Infinity (Wolverine) [L.1]

Capitulo 67. ¡Feliz Cumpleaños, Maya!

Las prendas ya están bien colocadas encima de mi cuerpo aprisionándome la piel horriblemente ante lo ajustadas que son y de igual forma, con el característico aroma a ropa nueva. Storm, guiada por las indicaciones de Skyler y la emoción que la carcome me ha acompañado la mayor parte del día y así mismo, me ha mantenido lejos del gimnasio, de mis amigos y Logan.

Hace unos cuantos minutos me ha dejado solitaria en mi habitación, dejándome maquillada tal cual payaso. Bueno, al menos yo me siento así porque en el espejo no se nota las plastas de maquillaje que llevo encima; como otra cosa elaborada de su parte, me ha puesto uñas postizas en color rojo cereza, quedando bastante simples pero simpáticas a decir verdad. Me miro en el espejo y en parte no me reconozco pero tengo que admitir, que me veo bastante bien.

Suspiro, arrojándome con nada de cuidado al colchón. La falda no se alza demasiado debido al ajuste pero si lo suficiente para que me sienta incomoda y la arregle. Bueno, debería de haber llegado ya Norman, ¿no? Él es quien me llevara a su "gran evento".

De momento a otro me pregunto, ¿el Profesor vendrá? Me causa gracia imaginándomelo en su silla de ruedas bailando con los alumnos, con unas cuantas varitas de neón en las manos, unas cadenas plásticas colgando del cuello y un gran sombrero de fiesta en la cabeza e incluso, para darle un toque más, unas gafas en forma de estrella enormes.

Mientras carcajeo sola se escucha como tocan la puerta. Bufo, >>ya era hora<< pienso, caminando a ver de quien se trata

-¡oh, pero que sorpresa verte aquí! –Exclamo con sarcasmo al ver a Reedus delante, acomodándose una corbata. ¡Esperen! ¿Corbata? –. ¿Por qué estas usando eso? –indago, barriendo su imagen en la que el gran Norman "Galán-Controlador de Energía" Reedus Alias Explosive, está utilizando un traje de primera mano.

-Skyler me ha hecho usarlo –murmura, intentando ser no ahorcado por su corbata a lo que suelto una risita burlona, recargándome en el marco de mi puerta –. ¿Puedes ayudarme? –Cuestiona necesitado, dándose por vencido. Niego – ¿Por qué?

-porque tampoco se hacer nudos de corbata, Norman –rezongo con obviedad, acercándome para desanudarlo un poco, lo suficiente para que quede un tanto cool –. Déjalo así, ahora... arremángate las mangas –ordeno, a lo que enarca una ceja –haz caso

-Skyler va a matarme si lo hago, ¿lo sabes? –Dice, a lo que blanqueo los ojos con diversión

-es mi cumpleaños, haces lo que yo diga. Ahora, arremángate las mangas –ordeno una vez más, a lo que a regañadientes obedece sumiso –. Te vez mejor que antes pero, ¿sabes qué? Quítate el saco y déjate el chalequito con las mangas arriba

-me matara, te lo aseguro –murmura, haciendo lo dicho como un lindo cachorrito. Hay, ¿qué clase de comparaciones hago? –. ¿Ya? –Indaga alzando los brazos. Asiento con una sonrisa entre mis labios, tomando su brazo para tironearlo a donde nos han dicho –quien te debería llevar soy yo no tu a mí –refuta, tratando de sujetarse de mi mano

-lo sé pero, ya quiero ver lo que sea que haya hecho Sky –comento, sin siquiera dejar de tirar un solo poco de su mano a lo que creo que ya me estoy sobrepasando, así que lo suelto considerablemente calmando mi andar –. ¿Es algo lindo? –Indago de pronto, haciendo que ría

-es lindo y grande –susurra mirándome con ternura. Supongo que mi rostro debe de mostrar la emoción de una niña de seis años –no puedo creer que cumplas veinticinco años y ni siquiera nos lo habías dicho –dice de pronto

