"Suya"
Entramos a la estación
Matt me tenía tomada de la cintura. Un señor uniformado se inclinó para saludarnos. Nosotros respondimos con una sonrisa. El sr. Mike nos guió hacia una secretaria.
-Necesitamos ver al Sr. Bern con urgencia. -dijo.
-Sólo se puede hablar con él si tienen una cita. -respondió la señorita.Matt se acercó y decidió hablar por él.
-Señorita, creo que puede haber una excepción.
-¡Oh! Señor Matt ¿Por qué no lo mencionaron antes? ¡Pasen, pasen! Le diré al señor Bern que van hacia su oficina. Ustedes tendrían que decirle el motivo.
-Muchas gracias.Nuevamente se afirmó en mi cintura y caminamos al ascensor. Mientras subíamos al piso 42, de vez en cuando, miraba de reojo la herida de Matt.
-Roth. -dijo.
-¿Sí señor?
-Te van a evaluar. De todos modos, yo tengo tu certificado.
-S... sí... señor.Hace años que no tengo un arma en mis manos. Temo flaquear.
Entramos a una oficina. Tiene como decoración medallas y cuadros con títulos. Un hombre estaba ahí y nos da la bienvenida.
-Señor Matt... Qué agradable visita.
-Me encantaría que fueran más seguidos. -respondió Matt.
-Señor Mike...
-Buenas Noches. -respondió.
-Señorita...
-Hola...
-¿Su nombre?
-Roth Montalva, señor.Mi mirada se centró en él. Una persona joven, un poco mayor a Matt, como unos 26 años. Cabello rubio un poco oscuro, piel tostada y ojos color miel. Lo veo hojear unos papeles, luego retira uno y me mira.
-Así que ésta señorita sabe manejar armas de fuego.
-Eh... sí... -dije.
-Interesante. -mira a Matt -¿Ella ya tiene un certificado?
-Sí. Aquí está.El Sr. Bern extiende su brazo para recibir los documentos. Los hojea con paciencia, aprieta un botón y se dirige a nosotros.
-Increíble, espero que diga la verdad sobre usted Señorita.
-S... sí...
-Dudo que lo defraude. -agregó Matt.Matt me mira y luego voltea hacia el Sr. Bern. Él lo mira sorprendido.
-¿Y ese corte señor Matt? -preguntó preocupado.
-Eh... hace unos minutos, en el auto.
-¿Los atacaron?
-Algo así. -respondió el sr. Mike.
-Bueno, supongo que sólo es ese corte. Eh, regresando al tema, cuando me llegue una notificación, tendremos que ir a una sala especial para evaluar a esta Señorita.
Fueron como 2 minutos de habla entre el Sr. Bern y Matt. No presté atención a lo que decían. Cuando se callaron, se escuchó un mensaje.-Aquí está. Síganme por favor.
Era un lugar divido en 3 espacios, separados por un vidrio transparente muy fuerte. Dentro, hay unos papeles y círculos de espuma con un punto negro en el centro. El sr. Bern, el sr. Mike y Matt se acercan. Un uniformado les entrega unos tapones similares a unos audífonos. Luego el sr. Bern se me acercó.
-Estos, -decía señalando los tapones -evitan que te exploten los tímpanos.
Sonrío como una tonta y él también. Luego se enderezó para mantener su postura seria. Me miró, tomó mis hombros y se posicionó detrás de mí. Yo mirando hacia los objetivos.
-Olvídate de los papeles. Evaluaré tus puntos. Lo ideal, es el centro. Ahora, ponte las orejeras.
Así se llamaban...
Me las puso con cuidado y me entregó el revólver. La cargué y me giré a los objetivos.-Puedes iniciar.
-Ok.Estaba frente a los 3 objetivos. Mis oídos estaban sordos, mi mente en blanco y mis ojos centrados. Levanto mis brazos tensos, estirados con el arma apuntando. Me concentro y disparo.
Disparo 3 veces. No se logra ver bien por el humo del cañón.-Ven. -dijo el sr. Bern.
Le extendí el arma y el lo tomó y lanzó hacia un uniformado. Luego, cuando el humo se desvaneció, nos acercamos.
-¡Dios! ¡Eres genial! ¡Asombroso! Ni siquiera yo tengo una puntería tan excelente como la tuya. Eres asombrosa.
-¡Gracias!Hace tiempo que no me dicen cosas positivas. Me hace sentir bien.
Por unos segundos, me olvido de Matt.-Realmente me has encantado. Eres la primera mujer que veo, que... tiene ésta tan espectacular puntería. Ni mis compañeros la tienen.
El sr. Bern se acerca y me estrecha la mano.
-Deberías unirte a nosotros. Hace falta alguien como tú.
Al decir esto. Siento un ardor en mi mano. Matt acaba de golpearme.
Retiré de manera instantánea mi mano.
El sr. Bern se sorprendió y retrocedió.
Instintivamente agache mi mirada. Matt me tomó de la cintura acercándome a él.-¿Nos da el arma? -preguntó Matt serio y enojado.
-Sí. Eh, espere. ¿Me quieren acompañar?
-Mike irá.El sr. Mike asintió y comenzó a seguir al sr. Bern.
Estaba sola con Matt. Me giró, estaba frente a frente.-Eres mía. De nadie más.
Me volteó la cara y sentí sus labios en mi cuello. Luego sus dientes.
¡DUELE! ¡DEJA DE MORDERME MATT!-¡Ah! Matt... duele. ¿En dónde crees que estamos?
Se separó y me miró.
-Estamos en una oficina de un policía. No soy tonto Roth.
Segundos después, llegaron con un certificado y un arma. Matt tomó una funda y levantó la falda de para poner el arma dentro.Fue incómodo.
Nos despedimos y fuimos al auto. Matt hablaba con una sirvienta...-Catalina, no quiero que me esperes. Voy a llegar un poco tarde. Dile a las demás que se acuesten. -dijo.
Me siento acorralada... otra vez.
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Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**
RomanceFui engañada por mi propia sangre para caer en el mercado negro de las subastas. Mis 23 años fueron el sello de mi libertad. No entiendo por qué tanto interés por mí. No, Matt, no me dejaré domar tan fácil aun cuando pagaste por mí un billón de dóla...