Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**

Capítulo 47

"Ruidos"

Desperté, dormí como un bebé... a pesar de la noche que tuve con Matt. Me giré lentamente, ahí estaba él, con los ojos cerrados, su rostro pálido, sus pestañas largas y tan perfectos labios... ¿Pero qué mierda estoy diciendo? Pero aún así... me recuerda a una muñeca de porcelana... es como si... lo tocase y se rompiera...

-¿Cuántas veces te diré que es de mala educación mirar a las personas mientras duermen?
-¿Qué? ¡Ah!

Me sobresalto, iba a caer si no fuese porque Matt tomó de mi brazo.

-G... gracias...
-Tonta... pero linda.

De repente, tocan la puerta.

-Señor Matt y señorita Roth, -decía Mike detrás de la puerta -es hora del desayuno. Tienen 20 minutos. ¿Puedo pasar?

Matt me miró sonriendo de abajo a arriba. Miré... ¡estoy desnuda!

-Adelante. -dijo mirándome con una mirada divertida.
-¡No! Estoy desnuda Matt.
-No me molesta. -dijo sonriendo.
-¡A mí sí!

Sentí que la puerta se abría.
Rápidamente tomé las sábanas y me tapé. El señor Mike entró.

-Tonta, ¿qué ocurre Mike? -pregunta Matt incómodo.

¿Está incómodo? Tengo los ojos abiertos, me giré hacia el cuerpo de Matt... Ahora sé por qué está incómodo... Yo abajo y su "amigo" arriba... todo tiene sentido ahora.

-¿Y Catalina? -preguntó Matt.
-Vine por ella, se sintió incómoda por los ruidos y me pidió amablemente si podía venir yo...

Ruidos... qué vergüenza. Ayer en la noche... puta vida.

-Está bien, de todos modos, Catalina es una empleada ejemplar, ¿eso es todo?
-Sí señor... rápido. -insistió.
-Sí... Mike...

Se escuchó la puerta la puerta cerrarse.
Destapé lentamente y Matt me dirigió la mirada.

-Pareces un perro asustado.
-¿Por qué dices eso? -pregunté confusa.
-¿No viste nada abajo?

Su "amigo", mejor dicho, su pene erecto. Creo que se refería a él. Me quedé callada con la mirada perdida en sus labios... ¡Mierda! Cuando me doy cuenta, siento mis mejillas arder... qué tonta soy...

-¿Quieres sentir mis labios otra vez?
-Eh... no...
-Mala suerte.

Me tumbó nuevamente en la cama y él sobre mí. Comenzó besando suave, pero, como ya era de esperar, luego se puso brusco.

-¡Vamos Matt!, ¡tienen que desayunar!, ¡Así que paren de jugar! -dijo el sr. Mike enojado.

Vaya... ahora no sé si me da más miedo Matt o el Sr. Mike.

-Sí... Mike...

Matt se sentó en la cama, suspiró y se levantó. Estaba en boxers.

-Tú, me distraes mucho... -me dijo.
-Entonces déjame ir...
-Tonta... te voy a castigar, otra vez... vamos a bañarnos...

Estoy mojada, y no lo digo por el agua que hay en la bañera...
Es un poco bruto, pero me gusta. La continua penetración. Matt, cuando quiere algo, al parecer siempre lo consigue...

-Tienes 5 minutos... apresúrate. -dijo saliendo del baño.
-Sí... Matt.

Vi la ropa que, seguramente, escogió Matt. Una falda y una camisa.
Abajo habían unos tacones y no dudé en ponérmelos.
Bajé las escaleras, crucé una puerta y ya había llegado al comedor.
Ahí estaba Matt, sentado en el mismo sitio, como siempre.
Iba a hablar, pero escuché a él Sr. Mike decirle a Matt:

-Se nos acaba el tiempo... debes dejar de... -es interrumpido.
-No... tiene que aprender, así durará más...
-Como quieras. ¿Crees que sospeche algo?
-Seguramente. Los hombres de la otra noche debieron ser de...

¡PAF! Se escucha un plato caer.
Aproveché de aparecer...

-Ah... eh... -siéntate... -dijo Matt.

Está tartamudeando. ¿Qué pasa ahora?

-S... señor Matt... yo... voy a... preparar el auto...
-Cl... claro...

¡HABLEN BIEN MIERDA!, ¡Que ganas de gritarles!
Volviendo a su conversación, ¿saben quien atacó la otra noche? No sé si preguntar...
Si no arriesgo, no gano...

-Matt...
-¿Sí?
-Eh... respecto a la otra noche...
-¿Te gustó?
-¿Qué? No, no me refería a "esa" noche... sino a esa vez en que, eh... nos... -susurro -atacaron.

Matt comienza a toser, se le ve incómodo... quizás no debí preguntar.

-Olvídalo, -le dije -no quería incomodarte.

Matt me mira impresionado... ¿Por qué pienso así? ¿Por qué estoy siendo amable con ese monstruo?
Me doy una cachetada mental y, otra vez, tengo la mirada perdida.

-Aquí están sus platos. -dice Cata.

Nos respondemos con sonrisas...

-Al parecer te agrada Catalina...
-Eh... sí, es, simpática.
Bueno, yo conozco a una desde hace tiempo... cómo olvidar esos ojos inocentes, mirándome desde un balcón...

¿Qué?
Luego comienza a toser incómodo para retomar la conversión.

-Eh, luego, -dice -vamos a... comprar ropa para ti.
-Sí, Matt.