En el comedor, hay una copa de coñac, un libro y un platillo con comida fría.
Cristian es un hombre cuya edad no puede sostener con sus pies, va dejando que el peso se suba hasta su nuca, de tal modo que necesita un viejo bastón de carrizo para no caer de frente.
Su mirada sólo se limita en ver por donde va, ya que teme tropezar con algún borde.
- Cristian, deja de luchar, deja caer tu cuerpo, yo lo sostendré.
La muerte lo seguía de tras, ésta aún no lo podía alcanzar. La muerte estaba más cansada que Cristian: ya no quería seguir.
La muerte también se apoyaba sobre su hoz para caminar.
-Morir no es malo Cristian, ¡Por qué luchas! Pero Cristian no escuchaba, el tiempo había deteriorado sus oídos y lo que decía la muerte era en vano.
Cristian llegó a la mesa y se sentó, dio un trago a su coñac y dejó la comida a un lado. Tomó su libro y comenzó a leer, y un poema de Sabines le arrancó un suspiro y murió
La muerte llegó tarde.
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Nunca Es Tarde Para Llegar A Tiempo (editando)
RandomNunca es tarde para llegar a tiempo, aunque el reloj indique lo contrario. Nunca será tarde para ese café prometido, para ese abrazo escondido, para un te amo que desde tiempo se te ha adherido. Nunca será tarde para esa charla, para ese amigo, par...