-no fue que no se los quisiera decir, simplemente... no lo festejo. Nunca tuve la suerte de tener personas que me soportaran, mucho menos que me apreciara –confieso tímida, ocultándome en las hebras de mi corto cabello a lo que me detiene, haciéndome verlo

-hermana, nosotros ni siquiera te queremos, nosotros te amamos... ¡todos en esta enorme escuela! –Exclama energético, sacándome una risita, recibiendo prontamente un abrazo –todos te amamos, Maya y no tienes que hacer nada al respecto para que sea así –murmura, guiándome al fondo del pasillo, donde se logra ver las puertas al lugar –. Te recomiendo que esperes un momento. Tomate un respiro –agrega, a lo que asiento un tanto nerviosa, preguntándome qué demonios hay al otro lado

Cierro los ojos, sujetando con fuerza de la mano de Norman para que me guie al interior del lugar. Suspiro tras unos cuantos pasos, tomando la fuerza suficiente para abrir los parpados

-¡Sorpresa! –Gritan al unísono todos a mí alrededor, encendiendo música ensordecedora, luces brillantes en tonos neón y ni hablar de todo el confeti lanzado que hasta se me ha metido en la boca al abrirla de la sorpresa. Aplauden y cantan la típica canción de cumpleaños Happy Birthday, envolviéndome en un mar de lágrimas porque hasta los alumnos están aquí, apoyándome

-¡ven acá, hermana loca! –Chilla Skyler, vestida con un elegante y ajustado vestido de satín azul –feliz cumpleaños, Maya Simpson –murmura en mi oído una vez que me ha atrapado en un fuerte abrazo de oso al cual invita seguido a Norman –. Espero te guste la fiesta en tu honor –dice, sujetando de mi brazo para introducirme en la gran celebración

-¿Dónde está Logan? –Interrogo curiosa al no verlo por ninguna sola parte del lugar a lo que la pecosa suelta una risita y el castaño un gruñido

-debido a tu hermano tendré que llevarte yo –canta alegre, llevándome hasta otras puertas que no sabía que existían. Caminamos por una serie de pasillos hasta llegar al despacho del Profesor, lo cual se me hace extraño –. Charles ha dejado que usen un momento el balcón, pero luego tienen que volver a la fiesta y después continúan con lo suyo, ¿sí? –Asiento sumisa, andando timorata hasta donde ha dicho.

De nuevo suspiro, tomando las palancas que poseen las puertas en lugar de chapas. Apenas abro, una suave brisa me envuelve junto a la luz de la luna y en el barandal, Logan esta recargado, vistiendo un elegante traje

-bonita vista, ¿he? –digo vivaracha, acercándome con gracia a su lado. Voltea, sonriéndome de lado, extendiendo su mano para guiarme a un abrazo

-feliz cumpleaños, Maya –susurra contra la piel de mi cuello, provocándome escalofríos y aún más cuando planta un beso –. ¿Qué tal estuvo?

-aún no se termina, Howlett –agrego con gracia, sorprendiéndome al cambio de color de sus marrones ojos ante la luz proveniente de la luna –, si te refieres al grito que me aturdió por completo, pues estuvo bastante sonoro –exagero a mi explicación a lo que ambos reímos.

Doy media vuelta, quedando con sus brazos por mi cintura donde se juntan sus manos con las mías hasta mi abdomen y su cabeza queda posada sobre mi hombro. No me quiero ni imaginar cuanto se tiene que agachar, pero solo es una cabeza y media más alto que yo y aparte, estoy utilizando tacones.

-tengo algo para ti –informa después de unos minutos de silencio, lo cual me confunde. Sus brazos dejan de envolverme e intento voltear aunque él no me deja –. Lo elegí pensando en ti –masculla, provocando que me sonroje

-deja de ser tan cursi una vez, ¿sí? –pido tímida, desacostumbrada todavía a recibir esa clase de muestras de cariño. Quita mi cabello, haciendo espacio para poner una cadena de plata con el dije de un infinito.