Capítulo 39.
Alexander contemplaba con atención y embeleso la escena que tenía delante de él. Probablemente alguien podría decir que no se trataba de algo particularmente excepcional, pero para él era lo más increíble del mundo. Recostado en la cama, con las manos detrás de la cabeza, seguía con los ojos cada movimiento y grababa en su mente cada detalle. Se preguntó si en ese momento tendría la misma mirada que Johann ponía cada vez que Renée pasaba delante de él, y se sorprendió al darse cuenta de que, de ser así, no le molestaría. Aunque hacía algunos años había proclamado que semejante grado de adoración por una mujer era totalmente irreal, le daba gusto el haber tenido que tragarse sus palabras.
- ¿Vas a estar todo el rato ahí, viéndome como si quisieras comerme con los ojos?.- protestó Adrianne, sentada frente a su tocador.- Me estás incomodando.
- ¿Por qué?.-cuestionó Alexander, sin dejar de observarla.- No estoy hablando ni molestándote.
- Pero me estás mirando con demasiada insistencia.- recalcó ella, mientras se acomodaba y peinaba el oscuro cabello.- Me pones nerviosa y se supone que debería estar lo más concentrada y tranquila posible.
Un par de días antes, Adrianne recibió una llamada de Dalia en donde hablaron de algo prometedor: el día en el que la polaco-mexicana acudió a la exposición de Renée, pudo conversar con un filántropo alemán que era dado a promover eventos culturales y encontró la manera de hablarle de Muse y de la necesidad de encontrar un buen patrocinador. Dalia resaltó las mejores cualidades de la revista y los proyectos que tenían en puerta, entre el que destacó el artículo dedicado a la Filarmónica de Berlín por sus 130 años de fundación, próximo a publicarse en mayo. El filántropo se había mostrado particularmente interesado y le dijo a Dalia que estaría dispuesto a financiar el proyecto siempre y cuando se reunieran en otra ocasión para discutirlo con detalle, y le proporcionó un número telefónico que le permitiría a la joven comunicarse después con él. La chica, que ya estaba acostumbrada a las falsas promesas, había evitado comunicarle a Adrianne el asunto hasta no comprobar que el número impreso en la tarjeta que le dio Rodolph Von Kleist no fuese falso o estuviera dado de baja. Para sorpresa de Dalia, sin embargo, el teléfono resultó ser real, al igual que el deseo de Rodolph Von Kleist de patrocinar a Muse.
- Particularmente está interesado en el artículo que estás escribiendo, dado que es fan y asiduo seguidor de la Filarmónica de Berlín.- le dijo una acalorada Dalia a Adrianne por teléfono.- Sabe mucho de la misma, al parecer su padre y su abuelo también eran fieles seguidores de manera que quiere saber qué has estado escribiendo al respecto. Si a Von Kleist le gusta tu artículo, gran parte de su patrocinio estaría destinado a conseguir que el suplemento sea lanzado en una versión de lujo, con la mínima cantidad de edición por parte mía. ¿Me entiendes lo que quiero decir? No te limitaría, chica, dejaría que desplegaras todo tu potencial aunque acabaras escribiendo mil hojas. Una oportunidad como ésta no se consigue dos veces en la vida.
- ¿Y yo en qué te puedo ayudar?.- preguntó Adrianne, impactada por la noticia.
- ¿Cómo en qué? ¡Chica, es tu artículo!.- gritó Dalia, haciendo que Adrianne alejara la bocina de su oído.- Tienes que ir conmigo para exponérselo directamente a Von Kleist. Digo, podría hacerlo yo porque he leído todo lo que me has mandado, pero nadie mejor que el autor para explicarlo, es decir, tú. Si todo sale bien, aseguraremos un buen patrocinio para la revista y para futuros artículos tuyos. Von Kleist es generoso cuando quiere, pero hay que convencerlo de que está invirtiendo su dinero en algo bueno.
- Entonces no es tan filántropo como dicen que es si tenemos que batallar para convencerlo.- replicó Adrianne, mordaz.
- Más bien es una persona muy influenciable.- contradijo Dalia.- Si alguien cercano a él le dice que lo que apoya no vale la pena, le retira el beneficio por muy buenas intenciones que haya tenido antes. Vamos, que no es momento para juzgarlo, lo que tenemos que hacer es prepararnos para reunirnos con él.
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El Sonido del Silencio.
RomanceUna joven reportera mexicana busca una segunda oportunidad en Europa tras haber sido desterrada de su país debido a ciertos roces que tuvo con el narcotráfico; mientras trata de reconstruir su vida en el Viejo Continente, ella convivirá con personas...