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Alaska:

Ya había llegado el día en que me tenía que quedar sola en mi casa debido a que mi papá iba de viaje con Angelique.
Mi miedo aumentaba cada vez más, pues yo estaba en peligro probablemente.
Lo qué había visto en el sótano, hacia que mi miedo creciera, y en solo pensar que me quedaría sola, era una tortura para mí.

Necesitaba investigar más a fondo lo que ocurría, ¿Porqué pasaba todo esto?
Bueno, ya sabía que la casa era de un asesino muy buscado, que hubo varios asesinatos y torturas aquí, e incluso el asesino se suicidó.

Eran aproximadamente la una de la tarde, me despedí de mi papá y de Angelique. Ahora, la mejor decisión que podía tomar era salir de esa maldita casa.

Salí y como siempre, fuí al mismo parque. Después de aproximadamente media horario después, comenzó a llover y no traía un paraguas conmigo debido a que el clima estaba soleado y hacía calor.

Tomé rápidamente mis cosas y entré al mismo café que había ido la vez anterior. Ordené un smoothie y me revisé mi teléfono mientras traían la orden. De repente alguien me llamó, volteé y era April, pero venía con un chico, no sabía quien era, pero debo admitir que me gustó un poco. Tenía cabello negro y ojos azules. Vestía una camisa blanca y el resto de su vestimenta era color negro.

-Alaska, ¿Que haces aquí tan sola? - April rió

-Pues, estaba en el mismo parque de siempre y comenzó a llover.

-Ya veo, bueno... Ah me olvidaba, el es Deniss, un amigo, y Deniss, ella es Alaska

-Hola - Dije dirigiendo una sonrisa a aquél chico.

-Hola Alaska - Y respondió con otra sonrisa que en mi interior sabía que se notaba falsa.

-Bien, ahora ordenemos algo y hablemos un rato - dijo April para luego sentarse a mi lado.
Me había quedado con ellos mas o menos por dos horas y media, al menos ahora me sentía un poco menos asustada.

Ya había oscurecido y tuve que volver a la casa, sabía que una nueva tortura tomaría presencia.

Llegué a mi casa, cené, subí las escaleras y fuí a mi habitación.
No tenía nada interesante por hacer, asi quepor curiosidad busqué "Sirious asesino".

Pensaba que no iba a aparecer nada por mi búsqueda, solo la misma información del periódico, pero encontré un poco más sobre el asesino.

Alex J. Sirious, era su nombre completo.
Decía que tal vez se volvió un psicópata por sus experiencias pasadas.

"Alex tenía una vida tranquila con su esposa. Un año después de haberse casado, tuvieron un hijo. Desde que el mismo nació, él y su esposa comenzaron a discutir más de lo normal, a tal punto, que aveces su esposa se iba varios días a la casa de su madre. Después de cuatro meses en esta situación, un día tuvieron una fuerte discusión. Su esposa, con mucha furia había golpeado a Alex,  perdió su cordura, tomó un cuchillo y asesinó a su esposa, cortando su cabeza.
Desde ese momento se cree que el perdió completamente la razón. Alex también intentó asesinar a su hijo, pero cuando se acercó para matarlo, escuchó que varios policías estaban entrando en su casa, así que huyó y nadie sabía su paradero. Su hijo fué llevado a un orfanato, ya que su abuela no quería cuidar de el.
Después de mucho tiempo, el asesino fue  encontrado , en una casa bastante lujosa, y esto no era de sorprenderse, ya que era de clase alta. Su hijo fué adoptado, creció , se casó y tuvo un hijo, pero después de que se le contara la trágica historia de su familia, quedó decepcionado de si mismo y cometió varios intentos de suicidio".

Ahora sabía casi todo sobre el asesino, esto no ayudaba mucho, ya que podía ser que alguien lo haya inventado, pero también habían posibilidades de que fuera completamente real.

Estaba cansada, asi que decidí dormir y por suerte, desde que había llegado a la casa, no había pasado nada extraño, ahora me sentía más segura.

...

Desperté en la mañana, por suerte nada me había molestado. Me levanté de mi cama normalmente, pero noté algo extraño.
El gran espejo que estaba en mi cuarto, tenía algo escrito en el. Decía "TIME" , pero no estaba escrito con cualquier cosa, porque cuando me acerqué al espejo, me di cuenta de que su extraño aroma, se debía a que lo habían escrito con sangre.

Me asusté mucho, y corrí por las escaleras, pero de repente, algo me empujó y entonces caí, mi vista se tornó  borrosa hasta que no pude ver nada...

...

April:

Estaba algo aburrida en mi casa, entonces pensé en mi nueva conocida y tuve la idea de ir a su casa.
Llamé a su teléfono varias veces, pero no contestó. De igual manera, salí y caminé hacía su casa. Llegué al frente de su casa y toqué la puerta.

Ya habían pasado diez minutos, y por más que la llamara, no abría la puerta. Me preocupé, algo le podía haber pasado. Tenía que entrar a la casa de cualquier forma.

Noté que había una ventana abierta, y por suerte la ventana era algo grande, entonces decidí entrar por la ventana. Por suerte si lo logré, pero el problema ahora sería buscar a  Alaska. Después de un rato de mirar habitaciones, llegué a las escaleras que daban al segundo piso. Me acerqué y me asusté mucho cuando vi a Alaska. Ella estaba en el piso, su cabeza sangraba y tenía algunos moretones. Rápidamente llamé a una ambulancia. Mientras esperaba, busqué las llaves y por suerte estaban en una pequeña mesa que estaba en la sala. Unos minutos después, escuché la ambulancia, entonces abrí la puerta principal.  Llegaron dos paramédicos , la colocaron en una camilla y la subieron a la ambulancia. Seguido a esto, yo también subí a la ambulancia. Alaska no se veía para nada bien. Los paramédicos de la ambulancia decían que no quedaba mucho tiempo. En unos cinco minutos habíamos llegado al hospital, pasaron a Alaska a sala de emergencias y yo me quedé en la sala de espera. Solo me quedaba tener esperanzas de que ella iba a estar bien.

Media hora después de me preocupé mucho por ella. Comencé a llorar tratando de convencerme de que todo iba a estar bien, ya que ahora la apreciaba aún más.
Después de dos horas, llegó un doctor.

-¿Eres familiar de Alaska?

-No, soy su amiga, más importante, ¿¡Cómo se encuentra ella!?

-Verás... ella está grave, así que talvez no vaya a despertar por algunos días, debido al fuerte impacto en su cabeza y el efecto de los medicamentos.

-Ya veo...

-Bueno, aquí tenemos el número de sus padres, así que les informaremos toda la situación.

-Bien...

El doctor se fué. Yo seguía en la sala de espera con la única esperanza de que Alaska mejoraría.

La Casa 323 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora