19 | El lugar seguro

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CAPÍTULO DIECINUEVE

CAPÍTULO DIECINUEVE

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Danna

(Día 358)

—Wow wow wow —alcé mis manos sin dejar que se acercara más—. ¿Qué crees que estás haciendo con eso?

—Te voy a limpiar la herida —Newt se arrodilló delante de mí y tomó mi pierna entre sus manos, mirando el rasguño que me había hecho en el laberinto.

—Ni hablar. Esa mierda duele —señalé el alcohol.

Newt me miró con el ceño fruncido—. Tengo que limpiar tu herida. Y no digas palabrotas.

Quise evitar reír por aquello que había dicho—. ¿Sabes? Si recordara a mi madre, probablemente me harías acordar a ella. ¿Te parece si te llamo "Mamá Newt"?

—Yo no soy tu madre —seguido de eso echo el alcohol en mi herida. Creo que se molestó.

—¡No! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Shuck!

—¡Que no digas palabrotas! 

Desde un comienzo, supe que era una persona la cual actuaría si así lo viera necesario. Y si bien los chicos me cuidaban, no lo hacían lo suficiente como para ocultar mi personalidad rebelde, por la cual muchas veces Alby me había retado y Minho me había halagado, el que los demás habitantes se comportaran como mis hermanos idiotas tan solo había aumentado mi confianza y seguridad en mi manera de comportarme. Claro, para la desgracia de Newt, ni él detenía mi actitud desprocupada y algo grosera.

Fijando su mirada en mí, comenzó a sobar con delicadeza mi herida, y sentí como el alcohol ya no dolía demasiado.

—Es por estas cosas que no quería que fueras corredora, ni yo, ni Alby, ni Minho, ni nadie —me dijo.

—Ustedes no me dejan hacer nada interesante, todo lo que es emocionante ustedes me dicen: "Oh no, Danna. No te preocupes con eso" —imité una voz grave—. Aburridos.

—Solo te estamos cuidando. Debería decirle a Jeff que te hiciste esto.

—Te dije que él le avisaría a Alby, y él sí que me echaría de mi puesto. Quiere buscar cualquier excusa para hacerlo.

Se alzo de hombros—. Eso no suena tan mal —Retiró su mano de mí pierna cuando intenté patearlo—. ¡Oye!

—¡Newt! Me encanta ser corredora. De verdad, agradezco el día en que notaron mis talentos y me propusieron serlo.

—¿Hablas del día que intenté matarme? —me preguntó con una pequeña sonrisa.

Yo no le respondí, ni siquiera le sonreí, a mí no me había hecho gracia. Por lo que Newt también dejó de lado el comentario y agachó la cabeza.

Promise ➪ NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora