Tras seis años del Weirdmageddon, el demonio Bill Cipher logra recuperar su forma física. Y ahora él intentará regresar a su dimensión al verse atrapado en el mundo de los humanos.
Sin embargo, no podrá hacerlo solo. Así que tendrá que verse oblig...
Son las 10:00 am y los primeros clientes, o más bien futuros engañados, ingresan a la Mystery Shack. Un entusiasta y bien vestido Stan Pines les espera en la puerta, sosteniendo una amable sonrisa que esconde por detrás puros pensamientos viles de cómo los va a estafar hoy y de cuánto dinero aproximadamente logrará ganar al final del día.
Y entretanto el anciano se dedica a iniciar el tour, en la tienda de regalos residen tres sujetos: el fiel Soos y los hermanos Dipper y Mabel Pines.
Los dos castaños están echados sobre el mostrador y luchan contra el terrible peso de sus párpados, pues las ganas de dormir que tienen son gigantescas. Dipper apenas pudo conciliar el sueño y más encima se vio obligado a ir a una "aventura épica" junto al insoportable Bill Cipher. Por otra parte, Mabel, no tuvo más remedio que esperar despierta, junto a sus amigas a modo de apoyo moral, el retorno de su hermano.
—Chicos, ¿por qué esas caras? —pregunta Soos mientras se dedica a barrer—. Si están tristes puedo traer a Ariel.
Cierto, Soos y Melody son los felices padres de una hermosa criatura, de tan solo cuatro años, llamada Ariel. Y esa niña es un retoño repleto de azúcar, lo que la convierte, probablemente, en una Mabel en potencia.
—Ariel... eeeees... —la castaña se queda con la vista perdida en algún punto del lugar. Sus ojos se entrecierran de vez en cuando, bostezando y cabeceando al compás del aturdimiento— una bendición adorable...
—No hay de qué preocuparse, Soos, digamos que ninguno de los dos pudo dormir anoche.
—Verdad que Mabel hizo una fiesta ¿estuvo cool? ¿Sí? ¿No? —dice a la vez que alza y baja el pulgar—. Supongo que fuiste la reina del lugar.
—Fue solo una pijamada —con suerte es capaz de mover los labios, habla como si tuviese anestesia en estos. De improvisto empuña las manos, azota el mesón y de un respingo se endereza. Parece como si estuviera bajo los efectos del alcohol con tales gestos extraños y repentinos—. Pronto organizaré una fiesta enoooorme —alza los brazos, golpeándole a Dipper en la cara.
—Tú eres una chica cool, Mabel, pero esto no es nada cool —niega con la cabeza—. Deberías estar descansando. Puedo decirle a Melody que ocupe tu puesto.
—Yo estoy bien... puedo contro-...
Su cuerpo se desploma sobre el mostrador. Cayó en seco, ella no podía seguir aguantando por más que su mente lo deseara.
Y finalmente los ronquidos salen tras un par de segundos.
—Y... —Dipper toma un lápiz, le picotea el rostro y lo deja de hacer al notar ninguna reacción por parte de ella— se durmió. Soos, ¿te podrías hacer cargo de la caja por un rato? Tengo que ir a buscar algo.
—Claro, viejo.
—Gracias —habló sonriente.
Al igual que su hermana, Dipper, necesita dormir. Sin embargo, él está acostumbrado a trasnochar. Lo hace a menudo cuando un libro es demasiado interesante como para dejarlo o simplemente no alcanzó a hacer la tarea.
Y eso al parecer es una tonta ventaja en estos momentos.
Tan solo le duele, un poco, la cabeza y sus reacciones son más lentas. Nada grave del otro mundo.
Sale de la tienda de recuerdos y toma camino a la cocina, debido a que no alcanzó a desayunar y por lo tanto tiene un hambre de mil demonios. Sabe muy bien que no dormir ni comer son una pésima mezcla. Se ha mentido a sí mismo con la inestable promesa de que no lo volverá a hacer, no obstante, últimamente lo ha hecho más veces de las que puede recordar.
Se acerca al refrigerador y lo abre, observando un montón de alimentos nuevos y otros que llevan almacenados por mucho tiempo. En especial esa mitad de limón rancia y grisácea que aguarda desde el origen de la vida. Hace una mueca de asco y mira hacia otro lado, provocando que sus ojos se iluminen, pues ha hallado un alimento que podría rescatarlo de su terrible hambre.
Dipper ha encontrado... Un taco.
—Un taco —sonríe como todo un depredador y extiende su brazo para tomarlo, pero su estómago ruge y rompe su momento de éxtasis, ya que ciertas imágenes vinieron de improvisto a su mente. Las de un trauma que difícilmente será capaz de olvidar—. No gracias, aún recuerdo lo que me pasó la última vez que comí uno.
Aún no satisfecho del todo cambia de idea. Respira hondo antes de sacar el queso y un recipiente con tomate que quedó del día anterior. Los deja en la mesa y busca algo de pan para luego armase un sándwich.
Y de un momento al otro lo hizo desaparecer en su boca como por mera arte de magia.
Se levantó para guardar las cosas, pero de la nada surgió en su cabeza el nombre de "Bill" y un millón preguntas sobre lo que estaría haciendo ahora.
—Me pregunto si habrá comido algo ese rubio torpe... —murmura Dipper.
Él está convencido de que realmente no le interesa en lo absoluto el demonio, sin embargo, su compasión de ser "buena gente" le hizo retractarse.
Sí, terminó haciéndole un sándwich.
Se dirigió a la puerta de su habitación con una velocidad increíble, ya que Soos no podía cubrirlo por mucho tiempo. Sacó la llave de su bolsillo e ingresó al lugar, sin inmutarse en dar aviso de quien era. Volvió a dejar el seguro puesto, quedándose después envuelto en un reinado de mudez y sombras.
—¿Bill?
Su voz retumba y un, apenas audible, eco se expande. ¿Se habrá ido? No lo sabe, pero eso se supone que debería de estar bien. Eso es lo correcto y sabía que en algún momento iba a pasar.
Lo anheló tanto que su presente le es incierto.
A un ritmo lúgubre se acerca a la cama, descubriendo que está perfectamente ordenada. Le dedica la vista al velador del costado para encontrarse con su teléfono celular sobre este. Lo toma entre sus dedos con el simple objetivo de revisar el historial, mas se arrepiente.
Se sentó en la orilla de la cama y depositó el sándwich a un lado.
¿Y ahora qué? ¿El verano volvería a tener su rutina ordinaria? Le cuesta aceptarlo. Traga un poco de saliva. Se talla los ojos para verificar si está soñando, pero todo retumba en su solitario ahora.
Siempre vuelve ahí.
No lo va a admitir nunca, pero haber gastado su tiempo con ése intento de humano fue divertido.
Lo va a extrañar.
Continuará...
N/A: raios wey, pueden matarme, pero si me matan no sabrán lo que pasó con Bill :'U
ML WVYV HVMGRIHV GIRHGV, ZFM GRVMV VO IVHGL WVO EVIZML WVHKFVH WV GLWL
Quiero aclarar que cuando hago estos códigos les debo sacar los tildes a las palabras, porque sino fallan :v
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Lo hice yo *c muereh de la berguensa :v* creo que si me da el tiempo empezaré a hacer la multimedia y así dejaré de robar imágenes zukulentas xD
Espero que tengan un lindo fin de semana y la pasen muy bien en sus vacaciones.
