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—Se necesita niñero urgente —leyó el papel pegado en la farola, con unos pequeños recortes con dígitos en ellos. Miró a su amigo, esperando que le respondiera algo.

—¿Pero pone ahí cuánto paga? —elevó su ceja, cruzándose de brazos. Niall apreciaba a Louis mucho, pero estaba claro que su amigo siempre había sido muy lanzado a las cosas sin pararse a pensar en qué podría suceder, las consecuencias o los pros y contras, es decir: un completo idiota.

—No, la verdad es que no —negó con la cabeza, volviendo a comprobrar si en aquel anuncio ponía algo—. ¡Niall, sí que lo pone! —y ahí estaba él, negando con la cabeza porque realmente su amigo tenía retraso mental.

—Déjame ver a mí, quita, quita —lo empujó a un lado y se puso enfrente de la farola—. "Urgente —empezó a leer en alto. Con suerte a Louis se le quedaba algo en la cabeza—. Se busca niñero/niñera para niña de tres años. 20 libras la hora. Martes, miércoles y jueves de tarde (15h a 20h). Calle XXX, número XX. Atentamente, Harry Styles". Y aquí está su número —comentó arrancando un pequeño papel de la misma hoja—. ¿En serio de hoy en día siguen poniendo este tipo de anuncios? Existe internet —rodó los ojos, buscando en su mente los probables problemas de colocar un anuncio así en la calle, donde cualquiera puede verlo. Bueno, en internet era igual.

—Llamaré —cogió el papel de la mano de Niall, con una brillante sonrisa, soñando despierto con todo lo que podía hacer con su primera paga.

—Cálmate Louis. Te noto demasiado emocionado. Imagínate que no te contrata.

—Pero que negativo, Niall —lo miró con desdén—. Soy un encanto y tengo muchísima experiencia con los niños.

—Tus hermanos no cuentan. ¿O sí? A veces son un poco agresivos conmigo —se rascó la barbilla. En verdad los hermanos de Louis los solían tratar muy mal.

—Pero solo es contigo, les enseñé que un tal Niall Horan era bueno para ser un saco de boxeo —comentó como si no fuese la gran cosa. Niall también lo golpeó "como si no fuese la gran cosa".

—Te odio tanto.



Los dos chicos siguieron peleando calle arriba, hasta que llegaron a una tienda de cómics y entraron. Louis hizo una lista mental de todo lo que se iba comprar en cuanto tuviese dinero. Niall sólo se alejó de él, para que no los relacionaran.

Al dar las ocho de la noche los dos se separaron, volviendo cada uno a su casa por caminos distintos, porque para la suerte de Niall no tenía que ser vecino de Louis. Eso sí que podría ser un caos.

Ese día Louis se durmió contento, lleno de ganas de conseguir ese trabajo y poder comprarse el nuevo pack especial de Star Trek.


*


Unos temblores en su cama lo hicieron abrir los ojos de golpe, enfocando la vista para dar con el problema de aquello. La pequeña Kim saltaba como desquiciada a un lado de él, completamente recargada de la energía que solía tener. Suspiró, porque sabía que era muy temprano y no quería estar despierto. Agarró a su hija por las piernas, provocando que gritase por el susto y haciéndola caer sobre la cama, ahora riendo.



—¿Qué formas son éstas de despertar a papá? —preguntó Harry con un tono de voz enfadado, aunque realmente no lo estaba.

—¡Las mejores, las mejores! —gritó riendo la menor.

—¿Ah, sí? —elevó sus dos cejas y se sentó sobre la cama, mirándola— ¿Segura?

Youth !PAUSADA!Where stories live. Discover now