16.

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Sus mejillas se tornaron de un color rojo, sus ojos se abrieron de par en par. Y trabaja fuerte. Sus manos temblaban y las movía nerviosamente, no pronunciaba ninguna sola palabra nos había mentido me había mentido y eso había sido lo peor que pudo a ver hecho.

—¿D-de que hablas?

—Aún te atreves a preguntar. Nos acabas de ver la cara de idiotas a todos, haciéndote pasar por la desorientada que no recordaba nada, como te atreves –me levante y casi a gritos– lárgate de mi casa

—Peter ... Yo ...

—Tu nada Lali, lárgate ahora mismo de mi casa –la tome del brazo y la jale a la salida– no te quiero ver

—¿Qué te pasa Juan? –grito mi madre a mis espaldas– ¿Por qué tratas así a Lali?

—Porque es una mentirosa

—No dejaré que trates así a mi hermano –esta vez fue gaston, y luego de eso dejó ir un golpe directo en mi mejilla– primero te mato, ella no recuerda nada y vos ...

—Ella si recuerda todo, solo que la muy chistosa quiso hacerse la desorientada y fingir que no recordaba nada –tome las llaves del auto y me dirigí a la salida, dejando a todos admirados.

[...]

—Nos explicaras el por qué de tu mentira

Las miradas de todos estaban sobre mi, y no eran de tristeza sino de decepción, había jugado con sus sentimientos los había preocupado tanto. La mamá de Peter estaba haciendo la comida mientras llamaba desesperadamente a su hijo.

—¿Aún no contesta? –pregunto Pablo.

—No aún no... ¿Peter?

Le había contestado, se disculpó y salió de la cocina mientras las preguntas hacia mi seguían sin parar. Al final les expliqué que lo había hecho porque no quería que Peter se sintiera mal y recordara tan seguido que todo había sido porque el había desaparecido, y me había deprimido tanto.

—Se que estuvo mal pero no fue con mala intención

—¿Aún sigues acá? –escuche su voz detrás mío.

—Y seguirá acá todo el tiempo que quiera, esta casa es mía Juan no se te olvide y como la dueña y tu mamá mando yo

—Bien, está bien –sonrío- Como dueño de mi vida me voy

[...]

Tome ropa quizás tres o cuatro cambios, dinero que tenía ahorrado y las llaves del auto. Cuando salió y baje a la sala de estar todos estaban allí, entro todos ellos la chica que acaba de jugar con lo peor. —Escúchala antes de irte– hice una sonrisa ladeada y seguí caminando, no iba a estar en casa con una chica mentirosa, débil. Estaba a punto de salir cuando unos brazos rodearon mi cintura .

—Por favor no te vayas mi amor.

Todo se desplomó y las lágrimas volvieron a hacer de las suyas en mis mejillas.

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Juguemos a ser ¡¿Novios?! ||Laliter||Where stories live. Discover now