Capítulo # 9: Falso romance.

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Ella pronto moriría, rompiendo su corazón hasta el infinito de su existencia, reduciéndolo a un caos que solo él mismo podría formar, entonces fue suficiente con el sufrimiento que sentía al saber lejos y herida a Frigga

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Ella pronto moriría, rompiendo su corazón hasta el infinito de su existencia, reduciéndolo a un caos que solo él mismo podría formar, entonces fue suficiente con el sufrimiento que sentía al saber lejos y herida a Frigga.

¿Por qué su corazón no lo aprendía?

¿Por qué su astucia no le sirvió para prevenirlo de esa circunstancia?

—Señor, no siga. Se lo suplico...

—No puedo evitarlo. Ya no más... —habló, en su voz había determinación.

—Señor... —se corrigió— Loki... —intentaba hacerle entrar en razones—. Loki, no te das una idea de...

La silenció Loki.

—Lo sé. Sé que... —se interrumpió, decir aquello era asumirlo y eso no se lo podía permitir—. Debes entenderme, no puedo darte lo que me pides.

Ahora sí, Alexa lloró en silencio. Sabía que volvería a decirle lo mismo de siempre, sin embargo no creyó que en esa ocasión pudiera dolerle tanto, después de haberlo oído tantas veces. Entonces, de ser así, no tenía más opciones.

—Loki... no puedo... yo...

—Déjame tenerte. Una vez más, sin dolor ni odio... —suplicó acercando la mejilla a la de Alexa en una leve caricia.

Ella se volvía su mayor debilidad y no deseaba que fuera así, el dios del engaño ahora se engañaba a sí mismo y aquello divertía al guardián del bifrost.

—Sabes que no puedo negarme a un pedido suyo —se quejó—. Por favor no lo hagas... —intentó contenerse—Si me vuelves a dañar yo... no lo soportaré. Si vuelves a tomarme para demostrarme luego de que soy una mísera humana, indigna para un dios... te juro, Loki Laufeyson, que me perderás para siempre —A pesar de que su voz había sido dubitativa, su mirada indicaba firmeza y decisión.

El dios, con la seguridad propia de un dios, no prestó atención a la advertencia de su ahora esclava y siguió con su cometido, posando sin permiso los labios sobre la boca de Alexa.

Y Alexa se perdió en esa boca, saboreando, añorando a su Señor, deseándolo cada vez más. El beso se profundizó y el calor los inundó, llenándolos con una fuerza poderosa que, combinado con el deseo, vuelve vano todo intento de cordura.

Loki despojó de las pocas ropas que llevaba la chica y con suma rapidez se quitó las propias. La acostó sobre la cama, exhalando un gemido al verla desnuda y tan entregada. Le acarició el cuerpo, sin dejar un instante las manos quietas. En pocos minutos los dos –hombre y mujer- fueron presos de la lujuria.

Morir y volver a nacer...

Jadeando, se quedaron en silencio.

...

—No llores —fue lo único que el frío, arrogante e indiferente dios pudo decir en un momento como ese.

—Adiós, Loki... —sus palabras fueron sinceras.

El dios, sintiéndose seguro de su condición, no la buscó.

No buscó consolarla ni brindarle afecto. Al fin y al cabo Loki era un dios y Alexa una humana a su servicio. Además Alexa siempre decía lo mismo, y cuando Loki iba en su búsqueda, no lo rechazaba, no podía.

Sin embargo había algo raro en el ambiente, se respiraba un aroma distinto, y esa música, esas tonadas tan tristes, copaban el recinto.

...Pero Alexa era su esclava por decisión propia, ¿verdad?

Le debía su vida al dios, por más que quisiera no podría alejarse de él.

¡¿Quién diría que Loki a veces también se equivocaba?!

...

Loki despertó desnudo como había quedado luego del encuentro con Alexa, se preparo un baño de agua caliente y luego de vestirse con ropa cómoda, ocupo su lugar en el pequeño laboratorio de prueba para continuar su plan de escape, estaba tranquilo sumergido en sus universales ideas pero una voz en su mente le helo la sangre.

Hacía mucho que no tenía contacto con nadie en Asgard, y menos con su guardián.

—Loki —dijo claramente aquel guerrero—. No quería intervenir pero puedo ver caos si permito que eso suceda.

—¿Y eso porque debería importarme? —Loki ahogó un bostezo.

—Es muy importante –En su mente el guardián sabia que aquello afectaría mucho al dios embustero y dejando a un lado todo el daño que este había ocasionado sentía aprecio y cariño por el muchacho, era como un sobrino al cual vio crecer, curiosear en las estrellas e incluso investigar sobre ellas por el simple hecho de buscar la compañía del guerrero, por supuesto en ese entonces Loki solo era un niño y su corazón no estaba herido.

—¿Es sobre Thor? —investigó con fastidio, tal vez porque intuía lo que venía.

—No, es sobre tu humana —El tono de voz seguía siendo zalamero, no levantó la vista para evitar ser tan obvio.

El dios arqueó las cejas, por unos segundos el terror lo invadió.

Quizás porque en su interior sabía el motivo de semejante contacto.

—¿Dónde está?—Pregunto con voz parca.

...

Alexa llegó con la vista baja y una maleta de rueditas en su mano. Algo que le pareció extraño a Loki ya que, por sentido común supuso que no significaba nada bueno aquel objeto, Thor quien se encontraba en la puerta observaba con confusión a la chica y su novia; la humana Jane, les miraba a todo con cara de curiosidad debido al que el rubio no le había platicado de esa dama.

—Déjennos solos —pidió el Dios realizando un gesto con la mano que invitaba a todos los que estaban presente en la sala a irse cuanto antes. Se sentó en uno de los muebles y cuando la sala quedo presa de un silencio sobrecogedor, Loki prosiguió—Alexa...

—Mi Señor —sentenció con voz grave y firme, levantando su vista. En sus ojos, llenos de dolor, había también determinación—. He venido a traerle lo último que me pidió.

Heimdall no le mintió, realmente ella se iría.

STARDUST [Loki x Oc]Where stories live. Discover now