CAPÍTULO 5

6K 513 30
                                    


CAPÍTULO 5


Madrid 2006

Maldita sea, Hans. Deja de ser un dolor en el culo. ¡Ya te dije que no lo haré! — hablo mientras vamos de regreso al lugar donde nos estamos escondiendo— Te he dicho que seducir a alguien significa coquetear, besar y a veces llegar al sexo y tú malditamente quieres que lo haga con un hombre.

—James ya que te dijo que, si existiera, aunque sea la mínima posibilidad lo haría yo y créeme que lo intenté. Me insinué a Nicholas, pero no se le movió ni un pelo, pero cuando eres tú quien le habla se pone nervioso ¡tal vez hasta le gustas!

—Ni lo sueñes, no lo haré.

Seducir a Nicholas es peligroso. De hecho, jamás debí  acercarme a él, ese día en el hospital debió ser la última en verlo. Nunca debí hacerle caso a mi hermano. Ese chico me pone nervioso, las sensaciones que despierta en mi tenerlo cerca me confunden, me desconciertan. No me considero cerrado en mi sexualidad, pero jamás había llamado mi atención un hombre, pero Nicholas... ese chico es peligroso, peligroso para mí.

Al llegar al destartalado edificio donde nos estamos quedando subo las escaleras casi corriendo solo para evitar la palabrería de Hans. Cuando entro en la diminuta habitación me paralizo porque ese hombre está con las manos alrededor del cuello de mi madre mientras apunta su cien con un arma.

—¡James! Qué bueno que llegaste. Estaba a punto de hacer un trato con tu madre —la mano en su garganta baja por su pecho y enrolla el brazo en su cintura tirando de ella hacia atrás. Hacia su asqueroso cuerpo.

Sin pensarlo Hans y yo nos abalanzamos, pero no alcanzamos a dar más que unos cuantos pasos porque otros hombres a los que no había visto nos toman desde la espalda. Mario Donnelli quien ha sido mi peor pesadilla se ríe de nosotros mientras sigue tocando de manera asquerosa a mi madre.

—¡Suéltala maldito hijo de puta! —Hans grita.

—Cállate niño —me mira directamente—. James, James, James. Me caes bien muchacho así que te daré dos meses para pagarme y largarte de esta ciudad o si no me voy a cobrar la deuda con tu hermosa madre.

Cuando se va pasa por nuestro lado golpeando nuestras mejillas al mismo tiempo. Mamá no deja de llorar mientras se deja caer en el suelo. Los hombres que nos retienen nos sueltan de un empujón y corremos hacia nuestra madre. La rodeamos en un abrazo y su llanto aumenta mientras se aferra a nosotros.

—¿Qué te hizo? —exijo saber— ¡Mamá!

—No alcanzó a hacer nada, no se preocupen.

Mi hermano me mira mientras la abraza con más fuerza. Sin decir una palabra me da a entender lo que quiere decirme. Aunque no quiero asiento porque sé que no tengo más remedio. Debo conseguir el dinero para pagar nuestra deuda y largarnos de este país y la única forma es Nicholas.

______________________________________


—Es hora de dar el paso —estamos sentados en las escalinatas de un museo mientras vemos a la gente pasar de un lado a otro.

—¿Te refieres a Nicholas? —asiento— ¿Confesarás tus sentimientos? —pregunta con burla.

—Cállate tarado, esto es algo que no quiero hacer, pero tienes razón, no tenemos otra salida. Menos en tan poco tiempo.

Todo de mí. PRONTO EN FÍSICOWhere stories live. Discover now