres otra cachetada?
-¿Qué? –Dijo Matt.
-No me molesta hacerlo frente a él –continuó.
-¡Sal de mi habitación! –Le grité.Me miró otra vez de manera fea, quizás estoy en problemas, pero no me importa.
-¿Ese era el problema por el que no tenías ganas de hablarme? –. ¿Tiene poderes mentales o qué?
-S-sí –suspiré.
-Entonces ven conmigo –dijo tomando mis manos –. Vamos a mi casa y te quedas a dormir.
-Ya te dije que no me van a dejar –además ni quiero.-Ordena el bolso. Voy a hablar con tu mamá.
-Va-vale.¡Ya perdí! Ordené el bolso con ropa y a los minutos Matt estaba en la habitación.
-Dijo que sí. Costó pero aceptó.
¿Qué le habrá dicho? ¿Costó? No entiendo esa referencia.
-Vale.
-¿Lista?
-S-sí, supongo...
-Deja tener yo el bolso.Matt lo tomó como si fuera lo más liviano del mundo. Y yo al tomarlo con las dos manos casi me caigo. Conociéndolo, no será solo un día.
-Están esperando afuera.
-Vale.
-Te espero en el auto.
-Está bien.Matt se despidió de mamá con un beso y un abrazo... Al parecer le susurró algo en el oído. No alcancé a escuchar.
-Hijita, que te vaya bien.
-¿Qué te dijo Matt?
-Algún día lo sabrás. Adiós, hija.Me fui nerviosa. ¿Qué ocurre? ¿Por qué mamá solloza? ¿Qué dijo Matt?
Salí y él estaba afirmando la puerta del auto.-Sube, Roth.
YOU ARE READING
Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**
RomanceFui engañada por mi propia sangre para caer en el mercado negro de las subastas. Mis 23 años fueron el sello de mi libertad. No entiendo por qué tanto interés por mí. No, Matt, no me dejaré domar tan fácil aun cuando pagaste por mí un billón de dóla...