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Había pasado una semana desde que Louis había decidido trabajar pero realmente no se acordaba. El papel con el número del señor Styles seguía abandonado dentro del bolsillo del vaquero que llevaba aquel día. Pero bueno, Louis era así siempre. Muy olvidadizo y tonto.

Al ser viernes por la tarde, aún le quedaban dos días más para terminar el proyecto que le había mandado el profesor de biología. Así que estaba estirado sobre su cama boqueando como un pez, cuestionándose si debería levantarse e ir a por comida o quedarse más tiempo en aquella posición.

Quién iba a decirle que a sus dieciocho años estaría repitiendo último curso del instituto. Porque sí, Louis debería estar en la universidad. Pero por su gran vagancia, amnesia selectiva no afirmada por doctores y sus hobbies estaba repitiendo a sus dieciocho años. Su madre se lo esperaba, así que tampoco hizo una gran pelea pero si lo castigo en verano sin poder ver ningún estreno de Marvel o cualquier cosa que tuviera que ver con superhéroes.

Y menos mal que existía Niall para recordarle las cosas.

—¿Sí? —respondió con cansancio al móvil.

—Louis, sigues vivo —suspiró sintiéndose con una carga menos.

—¿Por qué iba a estar muerto? —frunció el ceño enfocando su mirada en el techo.

—Porque eres demasiado descuidado —aclaró con un tono inteligente y eso le basto a Louis para saber que era verdad.

—Bueno. ¿A qué se debe tu llamada?

—Para recordarte que querías trabajar y tener dinero —al otro lado de la línea el rubio rodó los ojos en cuanto escuchó a Louis coger aire sorprendido.

—¡Es verdad! Me había olvidado por completo. Gracias, Niall. Dios debería darte un lugar en su mansión —se levantó trabando su móvil entre su oreja y hombro, para buscar el número del señor Styles.

—A ti no debería dártelo. Sería un caos tenerte ahí.

—Admite que sin mí te aburrirías. Jesucristo no es mejor que yo.

—Sí tu madre te escucha decir eso te echa de casa —rió.

—Puede ser.

Cuando logró dar con el pequeño papel sonrió, desdoblando y comprobando que todo estaba bien, aún escrito y legible.

—¿Debería llamar? —de nuevo se echó sobre su cama— Me da algo de vergüenza.

—¿Eres idiota, Tomlinson? Llama de una vez, la figura de capitán Spock no se va a pagar sola.

—Entonces tengo que colgarte —dijo con tristeza fingida.

—No te preocupes, no te haré pasar ese mal trago.

—¿En serio? Aw, Niall eres un lin--- ¿Niall? Hijo de puta —masculló en cuanto escuchó los pitidos indicando que le había colgado.

Apartó el móvil de su oído para marcar el número del que podría llegar a ser su futuro jefe, y de nuevo lo devolvió a su posición, sin pensárselo dos veces hacía pulsado el botón para efectuar la llamada y ya no había vuelta atrás. En realidad sí. Si quería podía colgar, pero ya habían pasado dos tonos y no quería que el señor Styles lo tomase por un loco. Necesitaba dinero.

—Buenas tardes, Harry Styles al habla —respondieron al otro lado, con una seriedad increíble.

—Sí, eh, hola —dijo nervioso y estuvo a punto de colgar por lo estúpido que había sonado.

—¿Puedo ayudarte?

—Claro. Llamaba para el empleo de niñero —respondió con claridad.

—Genial —y aquel señor sonó bastante animado—. Me vienes de perlas, justamente hoy necesito que alguien cuide de mi hija. ¿Te parece bien tener tu primer día de prácticas? Así puedo saber si realmente debería contratarte o no. Sólo serían dos horas.

Youth !PAUSADA!Where stories live. Discover now