Capítulo 17

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Para cuando desperté, Darío ya no estaba a mi lado, solo las sábanas arrugadas y la leve esencia de su perfume eran un remanente de su presencia en mi habitación. Aguanté un grito y pateé a un lado toda la tela que me cubría, tirando al piso las almohadas en un arrebato de ira, mientras me acordaba de lo que me había dicho.

Sabía perfectamente que eso no era más que una manera sutil de vigilarme. Me levanté y me arrastré frente al tocador, mirando mis ojos rojos, mi cabello deshecho y la expresión miserable de mi cara, la cual últimamente parecía ser la única que tenía.

-Malditos fenómenos.

Todos. Ellos y yo; la vida había sido mucho más sencilla antes de que toda esta mierda comenzara.

Me cambié tan rápido como pude y bajé, atravesando el comedor lo suficientemente apresurada para coger un bocadillo, el cual comí mientras caminaba hacia el club de pintura. Era temprano, pero estaba casi segura que encontraría a Lorena allí, aunque no pintando, sino sola con su música tratando de prepararse para lo que la estaba obligando a hacer.

Me vio antes de que hablara, incluso estando de espaldas a mí, así que la ensordecedora música (con una intervención prominente de la batería) bajó de golpe, hasta quedar solo un murmullo.

-¿Ya les dijiste?

Asintió. En su mano sostenía un pincel cero, acariciaba las cerdas una y otra vez sin mirarlas, probablemente ni siquiera se daba cuenta de que estaba haciendo eso.

-¿Cuándo te evalúan?

Su mirada se desvió por encima de mi cabeza y luego volvió a perderse en la nada.

-En veinte minutos.

Traté de que mi cara no mostrara ningún signo de alarma.

-Te acuerdas de todo lo que te enseñó Karen, ¿cierto?

La tarde anterior había consistido en una clase intensiva de frecuencias de pensamientos en el cerebro y cómo cambiarlas efectivamente.

Volvió a asentir.

-Cambiar de canal es más difícil de lo que lo haces parecer -dijo finalmente-, no estoy segura de poder concentrarme lo necesario con todos ellos mirándome. ¿Y si fallo? ¿Y si en medio de la interrogación me vendo y a ti también?

Me acerqué a ella tragando de golpe lo que quedaba de mi bocadillo. La masa se sentía sosa y desabrida en mi boca ante aquel temor infantil que me llegaba al corazón. Sabía que era cruel hacerla enfrentarse a tales demonios en trajes elegantes, pero debíamos irnos y era la mejor idea a la que había podido llegar.

La rodeé con los brazos e hice que se apoyara contra mí.

-No lo harás.

Sabía que había un fuerte "y si..." dentro de aquel plan que estábamos llevando a cabo y si salía mal, ni siquiera yo estaba segura de tener un plan de respaldo. Lo único en lo que podía pensar era robar un SUV y atravesar campo traviesa el predio hasta alcanzar la libertad; lo sé, nada parecido a un plan sensato. Pero no podía decirle eso a ella, no podía permitirme no confiar en su capacidad.

-Pones demasiada confianza en mí -susurró, su voz ahogada por mi ropa.

La abracé con más fuerza.

-Y tú demasiada en mí. -Le sonreí mientras me apartaba y la empujé en dirección a la puerta-. Ve y engáñalos.

Hizo una mueca pero se movió hacia la salida.

-Si... -me detuve, insegura. Lorena se volcó interrogante-. Si algo no saliera bien, hazme una señal. Una muy fuerte.

Asintió, sin siquiera saber cómo podría yo ayudarla si fallaba. Tampoco estaba segura sobre eso, pero el plan de la SUV me parecía cada vez más atractivo.

Sobrevive (Resistencia #1)Where stories live. Discover now