III ☼ redemption?

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Cuando la punta de sus dedos tocó mi cuerpo, una energía eléctrica exagerada me corrió por el hombro. Le retiró rápido, como si le hubiera quemado la corriente de energía. Aquello me asustó y se sumó a la situación que logró un total desinterés de mi parte. No gastaría mi voz. Menos en un idiota como él.

El paso de los días fue más raro.

Malik me buscaba con frecuencia. Su excusa el querer tener una conversación conmigo. En clase de literatura de la última hora, me hicieron llegar la información que había cortado en la semana con Gigi y justo había renunciado al equipo de fútbol americano. Siendo el mariscal de campo y Gigi la porrista más linda del equipo, era una tontería que me parecía falsa. Hasta que lo comprobé con mis propios ojos.

Los días comenzaban a tranquilizarse. De vez en cuando el grupo con el que andaba me decía cosas pero él solo agachaba la cabeza. Su acoso para hablar conmigo fue creciendo cada vez más.

Días de mierda, pero más tranquilos.

Me cité antes del fin con mis amigos. Nos juntamos para andar en una colina en bicicleta. Para ver el cielo de la madrugada. Desconocía las cosas que estaban metiendo en las pipas así que me conservé con mi vape de nicotina en un rincón. La conversación brotó de mis labios cuando se habían quedado todos en un silencio perpetuo.

"¿Saben? Malik ya no me hace la vida imposible en clases" tragué aire "es más... tiene toda la semana queriendo hablar conmigo" apenas terminé la participación, todos se observaron los unos a los otros. "Yo creo que significa una cosa. Redención. Es la etapa de un bully promedio en la que seguro le pasó algo que le cambió la vida y quiere remediar sus problemas conmigo para estar bien espiritualmente" bufé entre carcajadas.

"También cortó con Angeline de las porristas. ¿No?" cuestionaron en el fondo.

"Sí, Gigi. Y dejó el equipo de fútbol americano" respondí.

"¿Sabes qué?" uno de mis amigos tomó una larga calada a una pipa iridiscente mientras pensaba en su respuesta, le observé con una ceja alzada. "Ahora debería ser el tiempo de dejar de ser un tonto depresivo que piensa cincuenta veces las cosas. Déjale que gane la duda y habla con él. Vayan a un lugar donde puedan estar horas con tranquilidad. No es culpa de Malik ni del destino que tú seas tonto y él sea un tonto que quiere enmendar las cosas".

Los pensamientos del tono me pegaron en el corazón, justo en la parte que había endurecido para soportar el acoso de Malik todas las semanas. Tenía algo de verdad en sus palabras. No respondí más no dejé de pensar en la situación.

El día siguiente traté de hacerlo. Aunque no me nació, al final uhí de él. Así pasó por lo menos un mes. Hasta donde decidí con toda la fe puesta en el destino que hablar con el cerraría un capítulo inmenso en mi vida. Salí de clase después de la hora de la comida, ignorando las advertencias sobre la inasistencia y su impacto en mi calificación.

Malik estaba al lado de un bebedero, llenando su botella de agua mientras esperaba que pasaran las chicas para saludar y verles el trasero. No había cambiado del todo. Hubo cierta transición cuando le observé directamente a lo ojos, noté en sus ojos como aquello que le había querido decir durante mucho tiempo se materializaba. ¿Estaba llegando el momento de hablar?

Sí.

Convirtiendo el encuentro en la cosa más incómoda de la historia moderna, fuimos en un mutuo acuerdo hasta el aula de astrología. "Me da gusto que podamos hablar, Liam" Musitó. ¿Qué diablos? El nunca me había dicho de aquella forma. Siempre terminaba con alguna tontería. 

gods youth - ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora