Historia 7: Rubia testaruda

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Historia 7: Rubia testaruda

Me pasee por la sala con la escoba en la mano mientras escuchaba la música de fondo llenándome el cuerpo. En cuanto terminó la canción termine lo que estaba haciendo y deje todo en su lugar para subir a mi habitación. Como era costumbre me encontraba sola, y no me molestaba para nada la idea, no existe nada más relajante que esto, mis padres son un dolor de cabeza.

Axel no ha vuelto en varios días desde el último incidente y era mucho mejor así, no era como si tuviera muchas ganas de verle su odiosa cara.

Escuché el timbre de notificación en mi celular e inmediatamente lo miré encontrándome con un mensaje de Elliot.

Buenos días rubia, ¿nos vemos hoy? Muero por verte

Mi corazón dio un leve saltito dentro de mi pecho y le respondí al instante

¡Claro! Ya sé que no puedes mantener las manos lejos de mí

Bromeé

El celular vibró de nuevo

¡Me has descubierto!

Paso por ti en una hora preciosa

Puse los ojos en blanco y volví a dejar el celular sobre la mesa de noche para empezar a arreglarme. Saque la ropa del armario y la puse sobre la cama. Antes de darme una ducha me vi en el espejo y me dije a mi misma que quería probar algo diferente a mi cabello normalmente liso, así que tome la plancha e hice algunas ondas con las que me sentí satisfecha, luego me recogí en pelo en una coleta y use el gorro de baño para meterme a la regadera.

Mientras el agua caía por mi cuerpo yo tarareaba una canción que había escuchado durante la mañana pero el timbre de la puerta me alertó y me dejó intrigada. Se supone que Elliot no llegaría hasta dentro de 40 minutos. Con cuidado salí del cuarto de baño con la bata puesta y me dirigí a la puerta para encontrarme con la cara de mis padres y sus maletas.

Mierda... se supone que se tardarían más.

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­— ¿Mamá? ¿Papa? —Mis ojos se dirigían uno al otro una y otra vez.

—Grace...—dice mi madre y coge su maleta para entrar a la casa dejándome en la entrada con cara de poema

—Hola cariño—saluda mi padre y me da un beso en la mejilla antes de seguir a mi madre al interior de la casa

— ¿Qué hacen aquí? Se supone que demorarían una semana más

—lo sabemos, pero logramos terminar antes los trabajos de la empresa y pudimos regresar antes, andábamos de aquí para allá, nos merecemos un descanso.

—Tu padre ha ganado un buen negocio, así que iremos a descansar unas horas y luego saldremos a cenar, no hagas planes—advierte mi madre con mirada severa

Yo solo me limito a asentir y subo corriendo a mi habitación para escribirle a Elliot. Tomo el celular entre mis manos y de inmediato le escribo un mensaje

Algo se presentó, no podremos salir hoy...

Pero no responde. Espero por algunos minutos con impaciencia pero continúa sin responder. Mi paciencia empieza a agotarse así que decido olvidar el celular por un momento mientras termino de arreglarme, me maquillo un poco y vuelvo a pasar la plancha por mis rizos aplastados. ¡Genial! Mi madre creerá que me arregle por ellos. Me miro un momento en el espejo y contemplo mi reflejo. Mis padres no son las peores personas del mundo, solo trabajan demasiado y no es que sea malo porque amo mi soledad y sé que si no trabajaran no podríamos tener lo que tenemos ahora pero sé que aparte de todo son personas difíciles, no les cae bien cualquier persona y se esfuerzan demasiado a la hora de decidir lo que es mejor para sus hijos, en especial con las personas, en especial mi madre, mi padre suele ser más comprensivo, sin embargo prefiero no arriesgarme. Es obvio que no me agrada y tampoco está en mis planes presentarles a Elliot aun, temo que arruinen lo bonito que tenemos y siendo franca no me siento preparada para afrontar semejante drama.

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⏰ Last updated: Mar 01, 2019 ⏰

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