Capítulo 61.

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Capítulo 61.

Tras formular varias teorías y analizar varias veces la información que tenían con respecto a la masacre de la Puerta de Brandeburgo, la Bundespolizei llegó a la conclusión de que no había más por investigar. El tiroteo no se debió a un acto terrorista ni tampoco comprometía a seguridad nacional así que la organización decidió retirarse del caso y dejarlo en manos de la Interpol, quedando como apoyo para cualquier ayuda que necesitara ésta en sus pesquisas. La misma Interpol estaba cerrando ya círculos, el paquete recibido que contenía la información que verificaba la relación entre Cadenas y los Aparecidos les había ahorrado muchos pasos pero para la agente Cruyffort aún había cabos sueltos por atar.

La investigación se centraba por completo en la turista venezolana que había muerto de un disparo hecho por Cadenas, cuya relación se había confirmado gracias a los pocos minutos de vídeo de las cámaras públicas y a los exámenes de balística; la única razón por la cual Cadenas hubiese estado interesado en asesinar a esa pobre mujer era que ella tuviera nexos con la Veneciana o que fuese alguien importante para Cadenas, pero si bien su novio había sobrevivido al tiroteo, éste juraba y perjuraba que ninguno de los dos tenía vínculos con el narcotráfico. La Interpol estaba enfocada en investigar el pasado de ambas personas pero Lara sentía que no encontrarían algo ahí que les fuera de utilidad, estaba segura de que ése no era más que otro callejón sin salida. Los primeros datos arrojaron que la pareja había entrado de manera legal al país, que estaban de vacaciones y que tenían empleos estables en una zona fronteriza con Colombia. Era verdad que la ciudad en donde vivía la pareja era conocida por ser un área de paso para el comercio ilegal de drogas, pero usar este detalle para ligar a la venezolana muerta con la Veneciana y los Aparecidos sería cometer un error de novato ya que podría ser un dato meramente circunstancial.

– Si no fue la venezolana, ¿qué llevó a Cadenas y a Jäger a enfrentarse en una de las ciudades más importantes de Europa?.- se preguntó Lara, en voz alta.- Es excesivo pensar que una sola persona pueda ser la causa de ese enfrentamiento, debe haber algo más...

Esto fue lo que llevó a Lara a enfocarse en los otros ocho sobrevivientes de la ahora llamada Zona Cero; de esos ocho, sólo se encontraron a cuatro alrededor del cadáver de Cadenas, lo que los hacía tan sospechosos como la venezolana y su novio (los otros tres estaban lo suficientemente lejos como para que su presencia fuese meramente casual). ¿Realmente había sido una casualidad que esas cuatro personas hubieran estado ahí en ese momento específico o había algo oculto? No existían pruebas reales que los catalogara como sospechosos, excepto por el hecho de que Jäger los dejó con vida.

Lara conocía de memoria el modus operandi de Jäger; sabía bien que su regla inviolable era no dejar testigos con vida, independientemente de si éstos eran rivales o simples civiles. En todos los enfrentamientos en donde Jäger estuvo presente, las personas que tuvieron la desgracia de estar presentes, aun tratándose de personas inocentes, fueron asesinadas con disparos a la cabeza. No servía si ellas intentaban hacerse pasar por muertas, Jäger tenía la consigna de dar el tiro de gracia para asegurarse de no dejar posibles testigos. Él jamás había roto esa regla en todos los años que llevaba como líder la Veneciana, excepto en la masacre ocurrida en la Puerta de Brandeburgo, en donde dejó vivos a cuatro testigos potenciales. ¿Por qué? ¿Habría sido por falta de tiempo o un error humano? Lara no lo sabía pero era este pequeño e insignificante dato lo que a ella le hacía creer que en una de esas cuatro personas estaba la clave de todo.

– ¿Su única justificación, jefa, es que Jäger los dejó con vida?.- preguntó Lacoste.- ¿No le parece que los altos mandos van a querer pruebas más tangibles?

– Eso lo sé muy bien, por eso debo interrogarlos cuanto antes.- Lara frunció el ceño.- Sé que para los demás no tendrá razón de ser, pero tú y yo sabemos bien que el que Jäger rompa su regla de oro no es normal.

El Sonido del Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora