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Bruce:

Ya era de madrugada y todavía no podía conciliar el sueño, debido a... ella, ya no estaba conmigo y me hacía mucha falta. Estaba completamente perdido en mis pensamientos, pero algo me sacó de ellos.
Comencé a escuchar unos ruidos extraños en la casa. Asustado, salí de mi habitación y noté que los extraños ruidos provenían de la habitación de Alaska. Me fuí acercando poco a poco, cuando abrí la puerta y encendí la luz. Mis ojos se abrieron como platos al ver lo que estaba pasando. Era Alaska, en el suelo, estaba ensangrentada. Traté de despertarla, pero estaba inconsciente. Rápidamente traté de cargarla para llevarla al auto. Por suerte, logré llegar en muy poco tiempo al hospital. Alaska estaba en emergencias.
Mientras esperaba, estaba muy impaciente. Pero luego, apareció alguien. Una enfermera, y era la misma que estaba cuando ocurrió lo de Angelique.

-Hola, señor.

-Hola.

-Mi nombre es Rose Jardine. Siento no haberme presentado.

-Yo igual, soy Bruce, el padre de Alaska.

-Ahh, tú eres su padre. Bueno, te traigo buenas noticias. Trajiste a tu hija a tiempo y logramos salvarla.

-Me alegro mucho, estaba muy preocupado...

-Cierto, ¿Sería malo perderla no? Y ahora que lo recuerdo, Lamento lo de su esposa.

-Ahh, todavía no me acostumbro a estar sin ella.

-Estoy segura de que podrás seguir adelante, Bruce.

-Eso espero...

De repente alguien llamó a Rose.

-Me tengo que ir, nos vemos Bruce- Dijo Rose mostrando una sonrisa y haciendo un gesto de despedida con su mano.

Después de hablar con Rose, otra enfermera me llamó . Al parecer Alaska estaría internada cinco horas. Así que en ese intervalo de tiempo decidí ir a la casa, ya que tenía algo de lo que me quería asegurar.

Llegué a la casa y todo estaba normal, excepto por una cosa. La cámara que estaba en la entrada de la casa, estaba rota, luego fuí a la sala de estar y era lo mismo. Después de revisar todas las demás habitaciones, decidí ver los videos que las cámaras habían grabado, que por suerte se guardaban automáticamente en mi laptop.
Comencé a ver los videos, pero todos eran prácticamente iguales, ya que lo único que sucedía era que a las cámaras simplemente se les quebraba el lente y luego las cámaras se rompían poco a poco. Solo me quedaba un video que ver, y era el de la habitación de Alaska. Al verlo, me sorprendi, ya que este no era igual. En el video, poco a poco la imagen se iba volviendo cada vez más borrosa, hasta que después casi al final del video, la imagen se restauraba, pero segundos después se podía observar algo extraño que se acercó rápidamente a la cámara y ahí finalizaba el video, supongo que luego la cámara se quebró, al igual que las otras.nPor supuesto, luego de ver eso, yo supe que algo no andaba bien con la casa, así que decidí que nos teníamos que ir lo antes posible. Fuí a mi habitación a empacar y luego fuí a la de Alaska. Cuando casi terminaba de empacar, algo me llamó la atención. Eran unos artículos de un periódico, en los cuales hablaban sobre un asesino que vivía precisamente en esta misma casa. Busqué mas información sobre eso, y bueno, lo que había dicho Alaska ahora tenía mucho sentido.

Ya era hora de que Alaska saliera, asíque tenía que ir al hospital. Al abrir la puerta de la entrada principal, me asusté un poco, ya que de repente apareció un chico que al parecer era de la edad de mi hija.

-Lo siento por asustarlo, señor. - dijo con una expresión de preocupación.

-No importa, pero ¿Quién eres?

-Soy Deniss, soy amigo de Alaska.

-Ahh, ya veo. Bueno, ella no se encuentra aquí, está en el hospital.

-¿Hospital? ¿Pasó algo?

-Bueno, un incidente. Ya es hora de su salida, así que debo irme. Nos vemos Deniss.

-Esta bien.

El chico se fué y después yo subí a mi auto. No sé porque, pero no me agradó mucho ese chico.

Alaska:

Desperté. ¿Este es el mundo real? ¿Sigo viva?
Por un momento sentí que estaba muerta. Que no iba a sobrevivir. Tuve mucha suerte.
Todavía seguía muy confundida y no sabía ni en donde me encontraba, hasta que me di cuenta que estaba en una habitación de hospital de nuevo.
Me senté en un borde de la camilla y comencé a pensar, hasta que el sonido de la puerta de la habitación abriendose me sacó de mis pensamientos.

-Oh, ya despertaste.

Era la voz de una enfermera. Era pelirroja y llevaba un pequeño gafete con su nombre "Rose Jardine".

-¿Te sientes mejor?

-Creo que sí...

-Me alegro. Tienes mucha suerte, Alaska. Y disculpa, debo llamar al doctor.

-Esta bien.

El doctor llegó y al parecer faltaba muy poco tiempo para que me dejaran salir de el hospital, tenía que ser paciente. Poco tiempo después, la enfermera Rose entró de nuevo en la habitación con una bandeja con comida, me la dió, sonrió levemente y se fue de nuevo.

Ya estaba a punto de terminar mi comida y la puerta se abrió otra vez. Era mi papá.

-¡Alaska! Me alegra que estés bien.

-Si, a mí igual...

-No se que hubiera hecho yo si algo te hubiera pasado...

-Tranquilo, ahora estoy bien. Sólo... quiero preguntar una cosa, ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

-Con respecto a eso... necesito hablar contigo. Nos vamos de esa casa.

Luego de que mi papá me contara todo, estaba aliviada. Al fin nos iríamos de ese lugar.

-Alaska, lo siento mucho. Nunca te creí nada... y probablemente si me hubiese dado cuenta antes nada de esto hubiera pasado y Angelique seguiría viva.

-Eso no es tu culpa. Bueno, ahora solo tenemos que salir de ahí, ¿No?

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Ya había salido del hospital, así que fuimos a la casa. Recibí una llamada de April y le conté lo que había pasado y se preocupó mucho. Incluso dijo que nos podíamos quedar en su casa hasta que encontraramos otro lugar por lo que le dije la sugerencia a mi papá y el accedió. Tomamos nuestras cosas, subimos al auto y fuimos a la casa de April.

La Casa 323 Where stories live. Discover now