#3 Motivo 2; Reconciliación.

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Silence
Capítulo 2 ≈ Reconciliación.

— ¡Pocho! — probó gritar de nuevo, esta vez más fuerte. El estadio de juego era una lluvia de indicaciones, todos opinaban y dirigían ese partido. De la nada, todos habían obtenido el título de director técnico. Probablemente, los momentos de tensión para esta selección eran lo peor que podía suceder, más en momentos como este.
En cuanto a Ezequiel, oyendolo comenzó a trotar cansado hacia donde estaba Javier. Cuando el último nombrado supuso que lo oiría volvió a gritar — ¡Te pasaba el fideo por la derecha! — al ver la cara que puso agregó suavemente — Todo bien, pero fijate la próxima vez porque te pasa siempre.

Javier siempre era respetuoso con las decisiones de sus compañeros, sean buenas o malas, tanto dentro de un partido como fuera de el, pero si era algo que sucedía reiteradas veces y que era evidente no funcionaba, no podía evitar abrir la boca y hacérselo saber. No era con mala onda pero muchas veces podría confundirse.
Le guiño un ojo para que Ezequiel lo notara pero el sólo sonrió falsamente. Odiaba eso que hacía Ezequiel, de enojarse o parecer ofendido sin ni siquiera explicarle en breves palabras la razón. Un infantil, esa palabra lo definía en estos momentos.

El agónico triunfo lo encontró Lionel, que a partir de allí comenzó a meter goles sin parar. 3-1 fue el resultado final de aquel importante partido.

Habían jugado realmente mal y Sampaoli se los hacía notar. — Si volvemos a jugar así olviden la copa. Demuestren que son jugadores de elite, que tienen hambre de ganar.
Agradezcan que tenemos a Lionel porque si no fuera así no clasificábamos a Rusia. No quiero presionarlos pero me preocupa. Pónganse las pilas que el país entero confía en ustedes. Dale, a ducharse y se van, no los molesto más.

En cuanto se retiró, lo primero que hizo Ezequiel fue acercarse a Javier. — Boludo ¡Medio partido dándome indicaciones! ¡Pareces mi vieja!

— Eh, bueno ¿Qué pasa acá? — llegó Lionel a calmar la situación. Ezequiel lo había dicho medio en tono de broma pero a juzgar por la cara de Javier, él no lo había tomado así.

— Ah bueno mejor que te deje de joder entonces — contestó molesto el 14 argentino. — ¿Sabes qué? Algunas cosas deberías tomarlas como consejos y no ponerte tan a la defensiva. Todo lo que dije fue de onda, pelotudo.

— Creo que nunca conocí dos personas que se peleen y se quieran tanto a la vez.

— Kün, eso lo decís siempre.

Nadie le presentaría más atención a la discusión, ahora en voz baja, de los dos. Todos se ducharon, se cambiaron, incluso se quejaron por el mal partido de algunos o por lo desdibujado que se veían como consecuencia del partido, el juego de otros.

Nadie, excepto ese jugador que se quedaba hasta el último minuto mirando de no haberse olvidado nada en cada rincón del vestuario, los vio.
Ambos sentados en uno de los rincones más oscuros que allí había, con Ezequiel sentado sobre las piernas de Javier, besándose. Todo en ellos decía reconciliación, otra de las tantas que sufrieron y superaron. Lionel sonrió, y olvidándose por completo de su búsqueda de algo que podría haberse olvidado y sin hacer ningún comentario, salió de allí. A veces solo había que dejarlos que ellos se encargarían de aburrirse en tiempo récord de estar peleados entre sí.

Silence. ➳ Maschezzi.Where stories live. Discover now