°•Not Only Bestfriends•° [KryBer]

°•Capítulo VII•°

"Una Alga Traviesa"

La habitación estaba silenciosa mientras Amber veía comer a Krystal.
Ésta última se encontraba totalmente absorta en el plato de sopa de algas... Como si alguna energía la obligara a comérselo todo. Era diferente a cualquier sopa que hubiese probado antes... Su sabor era único y no era debido a las habilidades culinarias en la cocina de Amber; "¿Qué es éste sabor?" se cuestionaba la más pequeña que comía aún con confusión el platillo.

Ese sabor que Krystal degustaba en la sopa era nada más y nada menos que el "Amor" de Amber, quien se había entregado completamente para prepararle lo mejor a esa chica castaña que ella quería, si señores... Amber era una mujer muy pasional cuando se trataba de sus sentimientos por alguien.

Krystal dio el último sorbo al tazón y lo dejó sobre la bandeja. Amber miró juguetona a la menor; sin saber por qué su mirada se encontraba sobre los labios jugosos y rosados de su amiga, tragó saliva un poco tensa; algo le hacía desear esos labios sobre los suyos.

Un travieso trozo de alga hervida estaba sobre su labio; Amber estiró su brazo sobre la bandeja y con su dedo índice removió el pedazo de alga, ese contacto le había erizado la piel.. Algo que siempre sucedía cuando esa chica estaba cerca, no sabía que era eso que florecía en su interior pero se sentía bien, era reconfortante.
Krystal nerviosa estaba completamente ruborizada hasta las orejas y con los ojos abiertos como platos.

-Tenías algo allí- Se excusó la mayor para no mostrar su deseo incesante de besarla. Tenía que salir de ahí ya o iba a enloquecer con la presencia de la menor.

-Gra-Gracias- Artículo torpemente Krystal. Tenía un nerviosismo evidente que incluso al otro lado de la calle cualquiera podía verlo.
La tensión en la habitación era palpable para ambas pero ninguna decía nada haciendo la situación más incómoda de lo que ya era, Amber solo rascaba su nuca nerviosamente, carraspeó.

-Iré a lavar esto- La tomboy tomó los trastes sucios y salió corriendo de la habitación torpemente tropezando con un par de cosas que estaban en el suelo.
Una vez en la cocina respiró profundamente como si hubiese resistido de inhalar todo ese tiempo.
Su corazón bombeaba rápido, podía sentirlo en la garganta, sus mejillas estaban rojas como dos tomates, algo le estaba pasando... Nunca antes había sentido esa necesidad cuando estaba con ella, era un sentimiento desconocido y aterrador para la mayor quien daba vueltas en la cocina como un gato enjaulado, estaba incómoda de pensar en volver a la habitación pero no es como si pudiera sacar a Krystal de su casa en ese estado, solo complicaría más las cosas y no quería que lo malinterpretara.

Respiró profundamente y se armó de valor...
"¿Qué más da? Fue sólo un contacto amistoso. Todo sigue igual".

Llevaba minutos repitiendo lo mismo para si intentando manipular sus sentimientos, pero la verdad no era esa... Sus intenciones no eran del todo inocentes.
Su desesperación aumentaba al grado que subía cada escalón y se detenía a respirar y analizar de nuevo la situación.
Al llegar arriba ya estaba paralizada frente a la puerta crema de su habitación, sus piernas no le respondían y sentía que en cualquier momento perdería el equilibrio caería y moriría, su exageración sobrepasaba la realidad.

Krystal por su parte estaba tranquila, al igual que Amber... Ese tacto había despertado algo en su interior pero ante la inexperiencia de la menor simplemente negó ese hecho y se olvidó de la tensión que aquello le había provocado.
"Ni siquiera es algo serio, está bien... Supongo. Vamos, sólo es Amber"
La menor daba por hecho que su amiga simplemente lo había hecho por cortesía y amabilidad.

Una Amber al otro lado de la puerta abrió temblorosamente y caminó directo a Krystal.

-Krystal... Yo...- Ésta fue interrumpida por la menor.

-Me siento mejor ahora, salgamos de aquí- La joven cambió el tema. No quería que aquello las alejara.

-Oh está bien. Vayamos al jardín.- Como si un peso se le hubiese ido de encima Amber solo accedió a la propuesta de Krystal.
De cualquier forma no había hecho nada malo... Solo fue amable.

Ayudó a Krystal a salir de la cama y la abrigó bien. Aún estaba enferma, su condición empeoraría si no se cuidaba, y Amber se encargaría de mantenerla fuera de peligro.
Ambas caminaron hasta el gran jardín de la casa y se sentaron sobre los columpios que Amber solicitó exclusivamente para esas ocasiones donde se estresaba y tenía ganas de llorar.

-Amber- La castaña rompió el silencio abrumador. -Gracias- La rubia le miraba con el ceño fruncido, no entendía el porqué del repentino agradecimiento. -Por todo, pude haber muerto si ni hubiera estado contigo-

Finalmente Amber entendía, aunque no era algo de lo que tenía que agradecer. Cualquier persona con sentido común lo hubiera hecho.

-No es nada- Krystal le abrazó depositando un sonoro beso en su mejilla y luego se columpio ferozmente como un niño que acaba de hacer alguna travesura.
Amber tenía los colores en la cara otra vez, pero ahora con toda la razón del mundo; la chica que hacia sus días más divertidos y estaba con ella le había dado un beso, el primer beso que Krystal por voluntad le había dado a la mayor; Krystal sólo se reía escandalosa mostrando su blanca dentadura.
Nuevamente el corazón de la mayor latía aceleradamente; a sus ojos Krystal era la niña más bonita de todas aunque se encontrara en pijama y despeinada; el viento golpeaba su rostro sacudiendo su cabello... Era simplemente hermosa.

Había algo que no estaba bien y le hacia sentir nerviosa y extraña no era como siempre, a decir verdad se sentía feliz; no pensaba en otra cosa ni en otra persona que no fuera ella, no podía sacarla de su cabeza; Y no quería sacarla, incluso si trataba de no hablar de ella, alejarse o ignorarla ni siquiera podría pensar el intentar vivir sin ella, se había acostumbrado más que nunca a tener compañía después de muchos años de no haber interactuado con humanos.

Se sentía satisfecha, pero... Ahora también confundida, sus sentimientos se habían hecho más fuertes y eso le dolía; su felicidad se había vuelto dependiente de la cercanía de Krystal y no quería aferrarla a su lado.