Historia 4: Un bebé de navidad

48 6 1
                                    


Historia 4: un bebé de navidad

Emilia

Los adornos navideños están por todas partes, llenando de un aire encantador cada rincón de la casa, un manto blanco como de algodón cubría todo lo que alguna vez fue tierra y césped, gracias Dios la nieve no caía con fuerza durante la última semana. Elliot, Grace, Cleo, Will y yo rentamos una cabaña a las afueras de la ciudad para navidad, Will y yo últimamente hemos estado muy ocupados con trámites para viajar a Canadá así que pensamos que necesitábamos un buen descanso en estas fechas especiales. Por primera vez todos nosotros pasaríamos navidad alejados de nuestras familias para acostumbrarnos a la nueva etapa que se nos venía encima, sin embargo no ha sido tan tedioso como pensábamos, de hecho la hemos pasado estupendo solo nosotros.

Eché un vistazo a todos a mí alrededor luego de colocar unos adornos en las puertas. Cleo se entretenía arreglando los pequeños muñecos de peluche en el árbol de navidad y Elliot ponía el resto. Grace acomodaba las rosas artificiales de un gran florero que adornaba la mesa y Will, a Will no lo veía por ninguna parte. Escuché unos pasos en el segundo piso y subí a su encuentro.

Estaba hablando por teléfono con el ceño fruncido mientras caminaba en círculos por toda la habitación. En cuanto me vio se detuvo y continuó escuchando lo que le decían.

—Ya veo—Exclamó— ¿y qué piensan hacer sus padres?

Asintió no muy convencido

—resta esperar. Bueno, adiós—Terminó y tiró el celular sobre la cama. Se frotó la frente algo preocupado y yo me acerqué

— ¿Qué pasa? —Me rodeo con sus brazos y negó con la cabeza

—Mi prima está embarazada, su novio y ella llevan más o menos 6 meses

Me quedé paralizada, esa situación no debía ser para nada fácil, no sabía si para Will aquella chica significaba tanto como para estar tan preocupado, pero había algo más que aún no contaba. Movía sus dedos distraídamente en mi espalda baja mientras pensaba

—Me preocupa, sus padres no son para nada comprensivos, menos con su única hija, tiene tu misma edad pero siempre fue demasiado rebelde. No tengo idea de que puedan hacer sus padres con ella.

Me senté en la cama junto a él e intente confortarlo

—bueno... si es algo chica para estar embarazada, 17 años no es mucho en la vida de una persona que digamos.

Se acostó en la cama con un brazo cubriendo sus ojos, me acurruqué junto a él y me abracé a su torso.

—A pesar de todo siempre ha sido buena chica, muy inteligente. No imagino como se debe sentir justo ahora

— ¿Crees que es fácil decirle a alguien "estoy embarazada"? no concibo esa idea. —Comenté con ironía

Dejó un beso en mi frente. Escuchamos un fuerte ruido en las escaleras y supusimos que alguien tal vez había tenido un accidente así que nos asomamos de inmediato.

Elliot estaba recogiendo unas galletas del suelo y poniéndolas en una bandeja, en cuanto nos vio sonrió algo nervioso.

— ¿quieren galletas chicos? —Comentó sin cambiar de actitud

***

El queso de mi pizza se derretía con solo un toque, la acerqué a mi boca saboreando cada segundo de aquella deliciosa comida, mastiqué con los ojos cerrados, estaba exquisito.

En cuanto abrí los ojos Cleo y Elliot me observaban con los ojos abiertos de par en par y Grace tenía una expresión de asombro mezclada con ¿enojo?

Historias de Puntos suspensivosOnde histórias criam vida. Descubra agora