°•Not Only Bestfriends•° [KryBer]

°•Capítulo VI•°

"Enferma"

Un techo color crema era el que veían sus ojos, efectivamente la rubia estaba en su casa y lo que pasó anoche no fue un sueño, lo supo cuando sintió un peso en sus piernas que mantenía paralizada la zona provocándole dolor y adormecimiento.

Y ahí estaba de nuevo; un frágil cuerpo dormido sobre ella como si de una cómoda cama se tratase, tenía el cabello revuelto y los labios que ayer solían verse húmedos ahora estaban secos.
La Tomboy miró la hora en su celular, eran las 6:00 de la mañana; debían comenzar a levantarse o ambas llegarían tarde a la universidad.
Indecisa, recogió los cabellos de la más pequeña llevándolos a los extremos de su fino rostro.
Comenzó con un contacto suave en sus mejillas, pero la joven estaba muerta (No literalmente), acerco su rostro al de ella, solo existían unos milímetros de separación entre ambas, deposito un beso sincero en su frente, la cual estaba ardiendo en calor y se encontraba cubierta de sudor que se acumulaba en las raíces de sus cabellos castaños, sí; estaba enferma.

-¿Krystal?¿Krys?- Sacudió a la más pequeña con desesperación. -¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? Pequeña levántate.-

La rubia tomó a la más joven en sus brazos, la cargaba directo a la habitación. Era bastante delgada y ligera así que no era un problema para Amber, quien era bastante fuerte y ágil.

La mayor dejó acostada a la castaña sobre su cama cubriéndola con un gran cobertor rosa que estaba doblado; la más pequeña tenía frecuentes ataques de escalofríos pero aún seguía sudando excesivamente.

Amber se dirigió hasta el botiquín y de él sacó un termómetro, en un pequeño balde colocó agua fría y un paño. Al volver a la habitación Krystal temblaba de nuevo a causa del frío, para Amber era preocupante el estado de su amiga que hacía caso omiso a sus palabras, estaba totalmente inconsciente y fuera de sí.

Puso el paño húmedo y frío sobre su frente para controlar su temperatura elevada de 39° pero también se aseguraba de mantenerla cubierta para evitar que tuviera frío; era una tarea bastante agotadora.

Amber estaba preocupada; la pequeña no tenía ninguna mejoría y se veía incluso más pálida que antes. Su pequeña amiga estaba ahí, enferma y débil, su cuerpo se cansó tanto a causa de los trabajos escolares que justo ahora Amber se encargaba de maldecir en voz alta.

-Vas a estar bien Krys, yo estoy aquí y te voy a proteger- Amber volvió a besar su frente, sorpresivamente la temperatura comenzaba a disminuir lo cual alivió bastante a la tomboy.

Había que preparar el desayuno, una sopa caliente que mantendría a Krystal fuerte y con suficientes ánimos.

Amber se levantó de la silla donde había estado sentada por una larga jornada, se disponía a preparar el desayuno para su amiga. Una pequeña mano la tomó por la muñeca, era un agarre débil pero lo suficientemente fuerte para no dejar que Amber se fuera, ella instintivamente volteó hacía el origen del agarre; era Krystal que aún con los ojos cerrados y aún un poco inconsciente sabía vagamente todo lo que pasaba a su alrededor.

-Gracias- Dijo la castaña en un hilo de voz casi inaudible para la mayor.

-No agradezcas pequeña, para eso estoy aquí.- Amber acarició sus dedos. -Iré a prepararte el desayuno- Se aseguró de dejar a Krystal perfectamente y se dirigió a la cocina.

La tomboy había olvidado que debían asistir a clases, pero era obvio... ¿Quién podría pensar en algo así en una situación como ésta?

Cierta parte de la Tomboy estaba agradecida, éste era un buen pretexto para pasar más tiempo juntas.
Amber se cuestionaba qué tipo de cosas le pudieron haber sucedido a su amiga si ella no se hubiese encontrado a su lado.

"¿Y si se hubiera lastimado?"
"¡Que bueno que yo estaba aquí!"
"Debo asegurarme de no dejarla sola nunca más"

Cosas como esas rondaba en su mente. Realmente esa chica de baja estatura y cabellos castaños le hacía revolotear algo en su interior, ella lo asociaba con el impulso cuando quieres vomitar, realmente no tenía claros sus sentimientos.

"Es sólo mi mejor amiga, eso no cambiará ¿No es así?" se repetía cada mañana antes de volver a estar cerca de aquella chica que la confundía.
Ella estaba consciente de su posición, Krystal nunca podría enamorarse de ella, a ella le gustan los chicos y Amber por mucho que pudiera parecerse e incluso confundirse con uno no lo era, era una chica, una tomboy.

Preparó una linda y caliente sopa de algas para la pequeña quien estaba en el cuarto seguramente durmiendo nuevamente. Se aseguró de prepararle su bebida favorita; una limonada endulzada con miel.
Colocó todos los platillos en una bandeja de plata y volvió a la habitación con una sonrisa formada en sus labios.

La castaña estaba durmiendo, otra vez, pero su cuerpo no estaba descansando bien, "Quizás necesite vitaminas" pensó la tomboy.

Dejó la bandeja sobre la mesita de noche de la habitación y con un suave tacto en su espalda masajeaba los músculos tensos de la más joven.

-Princesa, el desayuno está listo- Susurró bajito Amber al oído de su princesa asegurándose de que su voz fuera dulce y no asustara a Krystal.

La más joven hizo un quejido y se estiró bajo las cobijas. Dio un bostezo y abrió sus hermosos y grandes ojos castaños que a Amber tanto le gustaban.

-Hola- Dijo la bajita y le regaló una sonrisa fresca a la tomboy que la miraba desde el costado de la cama.

-Hola- Amber sonrió en reflejo a aquella sonrisa, como siempre lo hacía. -Te preparé sopa de algas y tu limonada preferida, asegúrate de terminarlo todo- La rubia colocó la bandeja sobre las piernas de la joven que con un brillo peculiar en sus ojos comenzó a degustar el gran festín que su buen amiga había preparado para ella.

Aunque Amber lo negará todo era distinto junto a la animada compañía de la pequeña, cada cosa por muy absurda que fuera era diferente y con una percepción distinta del mundo que Amber no conocía antes; ella se había acostumbrado a su presencia de una forma inexplicable que ahora parecía que Krystal era su oxígeno indispensable para su existencia, pero solo era sentimientos... Sentimientos que la confundían y aún no podía descifrar.