Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**

Capítulo 18

"¿En qué me involucré? (5)"

Estoy acostada. Un brazo está debajo de mi cabeza, un brazo duro, pero a la vez blando... Simplemente cómodo. ¿Matt? ¿Es el brazo de él?

Hice un ligero movimiento de cabeza y de brazos haciendo que la persona que está detrás de mí también se mueva..., pero no de la manera en la que me esperaba. Yo creía que se iba a alejar, pero al contrario, se acercó y colocó su mano en mi cintura. Miré de reojo y, por el anillo, me di cuenta que es Matt.

¿Por qué me tiene así? Dándome de esa cosa amarga como si ocultase algo. Ese secreto, ¿tendré que ver yo en eso?

"Podrías asustarte."

Recordar esas palabras me dan escalofríos. De repente, Matt, con la mano que tiene cerca de mi cabeza, comienza a acariciar.

-En qué te he metido –suspira –. Por mi culpa –susurró.

¿QUÉ? ¿QUÉ COSAS DICES, MATT? ¿En qué me ha metido? Mi respiración es rápida y mi corazón palpita como si hubiera corrido por 3 horas sin parar.

-¿Ocurre algo Roth?

Demonios. Se ha dado cuenta de que estoy despierta y asustada.

-Eh... N-nada, Matt.
-¿Segura? Te siento alterada.
-Estoy bien... No me pasa nada.
-No me mientas.

Su tono fue severo, me siento acorralada por una bestia a la que no conozco.

-Y... Te estoy diciendo la verdad.
-Roth.
-Matt.
-¿Quieres que te obligue a hablar?
-¿Q-qué? ¿Cómo?
-Así.

El brazo que estaba posicionado en mi cabeza, se movió dejándome en su codo flexionado y la otra mano, me sostenía la cadera, además de que él, estaba sobre mí..

-¡M-Matt!
-Dime qué te preocupa.
-Nada...
-¿Aún?

Presionó más fuerte contra mi. No pude evitar emitir un quejido.

-Dime, Roth.
-¡N-nada!

Suspiró de manera frustrada y empujó contra mi, provocando dolor en mis pechos.

-Dime...
-Sal, Matt... ¡Duele! ¡Sal de encima!
-No hasta que me digas...
-¡Tus palabras!
-¿Qué?
-Eso. Lo que tú dices cuando crees que sigo inconsciente...
-Ah.

Matt se me acercó y mordió mi cuello. ¿Por qué? Me quejé y luego se apartó.

-Olvida las idioteces...
-¿Idioteces? –me siento mirándolo –. Cuando dormí contigo por primera vez, a los trece años, me dijiste que algún día seré tuya, y ahora dijiste que lamentabas haberme metido en algo. ¿Qué Matt?... ¿En qué?
-Nada, dije que lo olvidaras –su voz me muestra desesperación. Pero quiero saber.
-No, Matt. Dime... ¡En qu...! –fui interrumpida.
-¡Nada, Roth! ¡Olvida las cosas que dije! ¡Y no vuelvas a tocar el tema!

Me gritó. Nunca lo había visto enojado. Nuevamente, Matt se posicionó en la ventana, mirando la fuente de agua y cambió su rostro enojado, por uno relajado. ¿En qué estará pensando? Rompió el silencio.

-Roth. Son las 7:30pm. A las 8:00pm tenemos que cenar.
-B-bueno...
-¿Quieres venir conmigo?
-¿A dónde?
-A la fuente.
-B-bueno...
-Deja de estar así –suspira ya acaricia mi cara –. Solo, no prestes atención de lo que te decía.

¿ME decía? Así que sí iba para mí. Tengo ganas de preguntarle de todo. Pero me da miedo la respuesta. Estoy temblando.

-¿Por qué vuelves a temblar?
-N-no es nada.

Tengo un poco de frío y miedo. Eso es lo que pasa Matt...

-¿Tienes frío?

Ahora es psíquico. ¿Algo más, Matt?

-Un poco. Pero casi nada.
-¿Entonces por qué estás temblando?
-Eh...
-Deja entregarte una chaqueta.
-No es necesario.
-Aquí tienes.

Nunca me escucha las oposiciones. Parece un niño de cuatro años.

-Uhm –suspiro –. Gracias, Matt.
-¿Entonces me acompañas?
-Sí, claro.

Matt me tenía tomada del brazo. Luego bajó hacia mi mano hasta llegar a la fuente. Hay flores hermosas, flores que no había visto. Rosadas, rojas, azules, blancas. Una diversidad de colores.

-¿Te gustan las flores?
-Eh, sí. No había visto tantas...
-¿Cuál es tú color favorito?
-Tengo 3. El azul, amarillo y el negro.
-Que triste que no existan flores negras.
-Sí existen las negras.
-¿Sí?
-Cuando se marchitan.

Matt suelta una ligera risa y seguimos avanzando.

-¿Y las tuyas?
-Claveles rojos y crisantemos blancos...
-No las conozco.
-Son las de ahí.

Me apuntó con su dedo a unas hermosas flores. Continuamos avanzando hasta llegar.

-Llegamos. Aquí tengo algo de pan.
-¿Y qué vamos a hacer acá?
-Hablar, observar... Mira, un colibrí...

Me di vuelta, y sí, era un colibrí hermoso, rápido y colorido. Matt lanzó un poco de pan cerca de donde estaba, se lanzó y comió un poco. Luego, comenzó a lanzar cerca de mí, como un camino.

-No... Te... muevas...

El colibrí llegó cerca de mi zapato... Y luego se fue volando...

-Qué hermoso...
-Sí. Esto lo hago en mis tiempos libres.

Nos la pasamos horas hablando, dando pan a los pajaritos. Y a uno que otro curioso animalito. Aparte de que él me lanzara un poco de agua. Fue una agradable tarde.

Fuimos al comedor y nos quedamos ahí.

-Creí que íbamos a ir a la habitación.
-Son las 7:59pm. Hora de cenar. Toma asiento a mi lado.

A las ocho en punto, las sirvientas llegaron con la comida. ¿Serán cocineras profesionales? Al terminar, Matt susurra algo al oído de Jack. Él asiente con la cabeza y Matt se aproxima a mí.

-Espera.
-¿Qué ocurre, Matt?
-Jack, eh... Va a hacer algo primero. Para así... Eh... Evitar problemas.
-¿Problemas?
-S-sí...

Creo que no sabe mentir muy bien... O lo hace con intención. Jack baja con una bolsa y al parecer, tiene algo dentro.

-Vamos, Roth –dijo tomando mi mano antes de subir las largas escaleras que conducen a su habitación.