Viejos amigos

2.9K 301 27
                                    

Habían pasado dos semanas desde que Haru invito a su amigo castaño a salir, Verde se fue dos dos días después haber llegado, lo que Tsuna celebraba ya que estaba cansado de tener que cuidar el cerebro de Fran, es así como el castaño se encontraba sentado frente a sus dos mejores.

–No sé si debería preguntar qué les pasa–Comentó el menor, los otros dos se pusieron nerviosos.

–¿De qué habla, Juudaime?–Gokudera miro nervioso al castaño frente a él.

–No pasa absolutamente nada–Murmuró Takeshi, extrañamente Tsuna sintió lastima por él.

–Supongo que lo normal sería creerles, por ahora, ¿Dónde están los demás?–Preguntó incómodo.

Gokudera y Yamamoto compartieron una mirada, ¿Cómo le dirían a Sawada sobre eso? Definitivamente no podían, ni siquiera tenían idea de que se supone que tenían que comunicarle al castaño.

Kurokawa suspiro y miro molesta a aquellos dos, ¿No habían escuchado su explicación? Vaya par de idiotas, para ella sería tan fácil aparecer y decirle a Tsuna sobre eso, ¡Un juego de niños sería más complicado! La próxima vez lo haría ella.

–No sería natural que lo hicieras tu–Kyoko miro burlona a su mejor amiga.

–Sé que no sería natural, pero dime tu ¿Qué tan difícil es decirle a tu mejor amigo que estas saliendo desde hace dos días con su otro mejor amigo?–Preguntó molesta.

–Yo diría que es complicado, sobretodo por el hecho de que no lo están haciendo realmente–Respondió Chrome.

–¿Quién dice que no es así? Yo misma los vi besarse–Hana sonrió orgullosa.

–¿Estas segura de que no lo mal entendiste?–La chica miro molesta a su novio.

–¿Quién te pidió tu opinión?–Gruñó la mayor de las chicas.

Tsuna miro disimuladamente a aquel grupo, el hermano de Kyoko parecía estar en peligro, pero no quería meterse en una pelea de pareja, mucho menos si la peligrosa azabache estaba involucrada.

–Si no quieren decirme supongo que esta bien–Comentó Tsuna aburrido.

–En ese caso me parece genial, por cierto he notado que te estas llevando bien con Hibari–Comentó Yamamoto inocentemente.

Tsuna enrojeció por completo, era verdad que en las últimas dos semanas había empezado a tratar más a Hibari y que se sentía cómodo a su lado, pero por algún motivo le daba demasiada vergüenza que sus amigos se lo dijesen.

Belphegor miro aburrido al castaño, por algún motivo el también se había visto envuelto en todo el caos que rodeaba a Sawada y en más de una ocasión había tenido que intervenir para mantener a los mejores amigos del menor calmados y distraídos para que dejasen que Kyōya pasara tiempo con él.

–¿Tu que opinas?–El rubio miro a la chica frente a él.

–Amo mi vida, así que haré como si te apoyara–Murmuró antes de volver a ver a aquellos tres.

–Muy inteligente de tu parte–Hana sonrió antes de mandarle una mirada fulminante al boxeador en el suelo.

–¿Alguien tiene una idea de por qué debemos de vigilarles?–Preguntó la piña.

–Eso me pregunto yo, ¿Esto no cataloga como acoso?–Comentó el rubio, las chicas suspiraron.

–Son tan ingenuos chicos–Se burlo Kyoko.

–Estamos aquí no sólo para molestar a Gokudera y Yamamoto–Informó Chrome.

–Que por cierto se han ganado mi furia por no decir nada–Comentó Hana.

–¿Por qué estamos aquí?–Las chicas suspiraron y miraron al azabache.

–Hibari, estamos aquí para saber que opina Tsuna sobre ti–Respondió Hana con molestia.

Hibari Kyōya no tenía idea de como había terminado entre ese grupo de locos, en otras circunstancias seguramente ya los habría mordido hasta la muerte a todos, sin embargo con el tiempo que paso con el castaño termino tomándoles un poco de cariño a todos esos idiotas, a la piña no, pero esa es otra historia.

Yamamoto esperaba pacientemente lo que diría su amigo, conocía lo suficiente al castaño como para saber que el chico aun no era del todo consciente de sus sentimientos, "Tsuna es tan inocente que a veces provoca golpearlo para ver si así reacciona" Pensó con una sonrisa.

–Bueno, la verdad es que Hibari-san es bastante agradable–Murmuró el menor avergonzado.

–Juudaime, si ese sujeto lo esta chantajeando parpadee–El azabache y el castaño miraron perplejos al peliplata.

–¿De qué estas hablando?–Preguntó el mayor de los tres sorprendido.

–¡Juudaime parpadeo! ¡Voy a matar a Hibari!–Exclamó el chico antes de irse a suicidar.

Luego de que Tsuna evito el suicidio de Gokudera, con ayuda de Bel y Takeshi, se despidió de todos ellos, no sin antes buscarle el pulso al boxeador, había quedado de verse con Haru y los demás en una heladería cercana.

–¿Podrías decirme que intentaban hacer?–Chrome se sorprendió al escuchar la pregunta del castaño.

–¿De que habla, boss?–Preguntó la chica nerviosa.

–Sabes de que hablo, ¿Qué se supone que intentaban hacer?–El castaño miro serio a su amiga.

–Boss, no hemos intentado nada, sólo queríamos saber que opinaba de Hibari-san–Respondió incómoda, Tsuna se ruborizó.

Cuando el dúo llego a su destino no tardaron en encontrar al grupo que los esperaba, Sawada suspiro cansado, ya recordaba porque no los había extrañado del todo.

–¡Te dije que no me ignoraras!–Chrome suspiro al escuchar el grito de su mejor amiga.

–Ellos dos nunca van a cambiar–Murmuraron los recién llegados sintiendo ganas de irse.

–¡M.M, no hagas escándalo!–Exclamó Haru molesta.

Chikusa ignoro a las dos chicas, cosa que molesto a M.M mucho más, y saludo a los recién llegados mientras ellos se acercaban.

–Deberían de calmarse un poco–Sugirió el castaño.

–No nos des órdenes–Se quejo el rubio.

Después de una pequeña discusión, unilateral de parte de Ken, el grupo de amigos se saludaron entre ellos, la pelirroja y el castaño sonrieron al notar el sonrojo en el rostro de Chrome y Ken cuando sus miradas se encontraron, no importaba cuanto tiempo pasara esos dos seguirían igual si nadie hacía nada por ellos.

Después de la reunión cada uno se fue a su casa, Tsuna le había prometido a Mukuro llevar a Nagi a casa, al parecer la piña no entendía que la chica no era una niña pequeña.

–¿Por qué no te has confesado a Joshima?–La pelivioleta se ruborizó al escuchar eso.

–Boss, ¿De qué habla? Yo nunca podría confesarle algo a Ken–Murmuró la chica.

–Pero él te gusta, ¿Verdad? Deberías por lo menos intentar decirle–Sugirió el castaño.

–Boss, alguien que ni siquiera acepta que esta enamorado no debe dar consejos de amor a otras personas, ¿No lo cree?–Después de decir eso la chica entró a su casa.

Tsuna no entendía a que se refería Chrome, pero algo dentro de él había dolido, tal vez era su orgullo, después de suspirar decidió volver con Fran, seguramente aún no habría comido y estaría molesto.

Problemas con el amorTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon