━━ 012. Tiempo fuera

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—Mierda —mascullaste, dando pasos torpes hacia atrás mientras el Soldado del Invierno venía a zancadas directo a ti.

Te echaste a correr, arrepintiéndote de haber disparado esa bala, no le había causado nada en absoluto a ese hombre, sólo enfurecerlo.

Fury te había mandado a esa base de HYDRA para robar un par de documentos sobre los retorcidos planes de Alexander Pierce y tú aceptaste sin imaginar que en ese lugar estaba el Soldado Del Invierno, uno de los mayores asesinos de HYDRA.

La peor parte es que estabas sola, Steve y Natasha se encontraban en una misión diferente, así que, en resumen...estabas jodida y posiblemente sentenciada a morir. Pero tenías que sobrevivir sí querías evitar que Pierce matará a millones de personas.

Escuchabas el trote del Soldado detrás de ti y corriste más rápido, tú instinto de supervivencia te guiaba solo por todo el lugar. Una bala atravesó el muro cerca de tu cara mientras dabas la vuelta, y esa sólo fue la primera de una ráfaga de balas.

Mandaste una granada de humo hacía atrás y eso te ganó tiempo para esconderte en la primera habitación que encontraste. Trataste de comunicarte con Maria pero la señal era pésima, resoplaste antes de esconderte detrás de un escritorio y aprovechaste para recargar tú arma con más balas.

Tenías la respiración fuera de control, el corazón te latía desbocado, rezaste al cielo para salir de ahí viva mientras aferrabas a tú pecho la carpeta que contenía los documentos por los cuales estabas ahí. Escuchaste la puerta abrirse de golpe, tus sentidos desarrollados a su límite te permitían saber hacía donde se movía tú enemigo y cuando lo sentiste cerca, pateaste el escritorio hacía él lo que provocó que chocara contra la pared.

Usaste el momento para dispararle y salir corriendo de nuevo pero él logró alcanzarte. Te tiró al piso para inmovilizarte y levantó su puño para golpearte el rostro lo cual evitaste al darle un rodillazo en su masculinidad. Ahora fuiste tú quién te pusiste sobre él y lo golpeaste en el rostro unas tres veces antes de que él soldado tomara tú cuello con su mano metálica. Te miró lleno de furor y con una extraña sonrisa mientras tú rasguñabas su cara para que te soltara.

—Hijo de puta, ¿esto te divierte? —musitaste al ver que no dejaba de sonreír.

Él no te respondió. Fingiste que te faltaba el aire y luego cerraste los ojos para seguir con tú actuación. Él te soltó como esperabas y colocó tu cuerpo en el suelo, escuchaste como desfundaba su pistola...eso no te lo esperabas.

—¡Espera! —exclamaste, levantándote del suelo— Tiempo fuera.

—Es tú fin, niña. —espetó él, tú reíste.

—Yo diría que no —replicaste.

En un rápido movimiento, tomaste su brazo y lo golpeaste hasta que él soltó su arma. El soldado te miró furioso y se aventó a ti haciendo que retrocedieras hasta que caíste acostada al escritorio y él encima de ti, su cuerpo era demasiado pesado. No tenías salida y algo realmente loco se te ocurrió: Besarlo.

Y lo hiciste.

¡¿Lo hiciste?!

Sí, lo hiciste.

No sabías que demonios estabas pensando pero al parecer tu loca solución dio resultado. Él te correspondió el beso. Enredaste tus dedos en su cabello al mismo tiempo que movías tus labios con desesperación.

El soldado te tomó de la cintura y se movió sobre tu cuerpo provocando algo extraño en tú interior. Querías que nunca se detuviera pero no podías dejar que millones de personas murieran por un momento de calentura. Te mordió el labio, tomó tú trasero con su mano de metal y eso fue suficiente para ti. Cambiaste la posición y ahora estabas sobre él.

—Lo...siento —dijiste entre besos.

Sacaste tu varilla eléctrica y se lo clavaste en el costado hasta que dejó de moverse por las fuertes descargas eléctricas. Te bajaste lentamente de él sin dejar de mirar su rostro y le besaste la mejilla. Sabías que era la última vez que lo verías.

—Adiós soldado —murmuraste con una media sonrisa. Y saliste de la habitación.

𝕭𝖚𝖈𝖐𝖞 𝕭𝖆𝖗𝖓𝖊𝖘 ( 𝖒𝖚𝖑𝖙𝖎𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊 )Where stories live. Discover now