#9 Epílogo.

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Silence.
Epílogo.

¿Se puede? — preguntó Lionel del otro lado de la puerta que daba a la habitación donde Javier se preparaba para el momento más esperado. Para el día de su casamiento.

— Sí. — contestó de inmediato. Para cuando Lionel ingresó pudo notar a Javier transformado en un manojo de nervios peleando con la corbata, la cual claramente le estaba ganando.

— Dejame que te ayudo. — se apresuró a decir mientras se acercaba y tomada la corbata en sus manos para ponerla de manera correspondiente.

— Mis papás no vienen. — dijo de la nada, dejando paralizado al 10.

— ¿Q-qué?

— Pero esta bien. Así tiene que ser, hoy van a estar las personas que tienen que estar. — explicó con total seguridad. Sin dudar ni un segundo de sus palabras.

— ¿Ósea que ya no te importa todo lo que te dijeron?

— Me duele que no vengan, eso no te lo voy a negar pero fue una decisión suya y la respeto así como ellos tendrán que respetar que yo decidí que no hay nada más importante que Ezequiel. — por fin, después de tanto tiempo había logrado entender que nadie podía decidir cuando él era feliz o no. Entendió que nadie podía quitarle su felicidad a menos que el lo permitiera y si de algo estaba seguro desde el primer momento era que de Ezequiel no lo iban a alejar.

— Me alegro mucho por ustedes, así tiene que ser. Voy a verlo al otro boludo, a ver si se pelea con el moño y encima le gana. — bromeó y luego de abrazar a su amigo con orgullo se dirigió a la habitación donde estaba Ezequiel comiendo y caminando de un lado al otro. — Te van a explotar los botones de la camisa si seguís así — dijo cuando ingresó, tomándolo para acomodarle el moño.

— ¿Tenés los anillos, no? — contestó evadiéndolo completamente mientras tomaba otra mini empanada.

— Sí, tranquilo. Va a salir todo perfecto. — trató de darle ánimos y calmar sus exagerados nervios y ansiedad.

— Mira si se arrepiente boludo... me voy a hacer pis encima de los nervios.

— Sabes que es imposible que se arrepienta y lo otro bueno, no sé, intenta que no te pase asqueroso.

Pocos minutos más tarde ambos estaban en la entrada del altar a un paso de dar el gran sí. No necesitaron decir nada, quizás por nervios o simplemente porque ambos sabían que la teoría del Pocho en este momento estaba funcionando a la perfección. Ninguno necesito decir lo hermoso que se veía el otro, o cuanto se amaban... sus miradas los delataban. Tampoco debieron decir lo nerviosos que se encontraban porque en cuanto se tomaron las manos con fuerza de inmediato desapareció aquel sentimiento.

A pasos lentos comenzaron a ingresar en el gran altar con la típica música de fondo. Algunos de los allí presentes lloraban de emoción, y del orgullo que sus amigos u familiares les transmitían. Porque ellos iban en contra del estereotipo, a favor de su amor. Hasta generaban envidia en quien no podía ver como esos dos hombre representaban al amor a la perfección.

Luego de una breve presentación, el discurso sobre el amor y la importancia del acto que estaban por realizar dado por el sacerdote terminó, el momento más importante se hizo presente. Esos minutos tan deseados al fin habían llegado.

— Ezequiel Iván Lavezzi ¿Acepta como esposo a Javier Alejandro Mascherano para cuidarlo y amarlo en lo triste y en lo próspero, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

— Sí, acepto. — contestó de inmediato dejando ver esa hermosa sonrisa que tantas cosas generaba en Javier.

— Javier Alejandro Mascherano ¿Acepta como esposo a Ezequiel Iván Lavezzi, para cuidarlo y amarlo en lo triste y en lo próspero, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

— Sí, acepto. — dijo observando a su hombre, tan sonrojado y feliz, igual que él.

El sacerdote dio bendición a los anillos y luego de colocárselos el uno al otro se unieron en un perfecto beso lleno de amor y emoción.

— Te amo — susurró con amor Javier aún pegado a sus labios — gracias por hacerme tan feliz y darme toda la seguridad que hoy tengo.

— Gracias a vos por ser la persona que más necesito. Te amo peladito. — contestó el otro, uniendo nuevamente sus labios en un sentido beso.

Fin.

Silence. ➳ Maschezzi.Where stories live. Discover now