COMPLETADA
Jamás, nunca en tu vida, ni por maldito error se te ocurra mandarle pack a un extraño por Omegle porque en una de esas terminará siendo el capitán de fútbol de la escuela, por supuesto el chico más sexy de todo Denver y finalmente utiliz...
—¡Ábreme la puerta!— Hunter me exclama detrás de la puerta, sin gritar pero alto como para que Olive no se de cuenta de que estamos teniendo una pelea.
—¡Ya te dije que no!— Exclamo de vuelta alejándome, asegurándome de nuevo que tuviera candado.
—Eres una niñita— Su voz retumba por todo el baño ya que pega su cara desde el otro lado de la puerta.
—Déjame en paz, lárgate estúpido. Yo ya te cumplí con todo lo que me pediste— Enojada le reclamo, tomando asiento en el piso de el baño.
—Si esta no fuera la situación ya hubiera tumbado la puerta y ya hubiéramos arreglado esto como los novios que somos— Su voz todavía retumba por el baño.
Ruedo los ojos y suelto una carcajada. ¿Novios?
—No somos novios de verdad, ¿Cuántas veces te lo e dicho?— Le digo una vez más. Lo oigo suspirar frustrado.
—Haz lo que se te de la regalada gana— Me contesta para darle un puñetazo a la puerta. Brinco asustada sentada desde el piso frío.
—¡Pues ya lo estoy haciendo!— Le contesto, pateando la puerta menos fuerte de lo que él lo había echo escuchando los pasos de Lancer cada vez más lejanos.
Suspiro cansada pensando en que es lo que haría encerrada aquí toda la noche.
Segunda división
—Ah, mi espalda— Un quejido de dolor sale de mis labios cuando me paro de el suelo como una abuelita sosteniéndome de la puerta.
Me la había pasado una maldita hora sentada en aquel frío piso, con una mini pijama porno que no dejaba mucho a la vista, ni siquiera podía sentir mi trasero.
Maldito Hunter y maldita la hora en la que acepte quedarme.
Abro lentamente la puerta de el baño, lo suficiente para poder ver con exactitud el bulto de el cuerpo de Hunter tapado bajo las sabanas negras.
Salgo de el baño cerrando la puerta muy suave sin hacer el mínimo ruido posible. No quería despertar a la bestia salvaje.
El frío artificial de el clima choca con mi piel desnuda erizándome lentamente. Hunter había dejado la televisión encendida en un canal de chicas nudistas.
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—Dios, este tipo sí que va de mal en peor— En voz alta susurro, echándole un vistazo rápido a Hunter quien está con los ojos cerrados y el rostro relajado. Sus labios tan lindos y carnosos estaban levemente abiertos de una manera tan pero tan sensual.
