Capítulo 24

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La noche está siendo perfecta

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La noche está siendo perfecta... Después de la cena en ese lujoso restaurante, decidimos dar un  paseo por el centro de Londres. Sin duda, la ciudad es aún más bonita por la noche. Sin darnos cuenta llegamos al Regent's Park, uno de los famosos parques de la ciudad. Caminamos cogidos de la mano, hasta que, cansada de los zapatos, nos sentamos en un banco, donde me los quito. Me dejo caer sobre Kevin y apoyo la cabeza en su hombro.

-Si alguien me hubiera dicho hace tan solo un par de meses que yo, habría cogido un vuelo hasta Londres para pasar una sola noche con un chico... creo que le habría tomado por tonto... -le confieso mientras miro a parejas como nosotros pasear agarrados de la mano.

- Pero es que yo no soy cualquier chico... - su contestación hace que gire la cabeza y le mire a los ojos. Cuando nuestras miradas se encuentra, una sensación que, hasta hace poco tiempo, era desconocida para mí, me recorre todo el cuerpo.

- No, eres mi chico... - digo mientras me inclino y pego mis labios a los suyos. Su sabor, su olor. Todo en él es adictivo para mí. Kevin hace que nunca me canse de besarle, sentirle, tenerle cerca... Entonces se levanta del banco, saca su móvil del bolsillo del pantalón y de repente empieza a sonar la melodía de una canción que reconocería a leguas, "All of me" de John Legend, me encanta desde la primera nota hasta la última. ¿Cómo lo habrá sabido? Kevin se acerca hasta a mí y coloca el móvil en el banco.

- ¿Bailas? - dice mientras me ofrece la mano.

Sin pensármelo dos veces, le ofrezco mi mano y me levanto del banco descalza. Kevin me lleva hasta el cesped y poniéndome enfrente de él, posa una de sus manos en la parte baja de mi espalda y me acerca más a él, mientras que la otra sigue entrelazada con mis dedos. La mano que me queda libre, la coloco cerca de su nuca. Empezamos a bailar. Nunca creí que yo viviría una situación como esta, una situación que he leído en multitud de libros. Kevin me mira de una forma que hace que las piernas me flaquean, el corazón me vaya a mil, y que en cualquier momento alguna lágrima se me escape de los ojos. Kevin me guía, hace que sea fácil bailar. Apoyo la cabeza en su hombro y me dejo guiar.
-Esta canción me recuerda a ti... - dice entonces.
Las palabras no me salen, me he quedado muda. Simplemente asiento y le beso en el cuello.
Cuando creo que ya no me puede sorprender más, se acerca a mi oído y empieza a cantarme muy bajito.

You're my downfall, you're my muse
My worst distraction, my Rhythm & Blues
I can't stop singing
It's ringing in my head for you

My head's underwater
But I'm breathing fine
You're crazy and I'm out of my mind

Because all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you...

Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, la piel se me eriza. No puedo apartar la vista de él, estoy viviendo un sueño. Kevin cada día me sorprende más... tiene una voz hermosa.
Sin poder aguantarme ni un minuto más, mis manos rodean su cuello y tiran de este hasta llegar a mi altura, entonces le beso, Kevin acepta el beso y me abraza por la cintura. Al terminar el beso apoyo mi frente en la suya y aún emocionada por lo que acabo de vivir, en un susurro consigo decir:

- Te quiero.

Cuando la canción termina, a nuestro alrededor se oyen aplausos. Sin habernos dado cuenta, un grupo de personas que paseaban por el parque se han parado a observar el romántico espectáculo que estábamos dando. Muerta de la vergüenza miro a mi amor, y este mira su alrededor y comenzamos a reírnos. La gente se va y nosotros volvemos al banco donde me vuelvo a colocar los zapatos. Una vez salimos del parque, llamamos a un taxi que nos lleva directamente a la casa de Kevin.
Ya en casa, volvemos a hacer el amor como dos locos enamorados y terminamos durmiendo abrazados el uno al otro.

*****

A las siete, el despertado de Kevin comienza sonar. Este se separa para apagarlo y una vez que lo hace, vuelve a girarse hacia a mí para darme un beso que hace que abra los ojos y le mire aún con los ojos pegados por el sueño. ¡Si hasta por las mañanas está guapo!

Pienso en las pintas de loca que tengo que tener y me cubro con las sábanas. No quiero hacer que se arrepienta de todo lo que me dijo ayer. Los ojos se me cierran y el sueño me puede....

-Buenos días preciosa...- dice mientras me da cientos de besos por todo el cuerpo. - Despierta si no quieres perder el vuelo.

- Un ratito más por fi - le suplico con la cabeza aún entre las sábanas.

- Vamos dormilona... te doy diez minutos mientras preparo el desayuno...- dice mientras se levanta de la cama y sale de la habitación.

Al cabo de un rato dando vueltas en esta gigantesca cama, me desperezo. Nunca había dormido tan bien como esta noche. Cero pesadillas.

Me levanto de la cama y voy directa al baño a ver que puedo hacer para arreglar mi cara de por las mañanas.

Llego al lavabo y me lavo la cara. Cojo el cepillo de dientes de mi bolsa de aseo para cepillarme rápidamente los dientes. Cuando termino, recojo mi enredado pelo en una coleta. Una vez en la habitación, me pongo la camiseta que llevaba ayer puesta y me dirijo a la cocina.

Cuando llego a la cocina, Kevin está terminando el desayuno. Está muy sexy con el delantal los boxer y el pelo alborotado.

Kevin se da cuenta que estoy en la cocina y, acercándose a mí, me da un rápido beso y vuelve a las tortitas que está cocinando.

-Buenos días dormilona. ¿Qué tal has dormido?

- Buenos días guapito. Como nunca ¿y tú?

- Mejor imposible - me contesta mientras me guiña un ojo. - ¿Preparada para el gran día? -dice refiendose a la graduación de esta tarde.

- No lo se... Aún no me ha dado tiempo a hacerme a la idea de que hoy termina mi etapa de estudiante.

Seguimos hablando de todo lo referido a la graduación mientras desayunamos. Mi estado de ánimo decae por momentos. Cada vez está más cerca la hora de marcharme...

Sobre las diez de la mañana llegamos al aeropuerto de Londres. Antes de venir aquí, Kevin me ha llevado a casa de su madre y su hermana para que me despidiera de ellas, prometiéndolas que pronto les haré una visita más larga.

Kevin tiene mi mano agarrada, no me suelta. Noto que está nervioso. Quince minutos antes de que salga mi vuelo, me despido de él .

-Gracias por hacerme pasar el mejor día de mi vida. - digo entre beso y beso.

- Gracias por dejarme formar parte de tu vida. - contesta

- Te quiero. - susurro después de darle el último beso y, separándome de él, me dirijo hacia el control de seguridad.

Una vez que he pasado el control, vuelvo a mirar hacia donde se ha quedado Kevin y allí está, sin haberse movido ni un solo centímetro. Me despido con la mano y le tiro un beso. Me doy la vuelta con el corazón encojido. Nunca me han gustado las despedidas.

Cuando voy a dar el segundo paso, óigo la voz de Kevin a lo lejos:

-¡ADRIANA TE QUIEROOOOO! - me giro y veo a Kevin dando voces desde el otro lado del control.

-¡Y YOOOOO! - le contesto a voces también. Las personas que nos rodean nos miran con cara de locos. Ambos nos empezamos a reír.
Sí, estamos locos. Locos el uno por el otro...

Besos de esos #EDITWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu