ERES MIO/A ❤️

7° ERES MIO/A ❤️

Candela no dejaba de gritar por el teléfono, la tenía en alta voz para vestirme y hablar con ella al mismo tiempo.

Después de una larga ducha decidí llamarla y contarle todo lo que había pasado con el rompecorazones.

Llamada telefónica

Cande:¡Le gustas Lali!

Lali:¿Estás loca? Obvio no, es imposible

Cande:¿Por qué? ¿Por qué no sos famosa?

Lali:Por eso y por muchas cosas más, ¿Cómo puedo salir con un chico que no va a tomar nada en serio?

Cande:Eso es lo que vos no sabes aún La, nada cuesta intentarlo, por favor es Peter Lanzani, ¿sabes cuantas minas quisieran ser vos ahora mismo? Yo me incluyo

Lali:Cande no es para tanto, es solo una salida, no me voy a casar con él

Cande:Así empiezan todos...

Lali:Tengo que terminar de arreglarme y con tus pensamientos locos no creo poder hacerlo, nos vemos en el club

Fin de la llamada telefónica

Luego de colgar, me arreglé con una falda alta negra y un top del mismo color, dejando una separación entre ambas para dejar ver un poco mi piel.

Amarré la mitad de mi cabello y me hice unas hondas para darle volumen. Me maquillé los ojos y pinté mi boca de color rojo y estaba lista.

A las nueve en punto sonó el timbre. Estaba nerviosa y no sabía el por qué, me dirigí a abrir y para mi sorpresa me encontré con un señor de más o menos 30 a 35 años, vestido con un traje de color negro igual que su cabello.

Xxx:¿Señorita Esposito?

Lali:Sí... Soy yo... ¿Usted es?

Xxx:Soy Tomás, uno de los guardaespaldas y chófer del señor Lanzani. Vine por usted

¿En serio Peter? ¿Ni siquiera unas estúpidas escaleras puedes subir?

Lali:Está bien... Iré por mi bolso

Tomás bajó rápidamente las escaleras y se apresuró para abrir la puerta trasera del auto.

Lali:Gracias -dije sonriendo mientras subía al auto esperando encontrarme a Peter, pero no había nadie-

Una vez que el auto se puso en movimiento, miré a Tomás por el retrovisor.

Lali:¿Y Peter?

Tomás:El señor Lanzani está en otro auto con otro chófer señorita Esposito, no se preocupe lo verá en el club

Lali:Dime Lali -él solo me sonrió y volvió su vista a la carretera-

No me sentía para nada bien. ¿Acaso él era el presidente que tiene a toda esta gente trabajando para él? ¿Cómo podía decirme que pasaría a buscarme cuando ni siquiera se presentó personalmente?

No sé como se me ocurrió aceptar. Esto era una locura, todo para que no lo vieran conmigo. Si tanto le preocupaba eso, ¿por qué quería seguir viéndome?

Llegamos al club y ya no veía la hora. No por Tomás, que me cayó muy bien, era solo que quería llegar para olvidarme de toda esta estupidez de vida que tenía Peter Lanzani.

Lali:Gracias por traerme Tomás

Tomás:Un placer señorita... -lo miré y sonrió- Lali

Entré al club y me encontré con los chicos, aparte de Gastón y Candela, también estaban Marcos y Ale.