Crónicas de un hombre angustiado (ChanBaek, KaiSoo, HunHan)

Capítulo ¿final?

Las campanas de la Iglesia resonaron, dando a entender que eran las doce de la tarde.

KyungSoo secó sus manos sudorosas en ese pantalón azúl noche de vestir que mucho dinero había costado. Ladeó la cabeza quitando mechones de cabello negro lejos de su campo de visión y recién se dio en cuenta del diseño extraño de la ceremonia.

Rosas azules colocadas en cada extremo de los asientos; un enorme Piplup colgando del techo junto a un imponente Charizar y a JongIn con el traje de Pikachu esperándolo en el altar.

—¿Esta es una boda real?—preguntó su madre, quien había permanecido a su lado durante dos largos minutos esperando a que su hijo decidiera tomar su brazo y así lograran caminar hasta el altar.—Digo... Parece sacada de un programa cómico.

—Es real.—murmuró en respuesta.—Es ridículamente real y hermoso todo esto, mamá.

—JongIn como decorador es un encanto.—sonrió mostrando sus perfectos y blancos dientes.—Ahora vamos, no hagas esperar a tu futuro esposo.

—Sí, sí.—tomó el brazo de su progenitora y juntos comenzaron dando pequeños y cortos pasos hacia el altar, acompañados de la típica música en las ceremonias.

—¡No, no!—exclamó LuHan, poniéndose de pie sobre su asiento y señalando al encargado de las melodías.—¡Pon la que te dije!

El hombre asintió y detuvo inmediatamente la pista musical, haciendo que el cuerpo de KyungSoo se paralizara y su madre se confundiera.

—¿Qué está pasando, Kyung?—le susurró la mujer.

—Ese imprudente... —masculló, cerrando las manos en puños.—Estoy tan nervioso, mamá...

—Solo debe ser un error. El DJ ya lo está arreglando, hijo mío.

—Ojalá no sea una canción ridi-

Tú eres mi negrito rico y apretadito, negrito rico y apretadito. 🎶

—Oh, Dios.—la señora Do soltó una carcajada y comenzó a mover los hombros animosamente.—¿Qué es esta canción, Jesucristo?

—¡Tía, bailén hasta el altar!—los animó SeHun mientras movía las manos de un lado a otro.

Nooooooo, no me trates de engañaaaaar. 🎶🎶

—¡Vamos, KyungSoo! ¡Mueve esas caderas!—su madre lo tomó de ambas manos y comenzó a caminar junto a él con unos tremendos pasos de baile típicos de una ex rompe pistas asiática.—¡Eso, eso!

BaekHyun observó a todos sus amigos y luego a JongIn. El moreno reía y movía el cuerpo mientras esperaba por KyungSoo.

—¿Quién cantó esa versión? No es la voz del General.

—¡Yo!—Chen alzó la mano.—Y Minnie.

—Pero la idea fue de SeHun.—agregó el de mejillas regordetas.—Y LuHan le pidió a su presidente que nos dejara grabar en su estudio.

—KyungSoo debe estar muy enojado.—murmuró ChanYeol, escondiendo una pequeña sonrisa que amenazaba asomarse por sus labios.

—Será un buen recuerdo del que luego podrán reír.—dijo Kasper, acercándose el grupo de amigos con las manos en los bolsillos de su pantalón y una sonrisa melancólica que era para BaekHyun.—¿Cómo han estado?

—Bien.—contestó ChanYeol. Tomó con un brazo la cintura de su pequeño novio y lo atrajo hacia él.—Nosotros bien.

—¿A dónde irán de vacaciones?—preguntó, manteniendo la mirada fija en los ojos del pequeño que alguna vez lo rechazó.—Para relajarse del semestre.