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Alaska

Ya estabamos en la casa de April, nos quedaríamos allí hasta encontrar un lugar que en verdad fuera seguro en esa zona, ya que no podíamos irnos a un lugar muy lejano por el trabajo de mi papá.
Por suerte, la casa de April era bastante grande así que cada uno teníamos una habitación propia, cosa que agradecí mucho.

Luego de instalarnos completamente, fuimos a cenar a un lugar que quedaba cerca de la casa, y tengo que admitirlo, el lugar era bastante refinado a mi parecer. April hasta hizo que yo usara vestido y mi papá un traje, bueno, ya comprendí porque. Esto me recuerda un poco al día que habíamos llegado a aquella casa... la "323", no quiero ni recordar las cosas...

-Y bien, ¿Cuánto te pago por la estancia? - dijo Bruce con una expresión de preocupación.

-No tienen porque preocuparse - dijo April y sonrió- Ambos son buenas personas, además Alaska es mi mejor amiga y bueno, yo solamente los estoy ayudando, es lo menos que puedo hacer.

-De verdad no sé ni como agradecertelo, al menos déjame contribuir en algunos gastos - seguía insistiendo Bruce

-Esta bien, cuando se necesite algo, te lo pediré, pero por el momento, no hay nada de que preocuparse señor Bruce.

Luego de eso, el pedido llegó y mi plato se veía muy bien. Era un filet de salmón con varios acompañamientos.
Luego de cenar, April nos comenzó a contar un poco sobre su casa.

-Desde pequeña, vivía ahí. Y hace unos siete años mis padres  fueron a trabajar a otro país y me dejaron la casa a mi. Claro, no me dejaron sola, si no con mi tía,  que hasta el momento, vive conmigo.

-Nunca me habías hablado de ella, ¿Cómo se llama? - dije con un gesto de sorpresa.

-Rose, lo que pasa es que ella es enfermera, entonces casi nunca está en la casa. La verdad su trabajo es bastante pesado y difícil, ver pacientes, medicamentos y ser cuidadosa no es algo fácil.

-Tienes razón, la admiro.

Luego de una larga plática, salimos de el lugar y fuimos de nuevo a la casa. Al parecer había alguien, supongo que debería ser Rose.

Entramos y estaba ella, la enfermera que me había cuidado en el hospital. ¿Así que ella es Rose Jardine? Que pequeño es el mundo.

-Alaska! ¿Cómo has estado? Y tu también Bruce - Dijo Rose alegremente

- Muy bien, muchas gracias

-Espera, ¿Se conocen? - dijo April un poco confundida.

-Si, ella fue la enfermera que cuidó de mi en el hospital.

-Ohh ya veo, que bien. Rose, ellos van a estar aquí por un tiempo. Luego te explico toda la historia. Espero que no te moleste...

-Para nada April, quiero que se queden - Dijo Rose

Un mes después

April:

Alaska y Bruce seguían en mi casa, yo prefería que estuvieran allí a que se quedaran donde estaban... me preocupaba mucho, en especial por Alaska.
Todo estaba bien, hasta que Deniss empezó a llegar a menudo a mi casa, no sospechaba nada al principio, pero pienso que algo debe estar tramando, ya que antes el no solía visitar mucho mi casa.
Hoy era diferente, Deniss nos dijo a Alaska y a mi que fueramos a su casa, porque no entendía algo de su examen que tenía que hacer el día siguiente, así que para allá me dirigía con Alaska.

Llegamos y bueno, lo primero que hicimos fue comer algo y luego comenzamos a hablar de estupideces, hasta que noté algo extraño, Alaska se comenzo a ver un poco extraña, luego de observarla por unos segundos, ella cayó dormida. Volteé a ver a Deniss, pero me sorprendi, ya que su cara se tornó en la de un asesino en serie. Luego, al igualmente que Alaska, me comencé a sentir muy cansada, hasta caer dormida.

Alaska

Al fin desperté, no sé que sucedió. Lo último que había hecho fue ir a la casa de Deniss y luego... no lo sé. Miré a mi alrededor y no podía creer donde estaba. Era un cuarto casi completamente oscuro, en el cual apenas se iluminaba por un bombillo con poca potencia.
Yo estaba encerrada en una especie de jaula, y mis piernas estaban atadas. Al otro extremo de la jaula, pude ver a April, la cual tenía sus piernas atadas al igual que las mías.
Luego de aalizar el lugar e intentar observar mejor las cosas que estaban en ese cuarto, me di cuenta de que era ese, la sala de tortura que estaba en el sótano de mi antigua casa. No, en este lugar de nuevo no... esta situación me estaba poniendo muy inquieta, quería salir, pero por más que tratara, no podía.

Vi que April se despertó, tenía una expresión que era entré en preocupación y enojo. Me acerqué a ella y bueno, llegó al punto de llorar, al igual que yo. La situación en la que estabamos no era para nada favorable. Ahí encerradas nos podian hacer cualquier cosa...

-April, no llores... ya se que probablemente no logremos salir de aquí, pero no logramos nada con llorar.

-Lo sé, pero es que estoy así por la traición. Nosotras estamos aquí por culpa de Deniss. El nos logró engañar. Creo que nos dió alguna droga con lo que comimos en su casa.
Alaska, esto es terrible. Yo confiaba en el, pensaba que el era mi amigo, y ahora hace esto... Ya no se que hacer, si tenemos algún futuro, si saldremos de aquí... ya no sé.

-Vamos April no te deprimas tanto, ya verás que encontraremos alguna forma de salir de aquí, además- me interrumpió una voz y el sonido de la puerta abriendose a lo lejos.

-Vaya, con que ya despertaron las gallinas enjauladas.

-Maldito Deniss, eres una de las personas más despreciables de este maldito mundo. Juro que si me haces daño a mi o a Alaska te mataré maldito! - Dijo April con una expresión de enojo.

-Ja, por favor, ¿Tú? Que buen chiste. Deberías ser comediante April - dijo Deniss con un tono sarcástico.

-¿Porqué haces esto? Eres demasiado cruel...

-Bueno, solo tengo una razón. En honor a mi abuelo, ya que mi papá era un maldito cobarde.

-¿Tu abuelo?

-Si, mi nombre completo es Deniss Jasper Black

-¿Y eso que tiene que ver?

-Bueno, que el nombre de mi abuelo es Alex Jasper Sirious, creo que saben de quién hablo.

La Casa 323 Where stories live. Discover now