Park ChanYeol, un estudiante universitario de 20 años, lleva largo tiempo en una relación con la chica más hermosa de High Gangnam University, Park Joy. Él jamás había cuestionado su sexualidad, ni por un momento. Aunque veía a sus mejores amigos y...
Síiiii, pero no en Seúl. Amor, hoy es viernes y es de noche...Te extraño, a ti y a Parkkie :c
Te mando esta fotito.
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Qué linda foto, ¿verdad? Fue de cuando cumplimos un mes ajajdjssk ¿recuerdas, amor?
Lo recuerdo.
¿Que harás mañana? 😍
Saldré con JongIn, KyungSoo y algunos amigos más. ¿Qué hay de ti?
¿Cuales amigos más? 😣
SeHun, LuHan, JongDae, MinSeok y BaekHyun.
Ah. Buena noche, Park ChanYeol.
Buenas noches, Joy.
Dime gorda :c
Buenas noches, gorda.
Visto 11:53 p.m.
Park Joy creía que era demasiado joven, muy joven como para que le fuera mal en el amor.
Ella lo había notado, no estaba loca. Quizás un poco paranoica. Pero loca, no. Eso jamás.
Joy se había percatado de la indiferencia de ChanYeol desde hace mucho. Estaba distraído, distante. Actuaba como si ya no quisiera estar con ella, y eso le enojaba. Lo sentía así, incluso desde antes de la llegada de BaekHyun. No la llamaba, no le enviaba mensajes de texto voluntariamente, ya no decía que era linda y no quería tener sexo. No era justo para ella.
La guapa muchacha arrastró los pies hasta su habitación y se dejó caer boca abajo sobre la cama, sin soltar el celular que sostenía en una mano.
ChanYeol era guapo, sí. ChanYeol venía de una familia millonaria, también. Pero eso a Joy no era lo que la volvía loca por ese gigante hombre. Toda su atención y su cariño se concentraban en algo que sólo ChanYeol podía darle: Parkkie. Y la actitud de su novio, claro, pues también era un chico respetuoso e inteligente. Pero su mejor atributo era Parkkie. Parkkie, Parkkie, Parkkie.
Habían empezado a salir dos años atrás. Al principio de la relación, a Joy no le gustaba ChanYeol. No le gustaba más que cualquier chico guapo que conocía. Recién, luego de algunos meses juntos, comenzó a sentir cariño por él.
Empezó a creer que ChanYeol era el novio perfecto para ella, que eran como dos piezas de rompecabezas que encajaban bellamente juntas. No era el amor lo que le hacía pensar así, sino la popularidad del alto chico en la universidad y su clase social.
Para Joy, formaban la pareja perfecta, pues ella también era hermosa y muy popular.
Todo era tan ideal... Claro, hasta que llegó ese chico de trasero redondo.
Joy no era ciega. Podía enumerar los defectos de su novio y reclamarle toda una vida por ellos. Comenzando por esas orejas terriblemente grandes y anormales, y terminando por esas piernas demasiado largas y delgadas. Joy odiaba eso de ChanYeol. Pero lo quería también, ¿no? Era su novio, por supuesto que lo quería.
Al día siguiente...
—¡Nos vamos de rumba!—gritó Chen, meneando la cadera.
Subió al auto de JongIn, posicionándose en el asiento trasero. Como no había espacio, para su suerte realmente, MinSeok tuvo que ir en sus piernas.
SeHun iba en el asiento del piloto. A su lado, de copiloto, iba LuHan, su casi novio. En los asientos de atrás se encontraban MinSeok, encima de JongDae; JongIn, sentado en las piernas de KyungSoo; y un muy incómodo ChanYeol, presionado contra la luna del auto por no querer llevar a BaekHyun sobre sus piernas.
—¿Cuánto tiempo nos quedaremos?—preguntó LuHan, recargándose en el respaldar de su asiento.
—¿Trajiste una tanga aprieta nalgas?—susurró SeHun a su lado.
—... Sí, patrón.
—Entonces, tú y yo quizás nos quedemos los próximos diez años.
—Cállate.—susurró el estudiante chino, intentando esconder la media sonrisa que se dibujaba en sus labios. Se giró hacia los chicos en el asiento de atrás y repitió la pregunta.—¿Cuánto tiempo nos quedaremos?
—Soosie tiene una casa de playa, así que pasaremos la noche ahí. Mañana podemos volver.—contestó JongIn, tomando las manos de KyungSoo y obligándolo a rodear su cintura.—¡Sostenme, amor!
—Hey, Yeol.—lo llamó SeHun, mirándolo por el espejo retrovisor.—¿No estás incómodo?
—No.—se limitó a responder. Su boca prácticamente besaba el vidrio.
—Deberías cargar a Baek, ya sabes, para estar más cómodos.—canturreó JongDae, meciéndose de un lado a otro con su novio encima.—Porque casi no hay espacio.
Y así fue como JongIn terminó en las piernas de ChanYeol y BaekHyun sobre las de KyungSoo.
—¡Creo que ese es un pikachu!—exclamó JongIn, removiéndose sobre su lugar, mirando directamente a la ventana.
—Joder, deja de mover tu trasero.—gruñó ChanYeol.
—Nini, cálmate.—murmuró KyungSoo con voz suave.
—También juegas Pokemon Go?—le preguntó LuHan, dando media vuelta sobre su sitio.
—¡Sí!—exclamó un emocionado JongIn.—¡Y vi un pikachu!
El moreno desvío la mirada hacia MinSeok y abrió la boca sorprendido en una "o".
—Oye, Min...
Miró la pantalla de su celular y se rascó la nuca confundido.
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Nota de la autora:
Hola. ¡! Aquí les traigo una actualización.
Por cierto, para los que siguen mi otra historia (El niño que podía ver fantasmas (NoMin)), acabo de actualizarla. 💚
Gracias por votar y comentar en esta nueva edición. ¡! Los adoro.
