Todo de mí. PRONTO EN FÍSICO

Capítulo 2

Capítulo 2

Madrid 2006

—¡Nick, rápido que llegamos tarde! —Sam grita desde la escalera. Está histérica, aunque en realidad no puedo culparla. Hoy hay una presentación artística en el colegio y ella es la protagonista de la obra de teatro.

—¡Ya voy!

—¡Voy a despedirme de mamá!

La madre de Sam es mi nana. Cuando nací mi madre tuvo algunas complicaciones y fue cuando Elsa llegó a nuestra casa para hacerse cargo de mí, cuando mi madre estuvo mejor ella siguió ayudándola. Cuando tenía cinco años el esposo de mi nana falleció y ella trajo a su pequeña hija con ella. Desde ese momento Samantha se convirtió en mi hermana.

Cuando llego al final de las escaleras mi padre sale de su estudio y me sonríe, lo abrazo a modo de saludo y el me envuelve en sus brazos dejando un beso en lo alto de mi cabeza.

—Irás a la presentación ¿verdad?

—Por supuesto. Hoy no voy a la oficina, solo debo pasar por tu madre que está una reunión que no podía posponer.

—¡Genial! Voy a tocar frente a todos por primera vez. Estarás orgulloso de mi —papá me hace alejarme un poco y acuna mis mejillas entre sus manos.

—Yo siempre he estado orgulloso de ti, Nick.

—Yo también lo estoy de ti. Eres el mejor papá del mundo.

Sam me jala de un brazo para apresurarme y a penas me da tiempo de despedirme de mi nana. El colegio al cual vamos no queda demasiado lejos de mi casa solo unas cuantas cuadras por lo que nos vamos corriendo. En una de las esquinas no me doy cuenta que alguien viene corriendo en la dirección contraria y ambos terminamos chocando. Caigo contra el suelo y me quejo porque me golpeo el trasero y el brazo izquierdo.

—¡Ey! Lo siento. ¿Estás bien? —un chico esta acuclillado frente a mí y me mira preocupado. Si no estuviese adolorido me hubiese reído de su acento. Se nota que es extranjero.

—Sí. Estoy bien —tomo la mano que me ofrece y con su ayuda me pongo de pie.

—¡James, vámonos! —otro chico pasa por nuestro lado y lo llama, el chico me sonríe y se va corriendo tras el otro.

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—¿Dónde están? —Sam y yo estamos detrás de la cortina del teatro viendo a las personas que poco a poco están llenando las butacas del teatro del colegio. Mis padres y mi nana aún no han llegado.

—No contestan —digo colgando el teléfono. He llamado a mis padres varias veces y ninguno contesta.

Las presentaciones comienzan. Hago la mía con la orquesta y mis padres no aparecen por ningún lado. El acto principal comienza, la obra de teatro sigue su curso hasta terminar y ellos no llegan.

Sam está que echa chispas de lo molesta que está porque quería que su madre la viese actuando, pero yo estoy preocupado, mis padres jamás hubiesen faltado. Algo debió suceder, pero lo que más me perturba es que no me hayan llamado para decir algo, ni un mensaje ni nada.

—Nicholas, Samantha... —nuestro profesor encargado nos llama y por la expresión en su rostro sé que algo malo está pasando— Los señores tienen algo que decir —me doy cuenta de dos policías que están a su lado y mi cuerpo entero se tensa.