"No discrimines a las vaginas"

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                                 Los pasillos del instituto están vacíos pues la humanidad esta dentro de las aulas tomando sus clases como debería de ser. Bueno, yo fui golpeada por un balón asi que tal vez tengo una excusa válida ¿verdad?

Hey Lennon, ¿qué haces aquí? ¿No deberías de estar en voleibol?— Natalie es la única persona que se encuentra merodeando al rededor y por unos segundos me sorprendo pero después recuerdo que ella es una vaga con causa pues odia la escuela.

—Me dieron con un balón en la cabeza, ¿tú? ¿Él profesor Thompson aún te detesta?— Agrego tono de burla en la última pregunta pues el profesor Thompson siempre a sido la pesadilla más grande de Natalie.

Sus ojos grandes se abren cuando me escucha y puedo apreciar las pecas de sus mejillas desde mi posición, Natalie es una chica muy linda.

—¿¿Qué?? ¿Estas bien? ¿Te encuentras bien?— Toma mi cabeza con ambas manos y me hace bajar la mirada pues según ella me examina. Me quejo del dolor y de inmediato me suelta, me doy cuenta de que sus uñas largas ahora son de un color rojo. —¡Lo siento!— Exclama.

—Estoy bien. Me duele un poco pero bueno, nada grave y adivina... ¿quién crees que fue a mi rescate?— Ella abre los ojos con emoción e intriga y en sus grandes labios aparece una sonrisa juguetona.

—¿Quién fue a tu rescate? Oh no me digas— Cierra los ojos y luego los abre. Muerde su labio inferior y coloca sus dos manos en puños cerca de su cara con emoción. —¡Hunter!

Ruedo los ojos. Pff, ¿que chiste tiene que se lo diga?

—Exacto— Termino apuntándola con mi dedo en forma de aprobación. —Antes de que me desmayara lo vi sentado en las gradas del gimnasio y después bueno, todo se tornó negro— Le explico con ademanes. Ella escucha con atención, al final suspira.

—Es obvio que iba para arreglar las cosas contigo Lennon...

—Sí, él me lo dijo, al parecer me llevo a la enfermería y Jamie, la chica sexy alta de ojos azules— Asiente recordando a Jamie. —Me dejo sola con él y luego la enfermera se fue, me dijo que quería hablar conmigo que era muy importante y finalmente le dije que sí, solo hoy a las ocho en el campo de fútbol— Respiro hondo cuando termino.

—Mmm— Murmura pensativa ya que ese dedo sobre su barbilla y esos ojos fruncidos mirando al techo me dicen que está pensando. —Te diré una cosa... Ese niño está loco por ti y sí te busco es porque en verdad le interesas.

—No. Me busco porque sin mi su plan de engañar a su familia se termina.

Ella coloca la palma de su mano en mi boca y hace contacto visual conmigo.

—Cállate y admítelo. Admite qué hay más que solo tensión sexual. Tú lo quieres y él te quiere. —Trato de zafarme de su agarre pero ella niega. —No vas a decir ni una palabra sobre esto y vas a mover tu trasero a tu clase. Ahí pensaras y sola aclararás tus dudas. No voy a soportar que niegues delante de mí que no te gusta porque eso es una muy muuy— alarga la "U" — Grande mentira.

Desaparece de mi vista como un flash. No vuelvo a ver su melena pelirroja en todo el día.

Segunda división 

American FootballDonde viven las historias. Descúbrelo ahora