Un gran cretino

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La escuela era grande, como siempre no tan linda como se veía en las fotos de su página web oficial. Lo que me había gustado de esta era la biblioteca, era enorme y con un toque rustico, ya había visto unas así antes en mi otra escuela, pero esta se distinguía porque tenía un área de café dentro, uno podía sentarse tranquilamente y beber algo caliente mientras leía y eso es algo que realmente me encantaba, y más en los días lluviosos.

Las paredes eran coloridas, estampadas con carteles de "cuida el ambiente", "lee un libro", "no se fuma", "no se corre" además de los boletines de información que anunciaban las temporadas de deportes y las presentaciones del grupo de teatro, danza y música.

Pase por la oficina  de orientación a recoger la llave de mi locker, mi horario lo había impreso esta mañana y estaba en mi mochila así que ya no tenía ninguna preocupación. Se que siempre hablan sobre como el primer día en una nueva escuela una persona se vuelve muy nerviosa y bla bla bla

Pero yo soy la excepción a muchas cosas

Mi primera clase era ciencias con  Mr. Rutherford según decía en mi horario. Era un amplio salón con unas grandes ventanas en donde entraban los primeros rayos de sol en la mañana, fui la primera en llegar, amo llegar antes que todos y tener el salón todo para mí.

Mr.Rutherford no era tan viejo como su apellido sonada, tenía como unos 30 años,cabello castaño hasta el hombro, enormes lentes y parecía que su madre le había tejido ese suéter que llevaba puesto. La clase paso lenta, pero no estuvo mal, no olvido presentarme ante todos y por supuesto solo me pare, sonreí y volví a sentarme.

La segunda hora paso rápido ya que la maestra de de Historia había faltado, por lo que tuve tiempo de explorar el lugar, y cuando fue mi tercera hora, pude localizar mi salón rápidamente.

-         Se me olvidaba decir – dijo la maestra Eveline después de haber puesto en el pizarrón lo que teníamos que hacer.

-         Tenemos una nueva compañera – dijo volteándome a ver, era fácil de localizar, los asientos eran para dos personas y mi mesa era la única que solo tenía una.- Su nombre es Heily Petiller, viene de Dallas y espero que se hagan buenos amigos – dijo con una sonrisa arrugando casi toda su cara.

-         Hola – dije con una media sonrisa levantando algo incomoda de mi silla y volteando a ver a todos los que me estaban mirando, no me gusta mucho la atención, pero tener un poco no se sienta nada mal.

Al parecer las actividades que había escrito se hacían en pareja, justo cuando empezó a escribir en mi cuaderno nuevo escuche como se azotaba fuertemente la puerta.

Era un chico alto, rubio de pelo corto, tonificado, llevaba puesta una chaqueta deportiva con el logo de la escuela, por lo que pude suponer que era de algún equipo representativo.

-Llegue – dijo el chico casi jadeando, volteo a ver a la maestra y después a todos los demás que le gritaban cosas bromeando.

-Llega tarde a mi clase joven Aldridge – dijo la maestra acomodándose los lentes

-Tarde pero con estilo maestra- dijo dándole una palmadita en la espalda – por cierto, ¿le han dicho lo joven que se ve hoy? –dijo guiñándole un ojo.

Casi se me cae la mandíbula cuando escuche eso, esa pequeña señora seguro tenía como un milenio, estaba tan arrugada como una pasa que ni siquiera podía ver sus ojos.

-Gracias – dijo la maestra con una amplia sonrisa – de hecho ayer me fui a hacer un nuevo corte –

-lo sé – dijo el chico – y por cierto le queda fantástico

Buscando a CenicientaWhere stories live. Discover now