Capítulo 9

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En medio de la noche, la presencia de una mujer era notable en el callejón más oscuro de la ciudad. Su vestido gris, largo y elegante iluminaba el espacio. Estaba de rodillas. Una joven, menor que ella, estaba recostada en el suelo con el cabello rubio esparcido. Tenía una vela en cada punto cardinal según su posición. Una en el brazo derecho, una en el izquierdo, una sobre su cabeza, otra bajo sus pies. Las cuatro irradiaban un fuego tan intenso que pareciera incendiar el callejón. Vestía una playera y unos jeans exactamente del mismo color que el vestido de la mujer. A juzgar por su posición, podría parecer dormida. Mas no era así, se encontraba en un estado de trance del que difícilmente se podía salir.

–Allison Stevens –dijo la mujer–, prometiste serme leal, seguir mi camino sin mirar atrás. ¿Puedo contar con que esa promesa sigue en pie?

–Sí.

–Perfecto. Dime, ¿qué sabes de las hermanas Smith?

–Lisette era mi mejor amiga. Son brujas. Como tú.

– ¿Sabes dónde se encuentran ahora?

–Nueva York.

–Sé más específica, cariño.

–Hotel Plaza.

La bruja hizo un movimiento con la mano tan rápido que podría no haberse notado. El sonido de armas cayendo al suelo fue audible.

–Cazadores –la bruja se levantó, dejando a Allison en el suelo–. ¿A qué debo esta agradable visita?

–Dama Gris –dijo uno de ellos–. Yo... Nosotros... No sabíamos que estaba aquí.

–Ahora lo sabes, cariño. Mejor sea que no vuelvas a intentar cazarme.

Los dos cazadores, ambos hombres, vestidos con más armas que ropa aparentemente, intercambiaron miradas.

–Escuchen –continuó hablando la Dama Gris–, estamos perdiendo tiempo valioso. Las hermanas Smith se hospedan en el Hotel Plaza. Necesitamos prepararnos. Iremos tras ellas en dos días. Avisen a sus cazadores.

– ¿Cómo dijo? –Preguntó el menor de los dos–, ¿Aquí, en la ciudad?

–Así es, Tyrell. Sé que cuento con ustedes, ¿verdad, Legend?

El chico llamado Legend asintió. A Lisette le invadía el pánico. Quería detenerla en ese momento. Luego de haber experimentado dos sucesos parecidos, sabía que podía intervenir en esta clase de sueños. Sin embargo, estaba tan consternada al ver a su mejor amiga, que no sabía por dónde comenzar. Necesitaba despertar. Estaban a punto de ser encontradas.

***

Luego de la conversación con Aiden, Lisette consideró seriamente el decirle a sus hermanas todo lo relacionado en lo referente a sus sueños. Cuando los cazadores se fueron, la menor de las Smith empezó una nueva conversación. Supo, al ver a Phoenix Ellsworth, que los cazadores de su sueño eran sus hermanos. Fue un dato que prefirió omitir. Cassie, Lauren y Daniel le prestaron total atención a cada una de sus palabras. Ninguna lo había experimentado antes. Los sueños llegaron a ser un contacto exclusivo entre Lisette y la Dama Gris. Lo cual, ni siquiera a Dan, le pareció agradable.

La noticia más impactante, por extraño que parezca, no fue que los cazadores irían tras ellas en cuarenta y ocho horas, más bien fue la fuente de información que la bruja tenía. ¿Allison realmente había aceptado trabajar a su lado? ¿Una mortal que vivió tantos años sin tener la menor idea de que existían criaturas mágicas y sobrenaturales? ¿Una mortal que a cualquier bruja debería parecerle indefensa? ¿Cómo era posible que ella, una amiga incondicional, fue capaz de cometer una traición de esa magnitud? Por un lado, Lisette quería creer que la Dama Gris la había obligado, tal vez por medio de una amenaza. No obstante, ella había escuchado con toda claridad las palabras de la bruja "prometiste serme leal, seguir mi camino sin mirar atrás". Estaba preocupada, asustada, confundida. ¿Por qué Allison haría algo así? Eran demasiadas las preguntas que rondaban por su mente, evitándole pensar en lo importante.

Cazadores vs BrujasDove le storie prendono vita. Scoprilo ora