"Algún día te provocaré"

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—Gracias— Contesto cuando Hunter me da el helado de oreo, sonríe.

—De nada— Me guiña un ojo y me abre la puerta de su Porsche. Entro, me cierra la puerta y después camina alrededor para llegar a su lugar.

—Se me está derritiendo todo, que estrés— Le digo cuando ya estamos solos. Voltea a ver mi desastre pero en realidad no le da importancia.

—¿Lo lamo por ti?— Pregunta según el inocente pero claro que tiene doble sentido. Lo volteo a ver frunciendo los ojos.

—Ha ha ha ha, que gracioso— El sarcasmo se nota al 100% y se ríe.

Hunter como la buena persona que es, después de haber llorado encima de el se apiado de mi y me fue a comprar un helado de mi nieve favorita: oreo. Él eligió uno de pistache. Asco, detesto el pistache.

—¿Entonces? ¿Que harás estás vacaciones?— De la nada me pregunta y me tiende unas servilletas para que pueda limpiar el cono y el chorreo. Volteo a verlo con una ceja alzada. Me mira esperando respuesta y después de unos segundos le contesto. Entonces recuerdo que en una semana salimos de vacaciones.

—En realidad no se. Papá y mamá están en Londres haciendo quién sabe qué y la verdad no creo que salgamos— Asiente levemente y ya no me dice nada al respecto pero yo no quiero terminar la conversación ahí.

—¿Pero para que me preguntas?— Continuo.

—No, solo era curiosidad.

—Hunter, en serio, dímelo— Insisto. Suspira y luego me sonríe tímido.

—Es que papá y mamá traen está idea...— Mueve sus manos tratando de buscar la palabra correcta para describir el problema.
—Loca de ir a Cancún en vacaciones con toda la familia ósea mis primos y ellos insisten en que te invite por tu cumpleaños y además porqué te quieren conocer aún más— Me quedo callada analizándolo todo lentamente.

Hunter me hace una cara de terror por mi silencio y como no contesto se altera un poco.

—Pues tenemos un trato ¿no?— Le recuerdo y el asiente lentamente. —Me quede a dormir un día contigo... ¿Qué tan malo podría ser?— Le pregunto y el concuerda con un gesto.

—¿Entonces eso es un sí?— Me dice y luego muerde su labio inferior viéndose sexy.

—Tengo que pedir permiso...— Y eso hace que el sonría como niño chiquito. Aaa que adorable. —Pero oye... ¿Como sabes que cumplo años en vacaciones?— Le pregunto y de la nada la sonrisa cambia a una coqueta.

—Preciosa, soy Hunter Lancer— Ruedo los ojos.

—¿Como saben tus papás sobre mi cumpleaños?— Rehago la pregunta y ahora si se queda callado. Una sonrisa nerviosa aparece en su rostro.

—Tal vez yo influí un poco— Confiesa haciendo un gesto de poquito con sus dedos. Niego varias veces y sonrío.

Segunda división

—¿Qué fue lo que te dijeron tus papás?— Valerie me pregunta cuando termino de contarle lo de Hunter. Está emocionada, lo puedo ver en sus ojos.

American FootballDonde viven las historias. Descúbrelo ahora