El juramento irrompible

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Capitulo 3

Llegue a mi casa cuando el cielo ya estaba rojo, no tardaría en anochecer, Mary me mostro un lugar hermoso en la biblioteca, estaba escondido entre los grandes libreros que tienen libros que ya nadie lee como los que contienen los mapas de la ciudad del año 1865, enciclopedias viejas y ese tipo de cosas. Tiene un gran ventanal que te ofrece una hermosa vista al pequeño bosque de la escuela, y es un lugar tan cómodo, cálido y silencioso que es casi mágico.

-Comete las zanahorias – le dijo mi abuela a Adrian.

-No me gustan – dijo él, tan solo había estado picando su plato todo el tiempo que estuvimos comiendo.

-Creí que te gustaban – dije llevándome una cucharada de comida a la boca

-¡No cuando ustedes están comiendo pollo frito! – dijo señalando el bote de KFC y a mi comiendo a cucharadas el puré de papa con gravy

-¿¡Porque yo tengo que comer verduras cocidas cuando ustedes comen pollo?! – dijo tirando su tenedor a la mesa

-Porque así lo quiso Dios – dije con una media sonrisa

-Son las consecuencias de tus actos Adrian – interrumpió la abuela – aparte de llegar tarde a tu escuela, intentaste escaparte brincando la reja, suerte que te vio aquella niña, sino puede que algo malo te haya pasado

Adrian cruzo sus brazos y frunció el seño

-Esa soplona- dijo refunfuñando

-¿Qué traes contra los primeros días de escuela? – Dije con la boca llena – Puedes empezar desde cero y ser como quieras, nadie te conoce

-Exacto – dijo el – Porque cuando me conocen ¡nos tenemos que volver a mudar!

-Eso no depende de mí – dijo la abuela esquivando la mirada asesina de Adrian

-¿¡Entonces de quien?! – dijo el – Tú no tienes trabajo, ni amigos al parecer

-EY – le grite a mi hermanito – más respeto de tu parte

-Está bien Heily – dijo mi abuela con una sonrisa – que diga  lo que quiera, después de todo, compre verduras para toda la semana. – Me guiño el ojo

Reí silenciosamente mientras veía como la expresión molesta de mi hermano cambiaba a una de arrepentimiento.

La primera noche en una nueva casa siempre es algo tenebrosa, es por eso que siempre que voy a dormir me aseguro de estar realmente cansada, ¿Cómo hago eso? Fácil, unos 50 brincos con la cuerda, 30 sentadillas y unos 10 muy difíciles problemas de matemáticas, con esa receta cualquiera puede dormir como un bebe.

Mi cama se sentía tan cómoda y suave que no pude evitar dormir en el momento en que rosé la colcha. Tuve un sueño agradable, soñé con un amplio jardín con ruinas de construcciones griegas y mariposas de todos colores recorriendo mi cuerpo, todo estaba cálido, todo estaba en paz, me recosté sobre el pasto y voltee al cielo, era de un azul inusualmente hermoso y sin nubes, era todo tan tranquilo y sereno…. Hasta que desperté sobresaltada, estaba jadeando y note que temblaba un poco, no recordaba que había pasado después en mi sueño, pero estaba segura que no era nada lindo.

Baje las escaleras aun temblando, necesitaba un vaso con agua. Wow, hacia mucho que no temblaba así, desde…

-Lose, lo tengo todo preparado – escuche ligeramente la voz de mi abuela en la cocina

Me acerque sigilosamente, parecía que platicaba seriamente con alguien.

-Estoy muy segura, ella es diferente, no será una falla

Buscando a CenicientaWhere stories live. Discover now