Nuevo Rumbo

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-Hola princesa, me dijo con tono burlón, mientras sonreía de oreja a oreja, veo que tu hermana se ha encontrado con mis amigos, ¿Que haces por acá?
Sabía que había querido ver a Max para que me ayudara todo el tiempo, pero ahora que lo veía y lo escuchaba en persona, recordaba por qué lo detestaba tanto en un principio.
-Nada, mi tía a venido a ver a Alex, su amiga y todo eso, dije encogiéndome de hombros.
-Ah, tú eres la sobrina de la amiga de mi madre, creo que nos veremos más tarde, cuando termino da hablar beso mi mejilla y corrió a donde están sus amigos.
Quizás... si hablaba con él por la noche de todo lo que había pasado últimamente, podría decirme cómo sacar a Oscar y a Ignacio de mi vida.
Baje el cerro por el mismo lugar que por donde había subido por qué no quería perderme intentando bajar por donde se había ido Natalia y Max.
Llegue justo unos minutos antes de la Cena y entre a cambiarme a mi... a la pieza de Max.
Quien en entro justo en ese instante y se recostó en su cama poniendo sus manos en la cabeza en señal de que estaba  exhausto. Genial, ahora tendría que ir al baño a cambiarme.
-Si quieres puedes cambiarte aquí, no tengo problemas, dijo Max.
Me limité a a darme media vuelta eh irme a cambiar de ropa al baño.
La cena no fue para nada incomoda, es más había pasado una buena rato hablando con todos, lo que me preocupaba era la mirada de Cassidy como si el mundo se hubiera derrumbado.
Ayudé a recoger los platos de la mesa y cuando por fin había terminado Cassidy se acercó a mi.
-He hablado con la madre de Bruno.. me dijo con las voz como un hilo.
-¿Y que ha dicho?, pregunté algo asustada.
-Bruno... se había escapado de casa, bueno lo han encontrado
-Ah pero ha de estar todo bien, le interrumpí.
-En realidad, lo han pillado... se le corto la voz de un hilo, le han encontrado... desmayado afuera de su casa y los médicos han dicho que tenía una alta dosis de marihuana en el cuerpo, que si no hubiera llegado ha casa a tiempo podría haber muerto... termino de decir mi tía.
-¿Donde está ahora?, conteste en seco.
-En el hospital, hay algo más dijo mi tía...
-No quiero saberlo le interrumpí, cuando lleguemos a casa el Lunes, iré a verlo.
Le hice una mueca y me di media vuelta para ir a mi habitación, revise mi teléfono y tenía al menos treinta llamadas perdidas de mis amigas y de un número desconocido.
Comenzó a sonar mi teléfono, era un el número desconocido otra vez.
-No contestes, dijo Max mientras entraba a la pieza, he escuchado la conversación con tu tía.
-¡Ese asunto no es de tu incumbencia!, chillé.
-No contestes el teléfono, es una llamada para rastrearte.
-Gracias, pero no quiero tu ayuda Max.
-Vale, al menos déjame llevarte esta noche a ver a Bruno.
Pensé en rechazar la oferta, pero necesitaba ver a Bruno, todo lo que esta pasando no me daba buena espina.
-Aceptó, ¿podríamos irnos ahora?, dije levantando una ceja.
-Voy a decirle a nuestros padres que saldremos para conocer la playa que está cerca.
-¿Pero y si Natalia quiere venir?, pregunté.
-No querrá, mis amigos la tienen bastante distraída por lo que note, voy a ir a hablar con mis padres y tu empaca lo que necesites, Max termino de hablar y salió de la habitación.
Saque la mochila de mano, eche un muda de ropa, mi maquillaje y comida para el viaje.
Nos fuimos a eso de las once de la noche mientras todos dormían, no quise decirle nada a Natalia y a mi Tía, prefería que se enteraran por Alex.

Hasta que tu misma te consumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora