¡Poompayah!

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—SeHun in your area... —murmuraba él, caminando por el pasillo de su facultad mientras se colocaba unos costosos lentes blancos de sol.—SeHun in your area...

—¿Qué te sucede?—preguntó LuHan al verlo.—Oh SeHun.

—I'm a boy, I know I am.—se quitó los lentes y le lanzó una mirada despectiva al chino.

—¡No debes... no! ¡Exijo que hables en un idioma que yo pueda entender, SeHun!—gritó, levantando su dedo índice en señal de queja.

—And I'm so hot, I need a fan.—sacó la lengua y arrugó la nariz.

—¿Có?—LuHan inclinó la cabeza hacia un lado, confundido.

—I don't want a boy, I need a man.—SeHun sonrió satisfecho y volvió a colocarse sus lentes.—Clic Clac...

—¡No puedes ignorarme para siempre solo porque quise meterte otro consolador!

—Nananana... Black to the Pink...

—¡Creí que ya lo habías superado!

SeHun se dio media vuelta y siguió su camino, haciendo oídos sordos a todos los reclamos de LuHan.

Él no quería que le metieran algo en el trasero, nunca más. Además, apenas había vuelto a caminar. Sus piernas aún parecían dos alambres demasiado separados.


Mientras tanto, en el patio principal de la universidad...

—Y como decía, vine aquí porque...

—¡SungJae!—exclamó una voz femenina con emoción.

—¿Joy?—SungJae miró en todas las direcciones hasta que sus ojos chocaron con la figura esbelta de una joven muchacha.—¡Joy! ¡Nena!

Ella corrió hacia sus brazos y se lanzó a envolverlo en un fuerte abrazo, como si se tratase de una princesa que se encuentra con su caballero de sangre azul.

—Uh, ya había ido de caza la zorra.—se burló TaeYeon al presenciar la escena.

—Apenas me doy cuenta de que Joy se parece mucho a tu hermana, Soo.—murmuró MinSeok con curiosidad.—¿No será también de tu familia?

—¿Te imaginas que fuesen familia? Sería suficiente para declarar nuestra existencia como una mala comedia. A Kyungsoo no le agrada Joy, así que ni lo pienses.—dijo Krystal, deteniéndose en medio de ambos chicos.

—Krystal... —susurró KyungSoo, impresionado de que aquella delgada universitaria se estuviese dirigiendo a ellos. Ella acostumbraba a solamente hablar con sus dos amigas.

JongIn hizo un mohín al ver cómo su pequeño novio conversaba con la muchacha que antes le había gustado.

Estaba enojado, y mordió su barra de chocolate con muchísima fuerza para que todos vieran cuán furioso estaba.

👀

—¿Dormiste bien?—le preguntó ChanYeol a BaekHyun mientras caminaba a su lado.

El más pequeño asintió, dándole toda su concentración a algo en la pantalla de su celular.

—No tienes que cambiar tu tono de llamada, BaekHyun.

—Es vergonzoso.

—No.—le arrebató el celular y alzó el brazo.—Si lo alcanzas, prométeme que no cambiarás la canción de Pokemon.

—¡ChanYeol!—chilló, saltando sobre su lugar.

—Quizás te lo devuelva si me das un beso.

👀

—¿Quién eres?—cuestionó TaeYeon, plantándose frente a un chico mucho más alto que ella.

—Kasper.—contestó sin mirar a la pequeña muchacha.

—¿Y por qué observas tanto a BaekHyun y a ChanYeol?—achinó los ojos, sospechando de que algo sucedía.

—Por nada.

—¡Mentiroso!—chilló, y el chico se sobresaltó del susto. Se giró a verla, dándole por fin la debida atención.—¡Pervertido!

—¿Qué te sucede?

—¡Ajá! ¡No creas que no sé cómo le miras las orejas a ChanYeol! ¡Veo el deseo pecador en tu mirar, la lujuria que domina tu cuerpo!

—¿Cómo lo supiste?—sonrió ladinamente.—Pitufa, largo, ve a espantar personas con corazón.

—¡AbueTae!—la llamó LuHan al verla.—¡Tengo algo que contarte!

—Lulita.—dijo, suavizando su tono al ver a su chino amigo.—¿Qué pasó?

—Es Hunnie.—sollozó, poniendo una expresión de perrito mojado antes de ver a quien tenía en frente.—¿Y este?

—Un loco.—respondió TaeYeon, encogiéndose de hombros.

La muchacha tomó de la muñeca a su ciervo y se lo llevó lejos para conversar.


En la biblioteca vacía de la universidad...

—Turuturururu.—canturreó el alto, caminando en busca de un libro.—Uhum...Turuturu..

Tocó unos libros polvorientos sin dejar de tararear su nueva canción favorita, después de la suya claramente, "Una belleza existencial", compuesta, producida, editada y cantada por él mismo.

—¡Poompayah!—cantó, levantando ambos brazos y moviendo las caderas de un lado a otro.—¡Yayayayayayayaya, SeHun!


En el salón de último ciclo, facultad de Números...

—¡Espera!

TaeYeon tomó su celular y puso en el reproductor musical la canción del novio de su amigo.

—¡Noooo, mi corazón, maldita!—chilló.—¡Es demasiado exagerado!

—Tu belleza nada igualará jamás, un milagro eres y yo te voy a esperaaaaaaar.—cantó la chica.—Es una hermosa canción.

—¡La compuso pensando en mi!


En la Facultad de Medicina...

—¡Te digo que me escuches!—rogó Jimin, tirando de la bata de JungKook.

—¡No quiero!—se removió, enojado.—Déjame ya, Jim-

—QUIERO FOLLARTE COMO UN ANIMAL, QUIERO SENTIRTE DESDE EL INTERIOOOOOR.

—¿Qué t-

—ROMPER LAS RUEDAS DE TU CARROZA, MOVER LOS RIELES Y HACER CAER LA LLUVIA POR ESA REDONDA PUERTA DE OSCURIDAD.

Crónicas de un hombre angustiado (ChanBaek, KaiSoo, HunHan)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant