Capítul⌖ 11

56.8K 4.2K 580
                                    

Observo a mamá maquillarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Observo a mamá maquillarse.

—Eres muy bella, no te hace falta tanto maquillaje.—Susurro sentandome en el mugriento suelo.

Desde que escapamos de la bestia de la pareja de mamá, con el poco dinero que pudo robarle, viviamos en uno de los peores barrios del pais. En tan solo un piso de una habitación. No teniamos para mas, casi con lo que mamá tenia que pagar porque tuvieramos un techo, no nos llegaba ni para comida.

Y recordaba como ella me repetía que por aquello mismo, aquel niño de ojos negros no pudo venir con nosotras. Yo le insistí porque ambas sabíamos la bestia que era su padre. Pero se negó, pues apenas podía mantenernos a nosotras, como lo haría con uno mas.

Él tendría un plato de comida, pero ¿a que precio?

Mamá me sonríe poniendose en pie.

El vestido que llevaba era muy corto y ceñido para mi gusto. No puedo evitar mi rostro de desagrado. ¿Por que se vestía así? ¿Y por que solo trabajaba de noche? La noche era peligrosa... habia gente mala en ella.

Eso siempre me decía mamá.

—Alexandra, cierra bien la puerta cuando salga ¿de acuerdo?—Asiento poniendome de pie, sacudiendo mi ropa y mis manos.

—¿A que hora volverás?—La veo caminar hacia la puerta. Se detiene mostrandome su perfil.

—Cuanto mas tarde mejor cariño, eso es mas trabajo.—Me sonreía, pero aquella sonrisa no llegaba a su ojos.

—Ten cuidado mamá.—Escondo mis manos detras de mi espalda cuando noto como estas comienzan a temblar.

Me aterraba la idea de mi madre sola por la noche en la calle, siempre que la veía salir me daba miedo que algún día no volviera.

—Mi Alexandra.—Susurra con debilidad.—Mi pequeña.—Y tras apretar los labios salió por la puerta. Cerrándola suavemente para no despertar a Emma y Clara.

[...]

El sonido de mis tacones resuena por todo el almacén nueve. No solia ponerme tacones, pero hoy opté por unas botas altas con tacón.

—¿Acaso estas enfadado?—Pregunto con una ceja alzada cuando llego delante de Patrick y este ni siquiera me mira a los ojos.

—Aqui tienes tu AKM.—La deja con algo de brusquedad sobre la mesa metalica.—Y aquí el chaleco.

Venia a recoger esto porque esta mañana Nash nos reunió, Duncan había descubierto el paradero de Erick y hoy a las 6 de la madrugada iríamos a por él. No perderiamos ni un solo segundo para darle tiempo a cambiar de escondite.

EVILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora