Sopresa

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Camine en silencio al menos unos diez minutos hasta llegar al auto de Max, todo me causaba desconfianza y si esto era una trampa estaba totalmente perdida por que él era mucho más fuerte que yo en todo aspecto.
-¿Acaso no subes?, me preguntó Max.
-Claro...
-¿No estarás desconfiando de mi verdad?
-Apenas te conozco, nada me asegura que dirás la verdad, dije algo agobiada.
-Vale, entiendo tu punto, necesito que me muestres la carta que te han dejado hoy por la mañana.
-¿Me estabas espiando o algo?, podría denunciarte si así lo quisiese.
-Vamos, Amy sabes que no soy yo exactamente al que tienes que denunciar, Ignacio...
-Me has seguido al igual que él todo este tiempo, grite interrumpiéndolo.
-Ya. Dijo Max en seco, ve a casa creo que no tenemos nada más que conversar.
Baje rápido del auto y me quedé mirándolo unos segundos antes de darme media vuelta y entrar a casa, así era mejor.
Cuando entre nadie están en casa, me acerqué a la más y vi una nota que probablemente había dejado mi tía.
"Perdón por no despedirme, me ha surgido un viaje por trabajo, las veré dentro de un mes y deje todo lo necesario para que estén bien. Recuerden que siempre las estoy vigilando, con amor su tía favorita"
Subí rápido a buscar el sobre y salí sin pensarlo, quizás por suerte Max seguía allí, más bien él sabía que volvería por qué me miraba con una sonrisa de oreja a oreja lo cuál que resultaba algo aterrador.
- ¿Quieres que lea la carta o que? Le pregunté mientras me subía a su auto.
-Inteligente decisión...no abras la carta aún, antes que nada debes saber von que clase de personas estás lidiando, Ignacio no es más que un peón de Oscar, fue criado por el desde pequeño, se dedica más que nada a jugar y buscar personas a quien meter en el negocio.
Ese sobre es tu perdición Amy, estas marcada...
Que de estupefacta ¿Marcada?,pensé ¿En qué me habían metido? Espero que esto sea tocar fondo, por no quiero pasar por ninguna situación extraña más me dije a mí misma mientras Ignacio me miraba.
-Vamos, no es tan malo como crees aún estás a tiempo de librarte de esto, pero debes hacer exactamente lo que te digo.
-Entiendo, conteste aún aturdida, haré lo que digas.
-Bien, lo primero es botar esa carta y no enterarte jamás de lo que tiene dentro, sabrán si lo haces y te convertirás en una amenaza para ellos, y por último no asistas por nada del mundo al evento que habrá en tu colegio este Viernes.
-¿La recaudación de fondos? ¿Acaso crees que me van a amenazar con pasteles o algo así ?
-Que graciosa, dijo Max con Ironía, van a reclutar personas, a los que han recibido la carta...
-Ahh... Espera ¿qué pasa si alguien mis amigos la recibió también?, pregunté
-¿Es obvia la respuesta no crees? Debes intentar a toda costa que no asista, una vez que sean parte de eso nadie podrá enterarse, Ignacio es sumamente precavido en todo sentido.
-Gracias, dije sin mucho ánimo. ¿ Qué hago con la carta?
-bótala en algún lago y hazla pedazos, me temo que eso es todo princesa, no creo que nos volvamos a ver, suerte, dijo mientras se me acercaba a darme un beso en la mejilla.
Baje de su auto, rompí la carta en pedazos pequeños y los sujete fuerte en mi mano.
Vi a lo lejos como Max se iba en su auto , di media vuelta y entre a casa.
Subí corriendo las escaleras para entrar al baño y tire en el inodoro los trozos de carta. Era libre, ahora tan solo debía preocuparme de que ninguno de mis amigos asistiera al evento ese día.
Sonó mi celular, era Bruno.
- A...M...Y, Amy, dijo como si estuviera borracho ¡ tienes que ver lo que acabo de encontrar en la puerta de mi casa!, es algo así como un sobre rojo, ven lo más rápido que puedas.

Hasta que tu misma te consumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora