XI ☼ graduation (pt.2)

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En el Olimpo.

"Un poco de esto y aquello, listo... ¡El lugar estará atormentado dentro de poco!" Exclamó la Pitonisa mientras continuaba con el ritual. Su único ojo tambaleaba del orificio a medida que soltaba todo tipo de tierra, ingredientes y brebajes sobre un orbe cristalino que asemejaba la tierra. En el se proyectaban Zayn y Liam, de la mano entrando al edificio de la escuela.

"¡Les miré desde pequeños! ¡Sé que les gusta! ¡Sé lo que les asusta!" Soltaba carcajadas danzando de puntillas, su vestido de tela apenas flotaba como un viejo sarape con sus brincos. "¡El día de hoy, sus peores pesadillas, se harán realidad!" Una última carcajada dejó caer una figurilla monstruosa en la orbe.

Fiesta de graduación. Narra Liam.

Cuando entramos al salón del baile y se abrieron las puertas, el reflector del escenario me cegó la vista. Cubrí mi cara mientras andaba, sentía el caminar de Zayn normal por lo que no me preocupé. Cuando recuperé la vista, ahí si me preocupé. Todas y todos nos miraban con atención, comentando de nuestra presencia.

Con nuestra entrada, los diálogos de toda la generación circulaban alrededor de lo que pasaba entre nosotros. Claro, era de esperarse.


Ornamentado con temática mitológica, el salón descansaba en el centro de la ciudad al costado de la escuela con pilares de mármol falsos cubiertos de hojas artificiales y flores de colores azules, morados y blancos. Había un espeso humo que cubría el piso de la pista de baile, dejando entrever centellas de luz que la superficie desprendía en secuencias divertidas. El escenario era lo mejor, una media luna rodeando la pista de baile con buena altura, brillo, parecía de buen presupuesto.

"¿Podemos sentarnos un segundo?" susurré al oído de mi compañero, quien asintió. Me habían abrumado las miradas directas. Me llevó hasta una orilla donde me tomó del brazo y movía su cuerpo con el ritmo pop que sonaba en la música. Le tomé de la mano. En algún momento pensé como las muestras de afecto en público me parecían absurdas y ahora, lo necesitaba. Quería que me vieran todas. Y todos. Incluida Gigi. Quería que supieran quien era el rey en la vida de Zayn ahora.

Pasó el rato hasta que me liberé totalmente de las ataduras de mi conciencia para sugerir bailar al ritmo de la banda que se había asentado en el escenario. Cuando coronaron a la rubia y al jugador de fútbol americano, la balada que fue después me hizo conmover tanto que Zayn lo notó arrastrándome al centro de la pista.

Fue el momento mágico que había esperado toda la noche. Tomó mi cintura y lentamente me fue guía del baile. A pesar de saber que todos nos veían y cotilleaban sobre la situación, sus brazos alrededor de mi me hacían sentir seguro. ¡Nada más raro que una pareja demostrándose amor! Pensé cuando Zayn acercó su cara a la mía y recargué nuestras frentes, cerrando los ojos.

No pasaron un par de segundos para que tomara mi barbilla y en el gesto romántico tan propio de él, acercara mis labios a los suyos y nos uniéramos repetidamente en besos lentos y dulces, que me hacían enternecer y emocionar.

¡BÓM! Un estruendo terrible hizo pausar la música y todos los asistentes a la graduación prestaron atención a la pared adyacente a la entrada, donde una bestia figuraba de pie. Amorfa, una masa corporal oscura en tonos púrpuras y verdes, una serie de cuernos en la cabeza junto a pezuñas equinas, brazos escamados con garras al final y una cola parecida a la de una serpiente.

Ahí estaba, viéndome. Emprendió camino directo hacia nosotros, acompañado de un alarido tan extremo que hizo mi sangre recorrerme el cuerpo. 


gods youth - ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora